Francisco Blázquez, presidente de la Federación Española de Balonmano

"Pontevedra y Vigo tendrán que llegar a un acuerdo por la final del Mundial"

En abril cumplirá seis años al frente de la Federación Española de Balonmano. Y Francisco Blázquez defiende su gestión dentro de un organismo que, asegura, ha hecho crecer la repercusión de un deporte que quiere volver a generar interés entre la gente. Exjugador, presidente y árbitro, Blázquez repasa la actualidad del organismo que dirige

Francisco Blázquez. RAFA FARIÑA
photo_camera Francisco Blázquez. RAFA FARIÑA

El mundial júnior de Pontevedra y Vigo ya está en el horizonte. Se celebrará entre el 16 y el 28 de julio. Y con motivo de las gestiones previas para cerrar todo lo referente al campeonato, el presidente de la Federación Española de Balonmano, Francisco Blázquez (Valencia, 1972), se encuentra estos días en la provincia. El máximo mandatario del ‘handball’ patrio analiza la disputa por ver quién se lleva la final del campeonato, habla sobre su gestión al frente de la Federación y repasa el momento de la selección y de la Liga Asobal.

¿Qué expectativas tiene puestas la Federación en el Mundial Júnior?
Las máximas. No solamente estoy en Pontevedra por el Mundial, sino para hacer mi primera visita al nuevo presidente de la Federación Galega de Balonmano (Bruno López). Queremos ver cómo funciona esta Federación autonómica y qué expectativas hay.

¿Lo consideran una prueba definitiva para el Mundial Femenino de 2021?
Seguramente. Ambos mundiales van a tener mucha repercusión. La infraestructura que se está organizando para esta cita mundialista va a tener continuidad dentro de dos años.

"Elegiremos la sede en base al sitio que mejores condiciones reúna. Será por convencimiento, no por obligación"

Hay cierta incertidumbre sobre la sede de la final del Mundial. ¿La tienen clara ya?
No, eso es algo que tendremos que consensuar entre todas las administraciones y las federaciones. Será una decisión que se tomará conjuntamente entre los ayuntamientos de Vigo y Pontevedra, la Diputación y las dos federaciones, gallega y española. Queremos intentar que en ambos sitios haya la mayor repercusión posible y para eso tendremos que establecer como distribuimos las ceremonias de apertura y de clausura, la fase de grupos, los cruces y la final. Tendremos que analizar qué es lo que más interesa. Todo va a depender de un consenso entre ambas partes (Pontevedra y Vigo).

¿Existe el riesgo de que Vigo no quiera acoger el Mundial si no se le da la final?
Yo hablo de consenso. Y vamos a salir de las reuniones con un consenso claro. Considero que Vigo y su alcalde apuestan por el deporte en general y no por una final en particular. Conseguiremos el acuerdo de ambas partes.

O sea, que no hay riesgo de que esto se acabe convirtiendo en un conflicto político que pueda desestabilizar el campeonato.
Yo considero que la política está al margen de los intereses deportivos. Quizá lo creo ingenuamente, pero lo pienso así. No tiene porqué haber mucho problema. Tanto Vigo como Pontevedra siempre han dejado al margen sus temas políticos en este sentido. Todos miramos por los intereses del deporte. Para solucionar cualquier eventualidad también estamos bajo el paraguas de la Diputación de Pontevedra y de la propia Federación Española de Balonmano. Velamos por el bien del deporte, de los ciudadanos y de los deportistas. Se elegirá el sitio que mejores condiciones reúna, pero siempre por convencimiento, no por obligación.

"Acabamos de ganar un Europeo. Pero en España parece que cuando no logras un éxito (por el Mundial 2019) ya no vales"

Dejando al margen este Mundial, en abril llegará al ecuador de su segundo mandato. ¿Qué balance hace de estos seis años?
Creo que mi mandato ha sido la época con más éxitos. Hay mucho trabajo por delante. Cogimos la Federación en un momento de crisis importante y hemos conseguido levantarla. Está saneada. Logramos pasar de un presupuesto de 3,5 millones en 2013 a prácticamente los 11 millones de 2018. Es algo más que importante. En comunicación y marketing hemos dado pasos importantísimos. Y a nivel de selecciones nacionales, hemos pasado de ocho que había antes a las 16 actuales. Por otro lado, en base, en femenino y en playa hemos ido creciendo, que era el objetivo. Pero los resultados siempre vienen avalados por un recorrido y no pueden ser inmediatos. Estoy seguro de que continuaremos en esta línea y el futuro dirá dónde nos posicionamos. Pero sabemos hacia donde queremos seguir.

¿Ese proyecto a largo plazo hace que Francisco Blázquez no se ponga fecha de caducidad como presidente?
La Federación de Balonmano es joven, al igual que el presidente. Con 46 años creo que me puedo considerar así. Creo que todavía nos queda un recorrido por delante, pero lógicamente jamás seré un presidente de los que no tengan caducidad. Habrá que dejar paso a savia nueva para que se puedan hacer las cosas mejor, con mayor ilusión y marcando otra línea que, quizá, con el tiempo tú no la tienes tan clara.

Y en ese largo plazo, ¿cuál es el objetivo que se marca?
Que el balonmano obtenga más repercusión y visibilidad. A nivel de éxitos deportivos, muchas veces todo depende de un gol más o un gol menos. Por eso no creo que el análisis de una gestión deba centrarse en eso, sino en la difusión o en la imagen que se logra con ese deporte. Estamos en una cuota de sponsors más que importante. Los cuadros técnicos están pensando en el futuro y apostando por gente de principios del año 2000 para empezar a posicionar jugadores de cara al futuro y lograr ser mejores gracias a deportistas que hemos formado trabajando.

