Galicia se bañó en oro en el cierre del Campeonato de Europa de Maratón. Bueno, más bien dio paladas de oro en el magnífico broche de la cita continental. La pareja de canoístas Tono Campos y José Manuel Sánchez, y la pareja de kayakistas configurada por Iván Alonso y Diego Piña son los nuevos campeones continentales en dos emocionantes pruebas. Hubo doblete para España, porque en el C-2, Óscar Graña y Ramón Ferro fueron segundos, y el dueto Luis Pérez y Miguel Llorens también fueron plata en kayak. Todo un cierre magistral para las intensas seis jornadas del Europeo sobre el río Lérez, en los que la armada gallega dejó buen sabor de boca.
La prueba reina era la de canoa, que comenzó a las 13.05 horas. Los españoles tenían claro que su principal rival iban a ser los húngaros Kover y Docze. Por eso, bajo un sol de justicia y con el viento de costado, las dos embarcaciones se sumaron a la táctica de salir fuerte e intentar desbancar a los magiares. Lo consiguieron desde la segunda vuelta cuando el mano a mano español se hizo patente sobre el agua, y los húngaros ya perdían 47 segundos. Como funcionaba bien irse a, margen izquierdo del río para evitar las corrientes, los dos equipos españoles se marcharon con relativa facilidad de los centroeuropeos.
El último porteo fue definitivo para que el grovense y el de Oleiros se fueran del pontevedrés y del de A Illa de Arousa
En el segundo porteo la diferencia era de 50 segundos, con Tono y Sánchez subiendo primero a la rampa, pero seguidos de cerca por Graña y Ferro. Ya parecía claro que ambos se iban a jugar el oro y la plata, y los húngaros resignados al bronce, y a no poder inquietar a los españoles.
El destino marcaba que iba a ver más de una hora de prueba con el tira y afloja entre las dos parejas gallegas, y que iban a decidir el oro y la plata en los metros finales sobre el río Lérez.
En el tercer porteo la ventaja sobre los húngaros era de 55 segundos y en el cuarto, de 1 minuto y 16 segundos. La media de cada una de las siete vueltas dadas al circuito era de entre 13 y 14 minutos. Ambos mantuvieron un codo a codo frenético y sin desmayo. Parecía que Tono Campos y José Manuel Sánchez andaban más ligeros a la hora de portar la canoa pero Óscar Graña y Ramón Ferro no permitían distancias sobre el río. Hasta que llegó el sexto porteo. Ambas embarcaciones entraron a la par, pero ahí el grovense y el de Oleiros aceleraron el ritmo a pie, y Óscar Graña y Ferro no encontraron el ritmo deseado.
DECISIVO. Fueron unos cinco o seis segundos vitales, que fueron de oro, porque en cuanto se metieron en las aguas del río Lérez le sacaron aún más ventaja a Óscar Graña y a Ramón Ferro. Fue definitivo. Así hicieron los últimos cien metros con solvencia. Tono Campos y José Manuel Sánchez triunfaron y el pontevedrés y el isleño entraron a 32 segundos pero lo festejaron como nunca, especialmente Óscar Graña, que a sus 39 años, ya suma un excelente curriculum en esta especialidad deportiva del piragüismo: tres títulos europeos y ahora acaba de encadenar dos subcampeonatos (2015 y 2106). Pero si hay alguien que ganó en todo esto fue el piragüismo y quedó demostrado que Galicia tiene mucho que decir, no solo en la pista, sino también en esta especialidad de Maratón.
En la prueba de K-2 también hubo gran alegría, porque la pareja configurada por los tudenses Iván Alonso y Diego Piña fueron los campeones superando, en este caso, por 13 segundos a la pareja Luis Pérez-Miguel Llorens. Diego Piña se convirtió en un perfecto aliado de Iván Alonso, que el sábado había sufrido la decepción de ser cuarto en K-1. Ambos tenían aprendida la lección. No se dejaron sorprender en la salida y pronto comenzaron a mostrar su poderío. Imprimieron un fuerte ritmo hasta el segundo porteo. Los daneses Petersen y Morche se quedaron y el duelo ya era completamente español, como había sucedió con el C-2. El último porteo fue definitivo.
Dominio aplastante de Hungría en la prueba de K-2 en la que Nuria Villace y Estefanía Fernández fueron quintas clasificadas
K-2 FEMENINO. En la tercera prueba de la jornada, la de K-2 femenina, el dominio fue incontestable de las húngaras Csay/Bara, que en el segundo porteo, ya le quitaban más de un minuto a las embarcaciones de Italia, Gran Bretaña y República Checa, mientras la gran esperanza española formada por Nuria Villace y Estefanía Fernández se afanaron por conectar con ese anterior grupo pero no pudieron. En el penúltimo porteo se pusieron a menos de 50 segundos del grupo que lucharía por la plata y por el bronce, pero no hubo forma de recortar y se conformaron con una meritoria quinta plaza.
