El Pontevedra CF de Juan Señor quiso sorprender en Cerro del Espino y acabó siendo sorprendido por un Rayo Majadahonda más eficaz en ataque y que supo aprovechar los errores de los granates. El conjunto lerezano dominó en juego, sobre todo en una primera mitad en la que asoló por completo a los majariegos, pero en la que también perdonó en ataque. Y las debilidades en las áreas volvieron a condenar a los de Señor. Porque lo que le faltó en la finalización al Pontevedra lo encontró un Rayo Majadahonda que supo aprovechar con maestría dos claros errores de la defensa granate que acabaron condenando a los lerezanos a perder, dos jornadas después, quedándose así a cinco puntos de la permanencia. Además, el conjunto que dirige Juan Señor pierde a Cacharrón para el próximo duelo, ya que el arquero fue expulsado en el tramo final por protestar el segundo tanto local.
Asoló el área rival, dominó casi de principio a fin el juego y se convirtió en una auténtica tormenta para el Rayo Majadahonda. Pero la superioridad sobre el terreno de juego no fue suficiente y el Pontevedra se fue con el marcador en contra a vestuarios. La primera ocasión de peligro del partido fue para los locales. Javi Ros por banda derecha cedió a Néstor, que se dio la vuelta y remató fuera un balón que pegó en David Rodríguez. Pero apenas habían pasados unos minutos cuando los granates reaccionaron a través de una buena acción de Charles. Y entonces comenzó el monólogo.
Y es que pese a que el primer tiempo apenas dejó jugadas claras de peligro, el dominio fue total y absoluto del Pontevedra en la primera media hora de juego. Con presión alta, pero sin dejar de ser solventes en defensa con una buena actuación de David Soto y sobre todo Churre, los lerezanos marcaron el ritmo y el guion del partido.
La principal oposición del Pontevedra fue un Ofoli providencial en defensa. El ghanés despejó las ocasiones más claras del primer tiempo para los de Señor. Y la mayoría de ellas fueron obra de un Álex González que, otra vez protagonista en ataque, buscó el gol directa e indirectamente desde la banda izquierda. Precisamente al capitán granate le hicieron una falta que bastó para que Miguel Román sirviera el cuero al corazón del área, pero Casado acertó a despejar.
Transcurridos diez minutos de juego, Nando por la banda izquierda concedió el balón a Alayeto, que retrasó para Héctor. Éste puso un centro al que David Rodríguez consiguió llegar, pero una vez más un gran Churre despejó una de las jugadas de más peligro de los de Santaelena. No dio tiempo de recuperación el Pontevedra a la escuadra majariega. Así, Brais tocó para Borja Domínguez, que abrió a banda derecha para un Seoane activo en ataque. El lateral se giró para cedérsela a Rubio, pero ni Charles ni Brais llegaron al centro. Alcanzado el cuarto de hora llegó una de las ocasiones más claras para los granates. Bastos centró con la zurda al segundo palo y Brais Abelenda cabeceó el balón para Álex González, cuyo remate con la zurda se fue lamiendo el palo izquierdo de la portería defendida por Lucho.
El Pontevedra, además de dominar el juego, consiguió empezar a ser protagonista de las acciones de mayor peligro. Pero cerca de la media hora de partido el Rayo Majadahonda se propuso pasar a la acción con buenas internadas de Iván Rodríguez por la banda derecha. En el minuto 26, Mario filtró un pase que Soto no acertó a despejar y David Rodríguez cayó justo delante de un Cacharrón que atrapó el esférico.
Pese a que las ocasiones de peligro comenzaron a igualarse, el Pontevedra siguió llevando el peso del partido. Todas las acciones ofensivas de los majariegos llegaban a través de transiciones rápidas al contraataque. El Rayo, superado en dominio, no desistió. Así, superada la media hora de juego el Pontevedra comenzó a perder el hilo del partido. Al filo del descanso, Néstor anotó un gran gol desde la frontal del área, libre de marca, a pase de Javi Ros. Cacharrón no pudo hacer nada y el Pontevedra recibió un excesivo castigo para un primer tiempo en el que dominó prácticamente de principio a fin, pero en el que perdonó y acabó pagando su error defensivo. Hasta el paso por vestuarios, el Rayo se hizo con el esférico.
