Rey Fierro retorna al Pontevedra

José Antonio Rey Fierro volverá a ser el delegado del primer equipo del Pontevedra C.F. El exárbitro leonés retorna a su cargo un año después de haber sido despedido por la sociedad granate. Una llamada del actual presidente pontevedrés, Mauricio Rodríguez (''me habló con toda la corrección del mundo'') y la petición de Milo Abelleira han permitido que Fierro pueda recuperar la función por la que ha sido conocido y reconocido en la última década.

''Me dijeron que necesitaban delegado y me preguntaron si había algún inconveniente para que yo regresase. Le dije a esta nueva directiva que, en el momento en que cumpliesen con los compromisos económicos adquiridos conmigo, iba a colaborar con el Pontevedra, porque es un club al que quiero. Les expliqué que los domingos me tenían a su disposición para lo que necesitasen: para la puerta, como voluntario...''.

En las pasadas fechas, el PCF SAD pagó a Fierro las cantidades que le debía por su despido y el domingo ejercerá como delegado de campo y equipo, en el partido contra el Ourense. Allí volverá a verse las caras con un viejo amigo. ''Me explicaron que a Milo le gustaría mucho que fuese delegado. Yo ya estuve con él en la época de Gerardo Lorenzo''.

El excolegiado hará de delegado de campo en Pasarón y de equipo cuando el Pontevedra juegue fuera de casa. Lo hará sin cobrar pero a cambio pide una cosa: ''voy a aportar todo lo que sé. Pero también exijo un poco de respeto. De la misma manera que no cobro, si alguien me falta al respeto o pierde la confianza en mí, me voy por donde vine y no pasa nada''.

Su argumento tiene una razón de ser: sus últimos meses, a las órdenes de Fran Crujeiras, fueron un calvario. ''Pasé muy malos y muy buenos momentos en el Pontevedra. Pero los malos te dejan más marcado'', admite.

Once años

El exárbitro leonés abre una nueva etapa, después de un paréntesis que llegó tras once años consecutivos de actividad. ''Con estas personas no llegué a estar. Va a hacer un año que me despidieron y ellos entraron en enero, por lo que no llegamos a coincidir. Les voy a dar un voto de confianza, y espero que ellos me lo den a mí también. Si creen que mi manera de trabajar no es la correcta, me lo pueden decir y me marcho'', insiste, recordando que no quiere convertirse en una molestia para la institución.

Fierro quiere dejar patente una cosa, que no regresa para tener un salario. De hecho, no percibirá ni un céntimo. ''Es una función que asumiré desinteresadamente, no por dinero, sino porque me lo pidió el Pontevedra. Tengo otra vida laboral y soy muy feliz en ella. Que quede claro que no soy empleado del Pontevedra y no quiero volver a serlo'', manifiesta.

Antes de volver a empezar, el delegado granate quiso agradecer a los seguidores del PCF su apoyo. ''Muchísimos aficionados me han apoyado muchísimo durante estos últimos meses''.


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