Punto final al gran calvario de Antía Pérez por las lesiones

La jugadora acaba con dos años peleando con estos contratiempos en un mes del que guarda muy malos recuerdos
Antía escucha a Manu Cosío el pasado miércoles antes de saltar a la pista. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Antía escucha a Manu Cosío el pasado miércoles antes de saltar a la pista. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Sin palabras. Con la voz entrecortada e incrédula por lo que acaba de vivir. Está risueña como siempre pero más feliz que nunca. A Seca, 30 de septiembre. El Poio Pescamar abre su pretemporada ante Burela. Antía cerraba un ciclo tras dos operaciones y volvía a sentirse jugadora.

Todavía se frota los ojos dos veces para rememorar constantemente el encuentro. Solo era un amistoso, pero para Antía Pérez era mucho más que eso. Era el regreso a su "hábitat", donde ella se siente cómoda. Era volver a tocar el balón, ese que tuvo que ver de lejos durante los últimos once meses. Era volver a ponera prueba sus rodillas después de lo que ella denomina "un auténtico calvario".

"Fue un año muy duro que por fín después de luchar contra todo esto, volver a hacer lo que te gusta... No se explicar la sensación, no tengo ni palabras" relata la ourensana.

A pesar de ello, la rojilla se hizo valer sobre la pista y demostró que no tiene miedo a nada. "Yo te diría que no tuve miedo. Inconscientemente puede que sí que lo tenga, pero yo te diría que no" afirma al reconocer que sobre el parqué no se dejó nada en el tintero. Por su cabeza no pasaba la lesión, sino volver a disfrutar. "Supongo que inconscientemente mi cabeza diría :"¡Oye, que te acabas de romper dos rodillas, ten un poco de cuidado!", pero yo por lo menos miedo no tengo y si tengo que tirarme de cabeza me voy a tirar igual, con dos rodillas rotas o sin rodillas". Toda una declaración de intenciones la de Antía.

"Después del partido si que estuve un poco cargada con los músculos, pero las sensaciones fueron muy buenas"

No ha perdido ni un ápice de fuerza, sino que la última lesión ha servido a la ourensana para demostrar todo lo contrario. Ha cargado a tope su batería de energía y está dispuesta a vaciarla a lo largo de la temporada. Quiere recuperar el tiempo perdido y quiere hacerlo con el Poio. "Tengo la fecha de la primera competición en mi cabeza desde el día cero". Es su próximo objetivo.

Cada palabra que sale por su boca denota ilusión. El tono con el que habla es quizá el más optimista desde su llegada a Pontevedra. Del partido, de hecho, apenas recuerda con claridad situaciones concretas, puesto que su cabeza funcionaba a mil por hora. Un carrusel de emociones que finalizó, eso sí, pasándole factura físicamente. "Después del partido sí que estuve un poco cargada con los músculos, pero las sensaciones fueron muy buenas y ya puedo empezar a tope. Igual no a mi doscientos por cien, pero sí a mi cien por cien".

OCTUBRE MALDITO. Su regreso coincide con una fecha clave para la jugadora. Tras la luz de su regreso, octubre es un mes con sombras con el que Antía ya ha empezado a temblar a su llegada. Es especial y precisamente por ello, su vuelta a las pistas vale el doble. El 18 de octubre de 2018 rompió por primera vez el ligamento cruzado de su rodilla. Exactamente un año después, volvió a pasar por quirófano para poner remedio a la misma lesión, esta vez en la pierna contraria. Una fecha gafada de la que Antía no quiere oir hablar, a pesar de que al preguntarle por ello, trata de enfrentarse con humor. "El mes de octubre ya sabes que la semana del 15 me cojo vacaciones, no vaya a ser" recuerda entre risas.

"Le dije que muy bien y me dijo que para adelante y a recuperar mi nivel"

No escatima en bromas, pero por dentro sus recuerdos le llevan a una etapa dura, que quiere olvidar a toda costa. Tras dos años incompletos, Antía apuesta por que "a la tercera va la vencida" y poder disfrutar de la temporada.

Recuerda con especial sentimiento los minutos posteriores al partido del miércoles, los ánimos de sus compañeras y especialmente de su entrenador, quien se dirigió a ella para preguntarle por las sensaciones. "Le dije que muy bien y me dijo que para adelante y a recuperar mi nivel".

Ahora que todo empieza a tomar forma, el cuerpo de Antía se acelera al nombrarle la competición. Será el próximo miércoles 10 de octubre en el regreso de la Copa Xunta ante el Ourense Envialia. "Su" Ourense, como ella lo denomina. Tiene por delante la dura y brillante misión de demostrar que Antía ha vuelto, esta vez para quedarse.

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