PONTEVEDRA. El Pontevedra dio una lección de supervivencia en Cangas y se llevó los tres puntos del derbi provincial. El equipo granate pagó los esfuerzos de la semana y del invierno y sufrió la ausencia de media docena de jugadores, pero fue capaz de salvar el triunfo frente al Alondras.
(Vídeo gentileza de PontevedraTV)
Los cangueses dominaron la segunda mitad, dispusieron de alguna buena ocasión para empatar el choque y metieron al Pontevedra en su área, pero volvieron a echar de menos la puntería que les ha faltado en muchos momentos de la temporada y que les ha impedido estar más arriba.
El enfrentamiento sirve para poner de relieve el buen trabajo realizado por la habitual pareja de centrales del filial, formada por Cristóbal Domínguez y Yago Vázquez, que ayer alcanzó su mayoría de edad con una partido sobrio, pleno de concentración e intensidad en el que además el redondelano, más acostumbrado a estos menesteres, dejó sello de esporádicos destellos de calidad en la salida del esférico.
Eso sucedió, sobre todo, en la primera parte, en la que el bloque lerezano no se mostró tan cansado ni afligido como en la segunda, en la que le habría hecho buena falta renovar sus glóbulos rojos.
El cuadro pontevedrés entró con ganas en el terreno de juego, discutió al Alondras la iniciativa del encuentro, la tuvo en muchas fases del juego y acabó adelantándose en el marcador, fruto, seguramente, de una desgracia. El destino es macabro. El canterano Collazo debutaba en el centro del campo como apoyo a Iago Paz, pero a los 15 minutos se encontraba postrado en el suelo, con un problema muscular tras una acción desafortunada.
