Tampoco la visita a A Coruña sirvió al Lirón Teucro para dejar atrás las malas noticias dentro de su semana para olvidar. Cayó con rotundidad ante el líder como paso previo a quedarse atrapado en el aeropuerto de Lanzarote más de 24 horas. Un trastorno que pasó factura en el duelo disputado ayer tras la negativa de la Federación a aplazar el encuentro. Bajo esos condicionantes, los muchachos de Irene Vilaboa se presentaron ayer en el Pabellón de San Francisco Javier para plantar cara a un Attica 21 Hotels OAR Coruña que viaja instalado en el confort que ofrece el primer vagón de la tabla clasificatoria.
Por todo ello, no extrañó a nadie que los jugadores teucristas sufrieran su octavo traspié liguero en un enfrentamiento que tuvo aroma coruñés por los cuatro costados. Ya el arranque fue un aviso. Solo la buena labor de Martín Fernández entre los palos y la fiabilidad de Dzokic desde los siete metros evitaron el despegue del equipo blanquiazul (7-5, min. 11).
Trató Irene Vilaboa de dificultar las conexiones locales en fase ofensiva rival con una defensa 5:1, pero con escaso éxito.
El conjunto pontevedrés se encomendó a su faceta ofensiva para mantenerse en el pulso, con Dzokic, Marchette y Vinicius como instrumentos de percusión en una orquesta coral que sonó bien afinada en todo momento. Nada que ver, en todo caso, con un balance muy castigado por las contras de Pablo Martínez desde el extremo (12-8, min. 21). Desde ahí hasta el intermedio, el Teucro volvió a recuperar sus mejores sensaciones hasta situarse a tan solo un tanto gracias a una rosca desde la esquina de Marchette.
Tras el regreso al parqué la formación de Pablo Aguirregabiria protagonizó un nuevo tirón, con un parcial 3-1, que pareció sacar de punto al equipo lerezano.
El OAR Coruña se encargó, en ese inicio de segunda mitad, de lanzar constantes ataques explosivos sobre una carretera cada vez más empinada para el Teucro. Diego Martínez destrozó las ilusiones del que fuera su equipo con una actuación portentosa y dejó el pulso visto para sentencia a falta de un cuarto de hora largo (22-15, min. 44).
El conjunto de Irene Vilaboa pagó la falta de descanso y preparación tras su convulso viaje intersemanal a Lanzarote
Desde ahí hasta el pitido final, el conjunto de Irene Vilaboa se vio abocado al más difícil todavía. Una sensación muy familiar para sus jugadores en lo que va de temporada que condujo a una derrota inevitable.
