Rafael Sánchez 'Fis': "Ahora soy el director del tiempo libre y del transporte de mis nietos"

Más conocido entre todos como 'Fis', ha dedicado su vida al deporte ► Puede decirse que ha sido el profesor de educación física de una buena parte de los jóvenes y no tan jóvenes pontevedreses

Rafael Sánchez. JAVIER CERVERA
photo_camera Rafael Sánchez. JAVIER CERVERA

PROMOTOR del deporte y enamorado de su mujer gracias a él. Después de dedicarse, durante más de 40 años, a la docencia deportiva, Rafael Sánchez Fis continúa entrenando a un equipo, pero el de sus nietos.

Cuénteme un secreto, entre su faceta de entrenador y la de docente, ¿con cuál se queda?
Uy, es muy difícil elegir una. Como profesor trabajé durante 45 años, y como entrenador ejercí unos pocos menos. Cada faceta me dio cosas distintas. Por un lado, como entrenador, los ascensos con el equipo, que son grandes momentos. Por otra, como profesor, el haber estado en clase con tantos alumnos durante tantos años... son historias y personas que siempre se recuerdan. Y algunas de ellas son conocidas hoy en día, como Rajoy, Rueda o Lores.

¿Rajoy se portaba bien en clase?
(Risas) La verdad es que sí. Siempre estuvo muy interesado en el deporte, sobre todo en el ciclismo y en el fútbol, aunque llegase en bachillerato, desde León, con un justificante médico que le impedía practicar cualquier actividad deportiva.

Después de tanta actividad durante tantos años, ¿qué hace ahora? Porque tres años dan para mucho.
Pues mira, recuerdo perfectamente cuando, en el acto de despedida que me organizaron por la jubilación, mis nietos me dieron una tarjeta que ponía: "Abuelo, no te permitimos que te jubiles. A partir de ahora serás director de nuestro tiempo libre y de transportes" (entre risas). Y a eso me dedico. Bueno, también he hecho otras cosas como el libro de Club Cisne BM 50 años de historia y varias exposiciones.

Y no me diga que tiene algo más entre manos...
Y ahora, estoy intentando, sólo intentando, hacer un libro sobre los 160 años de historia del Instituto de Pontevedra y con todas las promociones y todos los profesores que han pasado por el centro.

El deporte no sólo me ayudó a encontrar a mi costilla (su mujer), sino también 

Hace falta una gran memoria para eso, ¿no?
(Risas) No, hace falta un buen archivo y, por suerte, menos mal, tengo acceso al del Instituto.

Recuerdo cuando estuve en 1º de Bachillerato en el Sánchez Cantón, que, cuando tocaba ponerse a bailar merengue o chachachá en las clases de educación física, Fis hacía bomba de humo. ¿No se le da bien eso de mover los pies?
(Entre risas) Es que yo soy muy torpe en el baile. Entonces, hay profesores más jóvenes, que muy amablemente daban las clases por mí, mientras yo era un alumno más (risas).

¿Qué es más difícil? ¿Controlar una clase con un montón de alumnos o dirigir a un equipo de balonmano?
Para mí es completamente distinto. Aunque cuando empecé a entrenar al equipo de balonmano, la gran mayoría de los jugadores eran alumnos míos del centro. Entonces, por una parte había un trato alumno-profesor con ellos y, por otro, otro más de amistad y compañerismo.

Y bueno, en varias ocasiones, dijo que fue entrenador de su mujer, ¿fue así cómo se conocieron?
Sí, es una historia bastante simpática. Me pidieron que entrenase a algún equipo femenino del instituto y así fue cómo la conocí.

Entre las jugadoras estaba ella..., qué bonito...
Entre ellas estaba la que hoy es mi mujer.

¿Consiguió sorprenderla aquel día en el pabellón cuando lanzó una bola a canasta de espaldas y con éxito?
(Entre risas) Aaah esa historia. Sí, siendo ya novios, o casi novios, en el final de un entrenamiento, ella estaba en la grada y yo les dije a mis compañeros "mirad lo que voy a hacer", y desde una esquina del pabellón, cogí un balón y lo tiré con fuerza, con la suerte de que entró en la canasta opuesta, que estaba a 30 metros. Sólo pasa una vez en la vida y pasó (risas).

Era todo un galán...
Y la sorprendí (risas).

¿Volvió a intentarlo después?
(Risas) No, ya no volví a intentarlo, por si acaso. Ya había quedado bien y no quise estropearlo.

¿Era un ligón de aquella o su mujer fue un caso especial?
(Entre risas) No, no, no. Yo era bastante tímido. Pero, al final, el deporte hizo que conociese a la que ahora es mi mujer.

Además de Fis, ¿conoce algún otro mote de parte de los alumnos hacia usted?
Creo que no, pero lo de Fis fue muy simpático. En mi familia a Rafael, lo llamaban Fabelo, y de intentar decirlo mis hermanos pequeños y no conseguir hacerlo bien, quedó en Fis. Y así hasta ahora (risas).

Aunque prácticamente toda Pontevedra sepa quién es, no le gusta que lo tengan como parte de la historia de la ciudad...
(Risas) No, bueno, porque me hace un poco viejo de más.


LA TARJETA
Rafael Sánchez Agustino, más conocido entre todos como Fis, ha dedicado su vida al deporte. Puede decirse que ha sido el profesor de educación física de una buena parte de los jóvenes y no tan jóvenes pontevedreses, a pesar de su poca destreza con el baile. Aunque bastante tímido en sus tiempos mozos, logró sorprender a una joven gracias a sus dotes con el balón. Hoy en día, esa joven es su esposa.

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