La Preferente es un pañuelo

"Cinco equipos pelean en dos puntos por el primer y el segundo puesto, que dan acceso a Tercera División ► Con Pontevedra B y Ribadumia "en la pomada" el Portonovo busca reengancharse
Una imagen del Pontevedra B-Portonovo, dos equipos de la zona alta. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Una imagen del Pontevedra B-Portonovo, dos equipos de la zona alta. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

El Grupo Sur de la Preferente Galicia es un pañuelo. Al menos, los puestos que dan acceso a la Tercera División el próximo curso, los más golosos para todos aquellos que están instalados en la zona alta y tienen la ambición de crecer deportivamente.

Actualmente, son cinco situados en un margen de tan solo dos puntos. De poder ser campeón y ascender, a sin ni siquiera poder pelear por entrar en la Copa del Rey el próximo curso, un premio al que accederá el tercer clasificado –primero que no sube de categoría–. Todo en un pañuelo. Algo lógico en las primeras jornadas, pero poco habitual cuando la competición está ya muy cerca del ecuador. Sinónimo de igualdad absoluta.

Tres son los equipos absolutamente empatados en la primera plaza: el Atios, el Barbadás y el Pontevedra B. El primero de ellos es un habitual de esos lugares. El segundo ya se quedó a las puertas de regresar a Tercera el pasado curso, pero al menos pudo vivir la emoción de la Copa recibiendo al Real Valladolid en Ourense. Y el tercero, el filial granate, es el eterno aspirante. El "B" del Pontevedra ya acumula más de una década consecutiva sin tocar la Tercera División. Y ahora que las categorías se han "devaluado" por la subdivisión de la antigua Segunda B entre Primera y Segunda Federación, sabe que debe estar ahí sí o sí.

El conjunto lerezano está lejos de ser un filial al uso. Porque es el conjunto menos goleado del Grupo Sur, con solo 8 dianas encajadas en 15 encuentros. Una cifra bajísima que le hizo no descolgarse pese a sumar entre octubre y noviembre siete jornadas consecutivas sin ganar.

A finales de noviembre rompió esa dinámica y ahora acumula cuatro triunfos seguidos que le llevan a ser colíder. Además, ha recuperado la pólvora. Diez goles en estos últimos cuatro partidos así lo avalan. Tanto que su punta Víctor Casais, artillero en el Fisterra el pasado curso, ya suma 8 tantos en 14 choques.

Muy cerca del Pontevedra B está el Ribadumia. El conjunto aurinegro es quinto, con dos puntos menos que los líderes. No ha tenido tantos picos de forma durante la temporada y es la regularidad la que le está llevando a estar muy bien colocado muy cerca de alcanzar el final de la primera vuelta.

El equipo dirigido por Ibrahim Baptiste es el más goleado de los cinco primeros (17), pero también uno de los que más ha marcado (24). Si fuera de casa mejora esos cuatro partidos perdidos –la mitad–, tendrá mucho avanzado de cara a mantener en la pelea.

Con posibilidades

Si el Ribadumia está a tiro de piedra, algo más lejos se encuentra ahora el Portonovo. El arlequinado es uno de los grandes proyectos de la categoría, pero en la actualidad se ve a dos partidos de distancia de los puestos de ascenso. Un trecho salvable, por supuesto, y que se ha generado a partir de su reciente mala racha: encadena tres partidos sin ganar y solo ha sumado cuatro puntos de los últimos 15.

Algo más complicado lo tiene el Céltiga, a ocho puntos del ascenso pero en una situación tranquila, su objetivo.

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