"Debutar con 18 años en Asobal no le pasa a todo el mundo y, a parte, hacerlo frente al Barça es increíble". Estas fueron las palabras que Mateo Arias, que por aquel entonces tenía 18 años, pronunció la tarde del 31 de octubre sobre la pista del Pabellón Municipal de Pontevedra después de disputar sus primeros minutos con el Cisne en la máxima categoría del balonmano español.
Su primer rival en la élite fue un intratable Fútbol Club Barcelona, el eterno libre, y el recuerdo de aquella tarde todavía pervive en su memoria. El próximo domingo, poco más de dos años después, el extremo blanco volverá a verse las caras con el primer equipo ante el que se enfrentó. Pero esta vez no lo hará como un debutante, si no como un hombre fuerte del vestuario blanco –pese a su juventud– y perfectamente asentado en un equipo que aquella tarde del 31 de octubre de 2020 no se esperaba que tan solo dos años después volvería a recibir a los azulgranas en su casa.
"Fue un partido muy especial. Llevaba en la dinámica del primer equipo unos meses y debutar siempre es bonito y más hacerlo contra el Barça, en casa y con la afición aunque el covid todavía estaba muy presente y solo podía haber 100 aficionados en el pabellón", recuerda un Mateo Arias que asegura que "en ese momento era casi impensable, tanto en la parte personal como en la del club, estar tan pronto en Asobal otra vez".
"Ese año luchábamos para mantenernos, pero si descendíamos no podíamos pensar estar tan pronto otra vez en la máxima categoría. Eso es algo muy meritorio y hay que felicitar a todas las partes del club, ya que esto no es un trabajo solo de los jugadores. Es de todo", subraya el extremo blanco que a nivel personal tampoco se esperaba que su evolución le llevase hasta donde está en la actualidad.
"Era mi primer año de sénior e intentaba tener los máximos minutos para poder tener una situación como en la estoy ahora", afirma Mateo Arias
"La evolución que he tenido considero que ha sido muy buena. En aquel momento no podía pensar que tan rápido iba a formar parte del primer equipo y mantenerme", explica el pontevedrés que subraya que "era mi primer año de sénior, venía de juveniles y estaba jugando en el filial. Intentaba tener los máximos minutos posibles para poder tener una situación como en la que estoy ahora mismo. Estoy muy contento en ese sentido".
EJEMPLO PARA OTROS
Pese a que se ha asentado en el primer equipo y es un hombre fijo en los planes de Javier Márquez, como antes lo fue para Jabato, Mateo Arias todavía tiene 20 años. Sin embargo el joven pontevedrés es un ejemplo para otros y, de la misma manera que él, hay compañeros que vivirán el duelo del próximo domingo con mucha ilusión.
"Si me hace ilusión a mí jugador contra el Barça, imagínate a ellos", afirma el extremo cisneísta sobre compañeros como Carlos Ocaña, André de Moura o Diego López, entre otros, los cuales "van a jugar por primera vez contra ellos e, incluso, puede ser la primera vez que los ven en persona, después de verlos siempre por la televisión". Arias considera que eso "tiene que ser un privilegio para ellos" y tiene claro que "desde aquí lo único que les digo es que disfruten al máximo de esta experiencia ya que al final nunca sabes cuando se puede repetir. Que disfruten y que intenten darlo todo".
Darlo todo en un encuentro especial pese a que la situación del equipo no es la mejor en cuanto a los resultados cosechados en las últimas semanas. "Te mentiría si te dijese que estamos en una buena dinámica. No es así, los resultados son los que son". Pese a eso el jugador del Cisne afirma sin titubear que "seguimos trabajando día a día para intentar solventar estos malos resultados". Y es por ello que está convencido "de que un buen partido que nos salga y una victoria que consigamos, va a ser clave para sobreponernos y los resultados llegarán. No tengo duda".
Mateo Arias revive su debut en la Liga Asobal, lo hace siendo un jugador importante tan solo dos años después de disputar sus primeros minutos con la camiseta blanca y con la ilusión, que no esconde, de poder volver a disputar un encuentro ante el Barcelona en casa, donde comenzó su andadura en la élite.
