29-21. Rodillo del Cisne Los Sauces hacia la final

Derrota con claridad al Xiria en las semifinales y se medirá al Luceros, que llega al partido decisivo tras una prórroga
Quique Domínguez lanzando a portería durante el encuentro de ayer. DAVID FREIRE
photo_camera Quique Domínguez lanzando a portería durante el encuentro. DAVID FREIRE
FICHA TÉCNICA
29.- Cisne Los Sauces: Cerqueiro, Carlos Álvarez (9, 1p), Eduardo Costa, Román Arboleya (6), Dani Virulegio (5), André De Moura (7), Diego López (1) -siete inicial- Rafael Logroño (p.s.), Quique Domínguez (1), Javier Sierra (1), Miguel Pérez, Martín Santos, Mario González. 
21.- Xiria: Pallas, Aarón Rodríguez (3), Puñal (2), Antelo (2), Dani Mallo (6, 4p), Fuentes (1), Cancela (7) -siete inicial- Calviño (p.s.), Julián García, Varela, Fajardo, Fernando Mallo y Esmorís.
Marcador cada cinco minutos: 2-2, 5-3, 9-4, 13-5, 13-6, 14-8; descanso; 18-11, 22-12, 24-16, 25-17, 27-19, 29-21
Árbitros: Barreiro Suárez y García Fernández. Excluyeron con dos minutos a los locales Carlos Álvarez, Dani Virulegio y Miguel Pérez y a los visitantes Dani Mallo, Varela y Fajardo (2).
Incidencias: Partido correspondiente a la segunda semifinal de la fase final del Campeonato Galego juvenil disputado en el Pabellón Municipal de Pontevedra ante unos 500 espectadores.

El Cisne Colegio Los Sauces pasó el rodillo en la segunda semifinal de la fase por el título autonómico y se jugará el cetro gallego contra el Luceros de Cangas.

El conjunto dirigido por Víctor Castro exhibió músculo y talento ante un voluntarioso Xiria de Carballo (29-21), al que manejó como una marioneta hasta llevar el marcador final al concluyente 29-21.

El cuadro pontevedrés tardó cinco minutos en romper el equilibrio obtenido por su rival, un conjunto bien organizado, bien dirigido, pero con menos envergadura, potencia y explosividad que el bloque cisneísta.

Del 3-3 inicial del minuto 7 se pasó a un 12-4 en el 19. Un 9-1 de parcial fácilmente entendible por la fisonomía de ambas escuadras. Con Virulegio de mariscal en el centro de la defensa lerezana, bien secundado por los centímetros de Arboleya y la agilidad y agresividad de De Moura y Carlos Álvarez, el acceso a zona de lanzamiento por parte de los visitantes quedó tapiada. En cuanto las vías de comunicación con el pivote fueron clausuradas, el Xiria se tornó inofensivo.

A ello hubo que unir una serie de exclusiones visitantes, justificadas en la incapacidad de frenar la movilidad y exhuberancia de la primera línea cisneísta.

Entre la potencia en penetración de Carlos y De Moura y la facilidad de Arboleya desde los nueve metros, los locales fueron abriendo brecha ante un rival que tenía dificultades en ambos lados de la cancha y al que solo su solidaridad y algunas buenas apariciones de Pallas bajo palos daban vida.

El acierto posicional del Cisne Los Sauces encontró como guarnición la velocidad al contraataque. El Xiria, maniatado, halló un claro en el bosque cisneísta para contener su desventaja y plantarse en el descanso con una desventaja de seis goles (14-8).

La contracción del marcador llegó hasta los cinco goles (15-10). Y ahí se acabó el partido, porque De Moura se puso serio en ataque. El central portugués desplegó todo su talento y su rabia para encontrar la puerta rival en cuatro acciones consecutivas que hicieron saltar el marcador por los aires (20-11, minuto 37).

Con las cartas boca arriba, sabiendo cada uno de los contendientes el rol que le había tocado en el duelo, el encuentro avanzó hasta el final 29-21.

El Cisne Los Sauces se medirá al Luceros en la final. Los cangueses se metieron con máximo suspense, tras batir 39-38 al Carballal. Necesitaron de un siete metros en la última acción de la prórroga. El lanzamiento de Gallego fue repelido por el portero, pero el balón se envenenó tras la parada y se metió en la portería viguesa.

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