García-Alén se va, pero se queda

Carlos García-Alén deja la presidencia del Condes de Albarei Teucro, pero no abandonará el club. Es decir: se va, pero se queda. El todavía máximo dirigente de la entidad teucrista explicó este miércoles que su renuncia, filtrada la semana pasada, corresponde a una decisión personal por "motivos familiares de conciliación". La renuncia será efectiva el próximo 30 de octubre, coincidiendo con la asamblea general. La actual directiva seguirá gestionando el club como comisión gestora hasta las elecciones, que tendrán que celebrarse previsiblemente en diciembre. Si no hay candidatos, la misma junta será la encargada de continuar al frente de la entidad.

"El tiempo es un bien escaso y, con todo el dolor de mi corazón, no puedo dedicarle al Teucro el que debería", comenzó el presidente a explicar los porqués de su dimisión. "Mi intención no era anunciar mi marcha hasta poco antes de la asamblea, pero lo hago ya porque la noticia se conoció hace unos días", señaló. García-Alén manifestó que cree que no se ha "enfocado bien" su dimisión: "No me voy del Teucro, no desaparezco. Solo dejo de ocuparme de mis funciones como presidente. El club merece una dedicación muy importante y yo no tengo tiempo, por lo que doy un paso a un lado. Me seguiré ocupando de cuestiones económicas, que es lo que me gusta". De este modo, el dirigente pontevedrés quiso darle "normalidad" a un asunto que no debe ser entendido como una "crisis". "Entiendo que de primeras diese la impresión de desbandada, pero no es así", recalcó.

"Esto no puede ser entendido como una crisis ni una desbandada. El club merece un tiempo y yo no se lo puedo dar", dice

García-Alén aseguró que la suya es una decisión "muy meditada". "No responde a motivos deportivos. La tomé en mayo, pero mis compañeros de directiva me pidieron que reflexionase y recapacitase. Mi marcha podía coincidir con el descenso y eso podía generar un perjuicio al club justo en el momento en el que se estaba confeccionando el equipo de esta temporada", apuntó el presidente, que recalcó que cuando se presentó a las elecciones del pasado diciembre "no existía" la situación personal que ahora le conduce a dejar su cargo.

Ahora, una vez se acerca la asamblea general, decidió dar el paso definitivo: "Lo anuncié la semana pasada a la junta directiva". Tras la citada asamblea, se abrirá un plazo máximo de dos meses para celebrar unas nuevas elecciones, tan solo un año después de las últimas. Entretanto, será la directiva actual la que gestione el club como una gestora. Si nadie se presenta como candidato a presidente con los avales necesarios (10% de los socios), la propia gestora la que continuará dirigiendo al Teucro. "Yo seguiría como presidente de esta gestora por un tema de agilizar cuestiones burocráticas, pero podría ser cualquiera el presidente. Podríamos continuar tal cual, incorporar personas...", manifestó Carlos García-Alén.

COMPROMISO DE SEGUIR. El actual presidente animó a cualquiera de sus compañeros a que diese un paso adelante y se presentase al puesto que quedará vacante a partir del 30 de octubre, aunque parece que la opción preferida es la de continuar como gestora: "Tenemos el compromiso de continuar hasta donde podamos". En este mismo sentido, definió "volver a Asobal, contar con una amplia estructura de cantera y recuperar el equipo sénior femenino" como los retos "por asumir" que cree "posibles". "Si nos dejan y nos apoyan", matizó.

"Tenemos el compromiso de continuar hasta donde podamos. Aún hay retos por asumir, si nos dejan", apunta

Asimismo, también abrió la opción a "cualquiera persona que considere que pueda aportar al club". Sin embargo, avisó que "la gestión no es fácil", por lo que el Teucro "no es para aventureros". "Ahora todo está mucho más encarrilado que hace unos años y tenemos un presupuesto con el que cumpliremos con las obligaciones de la temporada, pero la gestión no es fácil y los actuales directivos tienen dinero comprometido con el club mediante avales con patrimonio personal", recalcó.

Sobre si estos días había recibido notificación alguna de interesados en asumir la presidencia del Teucro, García-Alén aseguró que las únicas llamadas que ha recibido fueron de "algún acreedor acojonado" porque se iba. "Lo valoro porque significa que confían en mí, pero tuve que explicar que no hay ningún problema", matizó.