Regreso a toda velocidad

Quique Domínguez retorna a Pontevedra al frente de un Anaitasuna que promete un partido de ritmo elevado para medirse al Cisne en el primer partido tras el largo parón de Asobal
Quique Domínguez en su anterior visita a Pontevedra al frente del Anaitasuna. RAFA FARIÑA
photo_camera Quique Domínguez en su anterior visita a Pontevedra al frente del Anaitasuna. RAFA FARIÑA

Dos equipos que comenzaron bien la temporada, que vivieron una fase central de la primera vuelta de juego y resultados irregular, que se han rehecho antes del parón invernal, que son víctimas habituales de las lesiones y que juegan a toda velocidad. Esas son, básicamente, las similitudes entre el Club Cisne y el Helvetia Anaitasuna, rival que visita este sábado el Pavillón Municipal dos Deportes de Pontevedra (17:00 horas).

Son dos conjuntos a los que les gusta la velocidad y la intensidad. El Cisne por ADN: su talla y las virtudes de sus jugadores lo han conducido tradicionalmente a ello; el Anaitasuna, por autor. Quique Domínguez regresará a Pontevedra, acompañado por otro viejo conocido de la afición lerezana, el veterano arquero internacional argentino y exteucrista Juan Manuel Bar.

El preparador del bloque navarro no oculta la realidad de su escuadra, de sobra conocida por aficionados y adversarios. "Por nuestra parte, el partido pasa por un ritmo alto y un buen rendimiento defensivo, como hicimos en los dos últimos partidos contra Logroño y Benidorm. El trabajo defensivo nos permitió correr e ir por delante en el marcador durante muchos minutos. No vamos a cambiar eso. Intentaremos seguir con velocidad, lo que nos hará ir a marcadores altos, pero complicando la labor a los rivales con un buen nivel atrás", comentó el técnico en declaraciones para Onda Cero Navarra.

Las cifras ofensivas de Cisne y Anaitasuna no son brillantes, sin embargo, por diversos motivos. En el caso del Anaitasuna, el técnico pontevedrés admite que ha faltado continuidad no solo en resultados, sino también en el juego. Ello ha impedido al bloque estar más arriba en la tabla en este momento del curso, ya que algunos puntos se han escapado en el tramo final de los partidos debido a esa falta de consistencia en el rendimiento.

"Hemos tenido rachas, tanto en resultados como en juego. Incluso dentro de los partidos las hemos vivido. Se nos escaparon puntos en los finales de los partidos. Uno de nuestros objetivos será el ser más regulares", aclaró el técnico, mentalizado en mejorar en ese aspecto.

El caso es que el Anaitasuna comenzó la campaña ofreciendo un elevado nivel, con cinco puntos en los primeros tres enfrentamientos, incluidos los dos del debut frente al propio Cisne (32-29).

Pero después de ese arranque, enlazó nueve partidos sin ganar. De ellos, un solo empate y cinco derrotas por uno o dos goles: demasiados finales igualados en los que salió damnificado. Los tres últimos duelos permitieron a los de Domínguez resolver la papeleta y poner tierra de por medio con el peligroso descenso. Han enlazado tres triunfos en otros tantos duelos que los ha enviado al parón invernal en media tabla, con 14 puntos, siete más que el Cisne, penúltimo con siete.

"El parón nos llegó en un momento en el que estábamos bien, tanto en juego como en resultados. En ese sentido no nos vino bien. Hay que retomar el nivel que teníamos, que seguro que en este partido no será el mismo, pero ojalá nos vaya llegando pronto".

En situación similar está Javier Márquez, que había conseguido tener una creciente calidad de entrenamientos en las últimas semanas de la primera vuelta, al ritmo que los lesionados se iban recuperando.

Tanto el preparador manchego del Cisne como el técnico pontevedrés del Anaitasuna tendrán que volver a poner en marcha la maquinaria para alcanzar la velocidad de crucero, después de ocho semanas sin competición.

En el caso del cuadro lerezano, con las bajas de Cavalcanti, De Moura y Calvo y la seria duda de Pombo, pero con el debut del pivote Calin Dedu y el primera línea Daniel Serrano.

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