"No se puede permitir"

Un error informático privó a Anna Escribano de disputar la primera jornada con el Poio ► Burela, Majadahonda y Roldán, también afectados ►"La sensación es de impotencia", dice la jugadora
Juanjo García, presidente del Poio Pescamar y de la ACFSF. JAVIER CERVERA-MERCADILLO (ADP)
photo_camera Juanjo García, presidente del Poio Pescamar y de la ACFSF. JAVIER CERVERA-MERCADILLO (ADP)

"Súper molestos" por algo que "no se puede permitir". Así se siente el Poio Pescamar tras ver cómo un error informático de la aplicación Fénix de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) le negó a Anna Escribano la posibilidad de participar en la primera jornada de competición. El fallo se contagió a otros partidos y, al margen de al conjunto rojillo y a su jugadora, afectó al Burela Pescados Rubén, el STV Roldán o el Rayo Majadahonda.

"A nosotros sí nos aparecía en nuestra plataforma. De hecho, se puede descargar la ficha. El problema es que a los árbitros no les aparecía y, aún así, se decidió empezar el partido igual y no esperar a una posible solución. Nosotros pedimos que se añadiese a la jugadora manualmente al acta y en las observaciones se indicase que se había tenido que hacer así ante el problema informático y que se había aportado toda la documentación. Pero los árbitros consultaron al Comité y nos confirmaron que ellos no podían hacerlo. Obviamente no es su culpa. Ellos pidieron disculpas y estaban afectados, claro. Pero no fue serio", lamenta Juanjo García, presidente del Poio y de la Asociación de Clubes de Fútbol Sala Femenino (ACFSF), que el lunes emitió un comunicado lamentando "profundamente" los problemas con el sistema Fénix.

"Entre todos hemos luchado para que las jugadoras puedan ser profesionales (...) pero no se les ha permitido poder ejercer sus derechos como trabajadoras"

"Preocupa enormemente la falta de respuesta y de solución inmediata al problema que provocó que determinados clubes tuviesen que prescindir de contar con la participación de miembros", expuso la asociación, que entiende que "la mejor liga del mundo no puede permitirse este tipo de errores que condicionan de forma grave el normal desarrollo de la competición".

De hecho, la asociación se puso "a disposición de la RFEF para buscar soluciones que impidan que vuelvan a generarse situaciones como las vividas este fin de semana". Un guante que la institución federativa parece haber recogido, ya que, al menos, está previsto que este martes ofrezca una explicación a los clubes.

"El daño ya está hecho, pero lo normal es que se hubiese intentado subsanar. Entre todos hemos luchado para que las jugadoras puedan ser profesionales. Hacemos un esfuerzo pagando un salario y a la Seguridad Social, pero no se les ha permitido poder ejercer sus derechos como trabajadoras", lamenta García, que se pregunta si los responsables hubiesen tirado hacia delante "si el problema se hubiese producido en la liga masculino o incluso en la Liga Iberdrola de fútbol femenino".

"Ya había calentado y, de repente, el partido se empieza a retrasar. No salíamos y veíamos a Juanjo hablando con los árbitros. Hasta que llegó y me dijo que no podía jugar"

SORPRESA DESAGRADABLE. Por su parte, Anna Escribano reconocía este lunes su "malestar" por el mal trago del pasado sábado. "Ya había calentado y, de repente, el partido se empieza a retrasar. No salíamos y veíamos a Juanjo hablando con los árbitros. Hasta que llegó y me dijo que no podía jugar. No entendía nada", relata.

La jugadora sintió en ese momento una "impotencia" acrecentada por la presencia en la grada de su madre, desplazada desde Cataluña. "Puede fallar el programa, pero la solución no es dejar sin jugar a alguien. Han adulterado la competición", apuntó.

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