El Marín superó al invencible Viaxes Amarelle, aunque no sin sufrimiento. Hubo desenlace feliz en el estreno en la Copa de la Reina para Raúl Jiménez y sus jugadoras, protagonistas de un maratón de fútbol sala con su lógica factura física. El pabellón de la Sagrada Familia fue testigo de su segundo partido en 48 horas, en este caso correspondiente a los dieciseisavos de final de la competición.
No le tocó, además, un rival fácil al equipo marinense. Un Viaxes Amarelle circunstancialmente en Segunda, pero que cuenta todos sus partidos ligueros por victorias. Potencial, factor pista y una eliminatoria a choque único. Aspectos que añadieron mérito a las jugadoras de Jiménez, que afrontaron el partido con intenciones claras: salieron con iniciativa y paciencia para elaborar y generar acercamientos al área de Leti. También una efectiva presión, que logró incomodar al conjunto de Jorge Basanta.
Pasaron cinco minutos antes de ver el primer disparo, obra de una Ceci brillante. Se fue cruzado y lamiendo el palo derecho de la portería de Leti, aunque poco después la propia Ceci inauguró el marcador. Recolectó los frutos de la organizada presión, provocó un error en la salida de Leti, recuperó la pelota y la introdujo en la red. Duró nada la alegría porque el Viaxes Amarelle, espoleado por el 0-1, empató tras la reanudación. María Gómez aprovechó un fallo defensivo para colocar el 1-1 y comenzar una réplica que pudo ser letal para los intereses del Marín.
La escuadra herculina creció tras el tanto e incluso rozó el 2-1 en una contra de cuatro para una, dilapidada por un resbalón de la propia María Gómez. Primera vez en la que la fortuna sonreía a las chicas de Raúl Jiménez. La segunda llegó a falta de nueve segundos para el intermedio, cuando Ceci, tras cazar un balón en el área, ejecutó un remate que tocó ambos palos antes de entrar.
El segundo tiempo obligó a gestionar esa ventaja contra un rival obviamente exigido. Ya no podía esperar y salir en transición, táctica predominante en el primer acto, lo que empujó el partido a una fase más caótica. Dani Fleitas tuvo el 1-3 antes de que llegara el 2-2 del conjunto coruñés, obra de Fiso tras un desafortunado error de Silvia. Un golpe por otro que dio paso a los mejores momentos locales, bien aguantados por el Marín. Aunque mermado físicamente, se sobrepuso y anotó el 2-3 gracias a María León.
Fue cuando se oficializó el show de Ceci. El equipo naranja botó un córner en el que pidieron mano, pero la jugadora del Marín agarró la bola para pintar el 2-4 desde área propia. Letal. No se rindió el Amarelle, que recurrió a Yaiza como portera-jugadora. Completó Lucía la manita, aunque apretó el marcador el equipo coruñés en el último minuto y medio. Lo hizo Candela. Primero, en una buena acción fruto de la superioridad, y, a falta de cinco segundos, al transformar un riguroso penalti de Mar a Carlita.
