"Con la primera vuelta que hicimos, en otro club estaría en mi casa"

Mikel Diestro afrontaba una temporada ilusionante con elLeis, pero la pandemia les hizo rebajar las expectativas
Mikel Diestro. GONZALO GARCÍA
photo_camera Mikel Diestro. GONZALO GARCÍA

Mikel Diestro (Bilbao, 1986) analiza la compleja temporada del Leis y su futuro más inmediato, que pasa por una segunda fase a cara de perro, así como las opciones de crecimiento de la entidad.

¿Con qué sensaciones afrontan este inicio de la segunda fase?
Yo creo que el equipo está con sensaciones muy positivas. Hemos hecho una segunda vuelta de campeón, con 16 puntos (el campeón hizo 32). Ha sido espectacular y lo necesitábamos porque la primera vuelta fue realmente mala: acabamos con cuatro puntos. Somos positivos. Estamos contentos, pero con los pies en la tierra, sabiendo que no hemos llegado a entrar en esa liga por el ascenso, que nos hubiese dado la opción de no sufrir. Ahora mismo tenemos tres puntos sobre el descenso con el goalaverage ganado, pero somos conscientes de que lo que nos queda es muy difícil.

¿Se esperaba que el equipo creciese tanto en esta segunda vuelta?
Competimos todos los partidos de la primera vuelta. Partiendo de esa base, sabíamos que podíamos ganar a cualquiera. Pero luego había que ganar. Entonces, sabíamos que estábamos en todos los partidos y faltaba dar un pasito más. Sí que es cierto que la segunda vuelta no empezó nada bien a nivel de lesiones, pero el equipo dio un paso hacia adelante. Se nos juntaron tres o cuatro lesionados y los que quedaron más los juveniles que subieron lo bordaron. Ganamos varios partidos seguidos en situaciones muy difíciles. Una cosa es que algunos juveniles suban y aporten y otra que varios de ellos hayan sido los mejores en muchos partidos. Eso es la hostia.

¿En algún momento vio la situación muy complicada?
En Navidades la situación estaba negra. Llevábamos cuatro puntos y descienden siete. Ni recuerdo a cuánto estaba la salvación. Igual estaba a tres partidos. Es mucha distancia con tan solo una vuelta corta por delante. Pero seguimos confiando en el trabajo diario que se hacía. Y a la larga se ha demostrado que lo que se hacía era bueno y suficiente como para competir.

La segunda vuelta empezó mal por lesiones. Pero los disponibles y los juveniles lo bordaron: dimos un paso adelante

¿Qué espera en la segunda fase?
Un reto difícil. Nos enfrentaremos a equipos diferentes, que se van a encerrar atrás y requieren otro tipo de situaciones. Son más rocosos. Quitando la excepción de Albense, son equipos que tienden a encerrarse, duros, veteranos... El tema de la presión por el descenso es difícil. Pero nosotros llevamos con esa presión toda la temporada.

El objetivo es la salvación.
No puede ser otro. Y a poder ser, lo antes posible. Vamos a seguir peleando por algo que ya hemos peleado durante toda la temporada. Llevamos en esa dinámica toda la temporada y lo tenemos claro. Sabemos que van a ser viajes largos, partidos difíciles... hay que aprender a competir.

¿Les pesó venir de ser un equipo que peleó por el ascenso o ya desde el principio tuvieron claro que esta temporada tocaba otra cosa?
El equipo era totalmente diferente. Pero sí que es cierto que empezamos muy bien la pretemporada. Pero el brote de coronavirus que tuvimos y las primeras derrotas nos pusieron ahí. No fuimos capaces de competir lo suficientemente bien. A nivel de expectativas sabíamos que no era el del año pasado, pero también creíamos que había potencial, sobre todo de mejora. Lo que yo más he echado en falta ha sido la veteranía. Mucho.

En su primer año pelearon por no bajar. El pasado curso, por ascender. Y ahora otra vez por no bajar. ¿Es un paso atrás?
Obviamente todos sabemos lo que queremos y lo que nos gustaría. Pero creo que ha sido un paso honesto. No era el año para andar haciendo inventos. Y además hemos sufrido las bajas de tres veteranos (por evitar contagios). Con ellos podíamos haber estado entre los cuatro primeros, independientemente de que no era un equipo para ascender. Ni de coña. Pero era un año de Covid y el club tomó una decisión sabia y hemos sido consecuentes.Puede que a nivel deportivo sea un paso atrás pero a nivel de club es un paso inteligente y hacia adelante. Porque si no fuese así, igual el año que viene no hay club.

¿Es amargo ver que el proyecto crecía y ahora tuvieron que frenar?
Si se mira con perspectiva es inteligente. ¿De qué sirve avanzar si eso condiciona los próximos cuatro o cinco años del club? Pero es duro, sí. Yo estoy lejos de mi casa y tengo claro que estoy aquí para ascender. Pero hay que ser honesto: esta era la mejor decisión.

¿Por dónde pasa el futuro del Leis?
Lo primero, por salvar la categoría. Aquí pierdes dos partidos y parece que estás en la mierda y ganas dos y ya eres el puto amo. No. Hay que ser fuertes mentalmente y exigentes. Se tiene que notar que estamos entrenando mucho y muy bien. Creo que habiendo hecho este año las cosas a nivel espectacular en el sentido administrativo, el futuro del Leis tiene que generar un proyecto para intentar ascender con toda la humildad del mundo. Porque nunca podremos pagar 600 euros a los jugadores. Hay que intentar subir con un proyecto humilde y el ejemplo puede ser el de Benavente el pasado año. El suyo era un proyecto a tres años.

¿El futuro del Leis sigue ligado a Mikel?
Yo estoy muy contento en el Leis. Con una primera vuelta como la que hicimos, en cualquier otro equipo estaría en mi casa igual que el primer año. El club ha confiado y ha ido bien. Eso dice bastante de dónde estoy. Sí que es cierto que se me acaba el contrato. Es difícil porque estoy fuera de casa. Pero si el Leis quiere seguir contando conmigo y yo creo que el club está para hacer un proyecto de ascenso real, es posible la renovación. Yo tengo entre ceja y ceja llegar a Segunda y este es un gran sitio para hacerlo. Me dejan trabajar, confían en mí y ambas cosas son muy difíciles de encontrar

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