Sequía en la vanguardia

Rufo y Charles acumulan un gol cada uno, por los ocho que habían marcado entre ambos en las primeras seis fechas de la 21-22. El equipo los encuentra menos y ellos han bajado prestaciones
Rufo protege el balón ante un defensor del Sanse. ADG MEDIA
photo_camera Rufo protege el balón ante un defensor del Sanse. ADG MEDIA

Nadie dijo que un cambio de categoría fuese a ser fácil. Y para el Pontevedra no lo está siendo. El conjunto granate ha dejado muchas luces en este primer mes y medio de competición. La escuadra pontevedresa es mucho más sólida que el equipo que arrancó el curso pasado la temporada en Segunda RFEF. Y además, sigue siendo capaz de dominar los partidos desde la posesión. Sin embargo, al PCF le está faltando concretar ese volumen de juego en situaciones de gol. Llega, pero no encuentra a sus referencias ofensivas. O sus referencias ofensivas no encuentran al resto de sus compañeros.

Lo cierto es que tras las seis primeras fechas de competición, la vanguardia granate padece una sequía que se parece muy poco a la abundancia entre la que vivía el pasado curso. El Pontevedra ha marcado cinco goles en seis partidos. Además, tres llegaron en el mismo encuentro (ante el Talavera). Las cuentas son claras y arrojan que los de Pasarón se han quedado en tres encuentros (Sanse, Balona y Mérida) sin "mojar". El equipo pontevedrés ha pasado de promediar casi dos goles por encuentro (1,9) en Segunda RFEF a no alcanzar uno (0,83). El estiaje es real. Y los delanteros granates contribuyen a él tanto como son perjudicados. Porque les encuentran menos, pero ellos tampoco están sabiendo ser encontrados.

Al menos así sucede en el caso de los dos arietes del equipo. La pasada campaña, Ángel Rodríguez ya veía más óptima una fórmula en el once con solo uno de ellos presente, aunque acabó haciéndolos coincidir mucho y el equipo rindió también así. Esta temporada, la tendencia se ha potenciado y "Rufles", la pareja conformada por Rufo y Charles, ha pasado a tener una presencia testimonial. Tan solo ante la Balona, con la ausencia de Abelenda por lesión, Antonio Fernández los juntó durante algo más de 20 minutos. El experimento con los dos "9" de características similares no sirvió para despertar al PCF de su letargo ofensivo en el segundo acto -tanto que en rueda de prensa reconoció que se «podía haber equivocado»- y el preparador volvió a romper la sociedad.

Lo cierto es que los dos delanteros centros del Pontevedra han marcado dos tantos, entre ambos, por los ocho que llevaban en la jornada 6 de la campaña 21-22.

Por un lado, es evidente que están menos suministrados esta campaña con respecto al anterior, según demuestran las comparativas de sus datos. En el caso de Charles, el pasado curso promedió 13 pases recibidos por cada 90 minutos jugados, mientras que esta campaña no alcanza los 11. Además, el brasileño está implicado en menos duelos y su porcentaje de éxito es menor (del 43,4% al 30%).

Esta menor presencia en el juego no sería trascendente si el histórico jugador del Pontevedra mantuviese sus números dentro del área. Pero, por el momento, no es así. Charles tan solo promedia 1,4 chuts por cada 90 minutos. De sus seis disparos esta temporada, solo uno ha ido entre palos. Fue de penalti y acabó en gol. Así, su media es mucho más baja que la del curso pasado en Segunda RFEF, cuando chutaba 2,4 veces por partido y la mitad entre palos. Esa menor frecuencia de disparos provoca que ahora promedie 0,39 goles esperados. Su media de goles es de 0,27 por cada 90 minutos, por lo que el brasileño está menos acertado de lo que "debería", en función de la probabilidad de gol que le otorga Wyscout a sus ocasiones.

Rufo, en la misma línea

Algo similar sucede, como es lógico por su mismo rol, con el otro delantero del equipo. Y es que Rufo Familiar ha visto, por el momento, disminuidas sus prestaciones tanto dentro como lejos del área con respecto a los datos del pasado curso. Para empezar, el madrileño promedia la mitad de los goles que su media total de la pasada temporada. Además, a estas alturas de curso había materializado tres tantos en cinco encuentros. Ahora solo uno, aunque jugando 100 minutos menos. Ese buen arranque goleador le hacía estar muy por encima de sus goles esperados. Al igual que en el caso de Charles, el ex del Internacional de Madrid tampoco está siendo efectivo.

Esta bajón de cara a puerta es, probablemente, directamente proporcional a su menor aportación en otras facetas. Rufo toca el balón en el área menos de la mitad de veces, recibe en torno a la mitad de pases y está implicado en menos duelos. Además, resulta ganador solo en el 16% de estas acciones con balón dividido.

Abelenda, la excepción

Mientras los dos delanteros centro del equipo padecen sequía de goles y de participación, lo contrario sucede con Brais Abelenda. El dubrés es el máximo goleador del equipo, con dos tantos. Además, el PCF todavía no sabe lo que es batir a un meta rival si él no está en el césped.

Brais, que el pasado curso empezó como interior, pasó a ser segundo punta y jugó también en la izquierda, está destacando este curso en la mediapunta. Promedia menos chuts que el pasado curso, pero participa más en el juego, la pierde menos y, sobre todo, ha aumentado su efectividad. Mientras el equipo lucha por evitar la sequía y regar de nuevo a sus puntas, Abelenda ejerce como el embalse de emergencia.

Comentarios