Un salto con incertidumbre

El Pontevedra ya conoce a 33 de sus 39 acompañantes en Primera RFEF, pero todavía falta para saber cómo será la distribución por grupos ►La categoría ha nacido con líos constantes: impagos, recursos por alineaciones indebidas, 'disidencia' de varios y polémica con los play-off
Equipos de Primera RFEF. XURXO G.G.
photo_camera Equipos de Primera RFEF. XURXO G.G.

El Pontevedra Club de Fútbol sabe desde hace prácticamente tres semanas que su futuro pasa el próximo curso por la Primera RFEF. Pero tras un primer curso que ha servido para ponerla en marcha, la categoría todavía guarda muchas incertidumbres para el PCF. Y es que aunque el conjunto granate ya conoce desde el pasado fin de semana a 33 de sus 39 compañeros de viaje en el tercer escalón del balompié nacional, las incógnitas y los problemas en torno a esta liga profesionalizada no son pocas.

Por un lado, la más evidente pasa por la distribución de los grupos. Una variable que no se despejará hasta la segunda mitad del mes que hoy empieza. Y es que es necesario que finalicen los play-off de ascenso, que comienzan este fin de semana y rematan el 12 de junio, para conocer a los dos equipos que ascienden junto al Racing de Santander y al Andorra a Segunda División. Y, por ende, a los seis que se quedan en Primera RFEF. Ocho equipos, cuatro por grupo, compiten en Galicia por los dos puestos de ascenso a la categoría de plata.

Del resultado de esta fase de ascenso estará muy pendiente el PCF, que tiene a dos vecinos en la lucha por subir. No será lo mismo para el conjunto pontevedrés saber que compartirá categoría con el Deportivo y el Racing de Ferrol que hacerlo solo con uno de ellos o con ninguno. Ni por previsión de ingresos de taquilla en esos encuentros, ni por gastos de desplazamiento.

Reparto actual de los grupos de Primera RFEF
Reparto 'actual'

Y es que precisamente el costo de los viajes y su incomodidad será un factor a tener en cuenta. A día de hoy, el PCF solo tiene garantizado un partido a domicilio inferior a las ocho horas, entre la ida y la vuelta: Vigo. De no subir el Deportivo ni el Racing, serían tres. Pero no más. Y es que su desplazamiento más cercano más allá de las fronteras gallegas sería León (unos 375 kilómetros). Luego estaría Salamanca (sobre 440). Y a partir de ahí, Madrid (620) o Bilbao (640) .

Se prevén, por tanto, viajes largos al no contar en la próxima categoría ni con asturianos, ni con cántabros y con apenas dos castellanos y leoneses occidentales. Pero todo dependerá de la citada distribución de los grupos. A día de hoy, resulta imposible vaticinar cómo se llevará a cabo esta subdivisión. Pero los números para mantener el criterio que se siguió el pasado curso, con un reparto este-oeste (salvo los andaluces, que cayeron al Grupo 2) y los equipos madrileños como posible bisagra. Así sucedió en el primer año de la Primera RFEF, con el DUX Inter y el Sanse en el Grupo 1 y el Real Madrid Castilla en el 2.

A RESOLVER. Más allá de la cuestión de reparto geográfico, la Primera RFEF tendrá que resolver problemas mucho mayores de cara a su segundo curso de vida. Y es que la tierra prometida por la Federación Española no ha sido tal. El organismo dirigido por Luis Rubiales auspició en plena pandemia y aprovechando su sistema de ascensos pero no descensos una reestructuración del fútbol no profesional con el objetivo de acercar a la élite la tercera categoría. Deportivamente la división de bronce ha ganado, al pasar de los 80 equipos de la vieja Segunda B a los 40 de esta Primera RFEF. Pero el dinero previsto no ha llegado. En parte, porque los derechos televisivos se vendieron por una cantidad (8,3 millones por tres temporadas) inferior a la prevista. Incluso ha habido problemas entre Fuchs Sports, propietaria del paquete, y Footters, encargado de la emisión.

Esta incertidumbre económica ha ayudado a la desaparición del Extremadura UD (al que se le permitió competir pese al teórico control financiero) y a que se produzcan impagos en clubes como el Tudelano o el Badajoz. Y también ha provocado la asociación de disidentes con el objetivo de "defender los intereses de los clubes no profesionales". De mantener dicha asociación, la RFEF ya ha amenazado a estos cinco clubes (Linares, Linense, DUX, Sanse y Rayo) con dejarlos fuera de la competición. Una competición que ha tenido que lidiar con recursos por alineaciones indebidas, uno de ellos todavía pendiente y que puede afectar a un play-off cuya sede fija en Galicia y su adjudicación de estadios es el último elemento encargado de levantar polvareda.

Comentarios