El Pontevedra logró este domingo su primera victoria a domicilio del curso en un partido ante el Oviedo B que se le complicó sobremanera por dos expulsiones. Una roja directa a Nacho López en el minuto 34 puso contra las cuerdas a los granates, que pese a ello aguantaron con diez e incluso lograron ponerse por delante en la segunda mitad gracias a un gol de penalti de Álvaro Bustos en el minuto 79.
Antes, el conjunto dirigido por Luismi Areda había sufrido en una primera parte en la que los azules fueron mejores, pero sin grandes ocasiones. Después del paso por los vestuarios, el colegiado anuló un gol a Vanderson por una dudosa falta sobre el meta Edu Sousa.
Tras el susto y pese a estar con un hombre menos, los granates se soltaron más y fueron al ataque. Así encontraron el gol. Antes, el propio Edu Sousa había ejercido de salvador en un par de acciones claras del equipo local.
Ya con el 0-1 en el marcador, Berrocal fue expulsado por doble amarilla (minuto 79) en una muestra del dispar criterio arbitral al mostrar tarjetas (Riki debió ser expulsado).
Con nueve, el PCF sufrió pero fue capaz de frenar las acometidas del Oviedo B para llevarse tres puntos que ponen fin a una racha de dos derrotas consecutivas.