"Hay que lograr aumentar la inversión en el balonmano. Estamos tratando de atraer a los clubes de fútbol"

¿Es posible que el balonmano recupere su estatus como el tercer deporte del país?
Yo creo que el tercero todavía lo mantenemos. En segundo lugar sí está el baloncesto y, como siempre hablo con mi buen amigo Jorge Garbajosa (presidente de la Federación Española de Baloncesto), estamos apretando el acelerador para ver si los pillamos. Tenemos que hacer grandes proyectos, sobre todo con la base, y para eso trabajamos conjuntamente con las federaciones autonómicas.

En el ámbito deportivo, la selección española no estuvo demasiado bien en el Mundial, pero viene de ganar un Europeo. ¿Quizá en este país estamos mal acostumbrados?
Los españoles estamos mal acostumbrados a vivir de éxitos totalmente. En el binomio aportación económica-éxito, España siempre ha obtenido éxitos rotundos muy por encima de las aportaciones económicas que se han hecho desde el Gobierno. Parece que cuando ganamos somos los mejores, pero cuando no lo hacemos (porque hay otros países con muchos más recursos) ya no valemos. A mí me duele sobremanera. Hace un año y un mes que fuimos campeones de Europa por primera vez y parece que ya no nos acordamos. Es algo que pasa en todas las disciplinas: cuando alguien consigue un éxito es el mejor de la historia y cuando pierde en un gran torneo, lo llevamos hacia abajo. No valoramos lo que conseguimos.

¿Le preocupa que el balonmano tienda al prototipo de jugador con mucho poderío físico? Justamente España no produce deportistas con esa anatomía.
Por nuestra constitución como españoles, nuestra anatomía es diferente a la de los nórdicos, por ejemplo. Tampoco tenemos esa educación deportiva de quien practica deporte en el colegio desde ‘pequeñitos’ y vive en una actividad deportiva continua. Pero más allá de eso, lo que me preocupa es la permisividad arbitral. Yo siempre pido que se corte el juego duro. No que nos piten a favor, que no me gusta nada, sino que no se permita jugar tan agresivo. Eso a nosotros nos va muy mal y es mi demanda: que se arbitre conforme al reglamento. Si no se permite el juego duro tenemos mucho más futuro. Si no se corta, estaremos mucho más fastidiados.

"Que equipos como el Teucro hayan tenido problemas para pagar a los árbitros quizá se debió a un exceso de confianza"

¿Qué supondría que la selección no vuelva a estar en los Juegos Olímpicos?
No me planteo ese escenario. Pero sí que recalco que existe mucha igualdad. Estamos muchos equipos con diferencias mínimas: Dinamarca, Francia, Alemania, España, Croacia, Noruega, Eslovenia, Suecia... Siempre estamos todos ahí y a los Juegos Olímpicos solo van doce equipos a nivel mundial. No considero justo que siendo los actuales campeones de Europa no tengamos ya plaza, pero está así estipulado y tenemos que aceptarlo.

Centrándonos en los clubes, ¿hasta cuándo tendremos una Asobal sin competitividad por el título?
Bueno, es que tenemos que plantearnos muchas cosas. ¿Queremos una liga de un solo equipo o limitamos presupuestos con el riesgo de quedarnos sin representante en el máximo nivel europeo? Quizá eso no le interese al Barça. Son situaciones complicadas y yo espero que poco a poco vayan apareciendo equipos que puedan plantarle más cara al Barcelona. Estamos trabajando en atraer a equipos de fútbol que quieran involucrarse, porque ellos son quienes pueden traer el dinero. Que el deporte ayude al deporte es beneficioso, se obtiene más repercusión y es una buena forma de poder tener mejores jugadores.

Pero para que haya financiación tiene que haber visibilidad. ¿Cómo puede ser que la primera categoría de balonmano no sea retransmitida por televisión íntegramente?
Nosotros tenemos firmado un convenio con Asobal y es ese organismo el que vende los derechos a través de los clubes. Yo pienso que el balonmano debería ir en abierto y así lo hacen las competiciones que dependen de la Federación. Yo creo que poco a poco se irán dando cuenta los clubes, que son los que tienen mucho que decir ahí.

¿Interesa el balonmano a nivel televisivo?
Sí, totalmente. El balonmano está generando cada vez más imagen, más recursos y más retorno. Estamos en un momento bueno. Me preocuparía, por ejemplo, que Movistar no hubiese querido continuar con las retransmisiones. Pero sí lo hizo. Lo que pasa es que hubo otra compañía que ofreció más.

¿La llegada de LaLiga es una buena noticia pese a que sea un medio relacionado con el fútbol?
Sí, toda inversión es bienvenida y más si es de nuestros ‘hermanos mayores’. Si finalmente el anteproyecto de ley que impide la compra de derechos por parte de otras federaciones saliese, habría que buscar otras alternativas.

¿Cómo es posible que en una primera división existan problemas para pagar a los árbitros?
Sorprenden mucho casos como el del Teucro o el del Canyamelar. Sí, pero quizá es la confianza de los clubes. Los equipos tienen muchas obligaciones económicas y al final dicen “ay, que teníamos que pagar a la Federación” y se acuerdan cuando el agua ya les llega al cuello. Toca hablar con ellos tranquilamente. Tenemos que intentar crear una comisión económica de control con la División de Honor Femenina y la División de Plata Masculina. Asobal ya la tiene y no se comprobó que se podía dar esa situación. De todas formas, muchas veces, son circunstancias puntuales de tesorería, en las que se da alguna tirantez.

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