Bonilla: "Al final, puedes ganarle a cualquiera"

Javier Bonilla es uno de los pocos jugadores del Pontevedra que nunca han disputado un play-off de ascenso. Su paso por Segunda A y por el fútbol heleno lo cura de espantos: "Mi primer día en Grecia nos llovieron asientos desde la grada"
Javi Bonilla durante un entrenamiento del Pontevedra
photo_camera Javi Bonilla durante un entrenamiento del Pontevedra

Uno de los futbolistas curtidos en más batallas de la plantilla del Pontevedra es a la vez uno de los pocos novatos en las lides del play-off. Javier Bonilla afronta en la actual temporada su primera promoción de ascenso, lo que prácticamente supone una excepción en un vestuario en el que casi todos sus compañeros han peleado en las eliminatorias por el ascenso a Segunda B o Segunda A.

"Esto es nuevo", reconoce el soriano en el que es su segundo año en 'Bronce'. En el primero disputó un play-out por la permanencia con el Leioa, en el que, "por suerte, nos salvamos".

Bonilla sabe que el hecho de que el Pontevedra se meta en la fase de ascenso es un gran éxito, atendiendo al nivel del grupo I de Segunda B. "No era nuestro objetivo, ni mucho menos, pero se ha comprobado que en el fútbol no juega solo el dinero y hemos podido tumbar a equipos como el Racing de Ferrol, el Burgos o la Ponferradina, que tienen mucho más presupuesto que nosotros".

El lateral no tiene preferencias entre los posibles rivales en la primera ronda de la promoción. "Al final le puedes ganar a cualquiera y te puede ganar cualquiera".

"He jugado en campos con mucho ambiente: Riazor, El Molinón, La Romareda... Pasarón va a estar lleno. Animamos a la gente a venir"


Toledo, Alcoyano, Villanovense, Murcia o Cartagena son los hipotéticos adversarios. "Miedo, ninguno. Hemos competido contra la Cultural Leonesa y el Racing de Santander, que son, junto con el Albacete, tres de los mejores equipos de Segunda B, y les hemos podido ganar".

Aunque sea su primera vez en una promoción, Bonilla ha demostrado una tranquilidad a prueba de bombas a lo largo del curso, cada vez que tenía que lanzar un penalti. "No sé si es bueno o malo, pero no me afecta demasiado la presión. En determinados casos es una suerte. Me ha ido bien así hasta ahora".

De cara a la fase de ascenso "debemos jugar sueltos: no tenemos que tener presión ya, sino disfrutar y competir al máximo, como lo hemos hecho durante todo el año, y seguro que así podemos pasar eliminatorias".

Aunque nunca haya jugado un play-off de ascenso, el de Ágreda ha sentido como casi nadie el profesionalismo, en el Numancia y en el Aiginiakos de Grecia. "Al día de llegar al equipo, tuvimos un partido y nada más sentarnos en el banquillo nos empezaron a llover banquetas y bengalas. Por fortuna, en España eso no se ve".

Con el Numancia compitió en escenarios inmensos con grandes ambientes como El Molinón, Riazor o La Romareda "el de Zaragoza es el derbi y siempre se llena el estadio. He estado en campos con mucho ambiente. Pasarón va a estar lleno. Animamos a la gente a que venga".


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