Igualada, inconsistencia y sentencia
Obligado a reaccionar en la segunda mitad, Juan Señor decidió mantener a los mismos once jugadores sobre el terreno de juego tras el paso por vestuarios. Pero los errores defensivos volvieron a poner sobre aviso al Pontevedra. Cuando apenas habían transcurrido cinco minutos del segundo tiempo, Casado dejó un balón para Nando dentro del área, que se la cedió a un Alayeto totalmente libre de marca y que perdonó el 2-0 ante Cacharrón mandando el esférico por encima del larguero.
Con la ventaja en el marcador, la escuadra majariega saltó al terreno de juego con mayor confianza y consiguió neutralizar a un Pontevedra que en el primer cuarto de hora no logró acercarse a su versión del primer tiempo. De nuevo Iván Rodríguez por banda derecha generó ocasiones de peligro. Peor el Pontevedra no tiró la toalla y el premio llegó cuando aún no se había cumplido el minuto 60 de juego.
Cuando más superior estaba siendo el Rayo Majadahonda, Soto pilló desprevenida a la defensa local y anotó el empate para los granates. Un balón botado con astucia y rapidez desde la esquina de córner que se prolongó hasta el segundo palo donde el central granate acertó a llegar, en una posición muy protestada por los madrileños, para rematar libre de marca ante Lucho, que no pudo hacer nada. Tablas en el marcador y un gol que fue revitalizante para el Pontevedra.
No habían transcurrido cinco minutos cuando Borja Domínguez avisó a los locales con un disparo desde el borde del área con la zurda, que rebotó en un jugador majariego y Lucho acertó a despejar con una mano providencial. Volvió a avisar el Pontevedra unos minutos después con una buena recuperación de Rubio, que se la cedió a Brais y puso el centro raso al que no llegó ningún granate.
Segundo tiempo más igualado, con un Rayo Majadahonda que trató de aumentar la presión, pero los lerezanos fueron recuperando con el paso de los minutos la esencia de la primera mitad. Apostó Juan Señor por refrescar el ataque granate retirando a Charles para dar a entrada a Rufo. Precisamente el madrileño, con apenas unos minutos sobre el 'verde', controló el esférico para ponerle el balón a un Brais Abelenda que lo puso raso al segundo palo pero Rubio no acertó a concretar.
El Pontevedra volvió a hacerse grande en el medio del campo para apenas dejar percutir al Rayo Majadahonda. Miguel Román y Borja Domínguez diseñaron un plan con el que guiaron al equipo desde la medular. Pudo adelantarse el Rayo Majadahonda a seis minutos del final con un cabezazo de Mario a centro de Néstor que se fue directo al travesaño. Siguió buscando los tres puntos el Pontevedra, pero el conjunto majariego consiguió crear peligro especialmente en el contraataque.
Y David Rodríguez no perdonó. Mestanza cedió de cabeza para David Rodríguez que pudo rematar sin oposición porque la defensa del Pontevedra dejó totalmente liberado al delantero de Talavera de la Reina. Salió Cacharrón, pero no pudo hacer frente al delantero majariego que puso el 2-1 en el marcador. Un gol muy protestado por los futbolistas del Pontevedra, que pidieron fuera de juego al colegiado andaluz.
De nuevo le tocó remar a contracorriente a los granates en los cinco minutos de descuento y con uno menos tras la expulsión de Cacharrón por protestar tras el gol de David Rodríguez. Entró Álvaro Cortés en lugar de Seoane. Con diez y el marcador en contra, el Pontevedra fue incapaz de arañar al menos un punto en el Cerro del Espino. La fragilidad en las áreas, con graves errores defensivos y falta de contundencia en ataque, volvieron a condenar a un conjunto granate que sigue como penúltimo clasificado, a cinco de la permanencia, y que pierde a Cacharrón para el próximo enfrentamiento liguero ante el Córdoba en Pasarón.