Presente que fue pasado

FÚTBOL ► Álvaro Bustos se mediará el domingo por primera vez al Sporting de Gijón B, en el que pasó varios años y aspiró al primer equipo, pero dos lesiones de rodilla le frenaron la progresión. Tras sufrir varios palos en su corta carrera, ahora disfruta del fútbol de plenitud
Álvaro Bustos, en Pasarón agarrando la camiseta del Sporting. X.G.G.
photo_camera Álvaro Bustos, en Pasarón agarrando la camiseta del Sporting. X.G.G.

Enfrentarse al presente sabiendo que es pasado. Eso es lo que tendrá que hacer Álvaro Bustos (Gijón, 1995) cuando salte al césped de Pasarón el próximo domingo. En su nueva casa le espera un viejo conocido. Por no decir su "viejo" más conocido. Porque enfrente estará el Real Sporting de Gijón B, un equipo en el que llegó a jugar hasta en cinco temporadas consecutivas y desde el que llamó en varias ocasiones a las puertas del primer equipo. Ése con el que debutó en septiembre de 2014 en Copa del Rey ante el Valladolid (1-3) en El Molinón.

El "Pitu" Abelardo, que ya lo había tenido en el filial, confió en él como titular en ese encuentro copero. Lo hizo después de que el gijonés superase una lesión de ligamento cruzado de su rodilla. Bustos acababa de cumplir 17 años y pese a ser todavía juvenil, era un asiduo con el "B" sportinguista. "Estaba en un gran momento, yendo a la selección española con chicos como Óliver Torres o Deulofeu, que eran un año mayores que yo. No tenía presión, solo ganas de comerme el mundo porque te ves cerca de la élite. En el club, alternaba entrenamientos con el filial y el primer equipo. En una sesión, estaba un poco tocado por un esguince y llovía mucho. Tuve mala suerte. Cuando me hice daño, no sabía ni qué tenía. Yo esperaba que fuese otro esguince de un mes o algo así. Cuando me dijeron que tenía que estar seis o siete meses parado... fue un palo muy duro", explica Bustos.

Sin embargo, el joven fue capaz de recuperarse y regresar a mediados de la campaña 2013-2014. Lo hizo en un derbi contra el Real Oviedo. Tras acabar de nuevo "con la flechita para arriba", le llegó la oportunidad de hacer la pretemporada con el primer equipo, que acababa de subir a Primera. Era el "Sporting de los guajes". "Estaba otra vez a un nivel buenísimo. En septiembre debuto en Copa contra el Valladolid y al poco... me vuelvo a romper", recuerda el extremo zurdo.

UN NUEVO REGRESO. De nuevo la misma lesión. En la otra rodilla. "Tengo ambas blindadas apunta con humor Bustos, que en ese momento no se vino abajo. "Es verdad que en los dos momentos claves de mi carrera, cuando estaba en la órbita del primer equipo, me rompí. Pero no pensé en dejar el fútbol ni nada parecido. Al final, he luchado desde pequeño para conseguir disfrutar del fútbol lo máximo posible. Me recuperé otra vez muy bien y conseguí ofrecer un nivel que muchos pensaban que no iba a poder volver a dar", explica el asturiano.

Tras su segunda lesión, y con el Sporting todavía en Primera, el club decide cederle al Mirandés. "Jugué 30 partidos en Segunda a un nivel creo que muy bueno. Ahí vi de nuevo cerca el primer equipo. Volví al Sporting después de la cesión, pero ya había cambiado todo el organigrama del club. Había gente nueva, que ni conocía. Ni ellos me conocían a mí. Llegó Paco Herrera y no contaban conmigo. Finalmente por acuerdo mutuo rescindimos el contrato y me fui al Nastic de Tarragona", profundiza.

Con el equipo catalán jugó por primera y única vez contra el Sporting, en el Nou Stadi. Fue la primera y única vez y fue «especial», como será el choque de este domingo (18.00 horas). "Yo he vivido el Sporting. Desde ir todos los días a Mareo a entrenar desde los siete años, el fin de semana jugar, ir al Molinón, ser socio... Es un sentimiento. Es lo que he mamado desde pequeño, donde me he criado", señala.

En el campo se reencontrará con algún excompañero que subía del juvenil cuando él estaba asentado ya en el filial o con personal del club. "Va a ser bonito", dice. Quien estará también será su familia, aunque no por el partido que es, sino porque "están cerca y se suelen acercar siempre". "Para ellos no es tan especial, porque venimos de Madrid. Aunque yo les he metido un poco el sportinguismo", reconoce con una sonrisa.

Sobre el filial, Bustos incide en que es un equipo peligroso: "Hay mucho talento y tienen hambre, porque el primer equipo está mirando mucho hacia el "B". No es de extrañar que le marcasen cinco al Sanse. Debemos salir bien desde el principio, porque el partido se les hará largo".

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