Sergio Pérez: "A mí también me sorprende el nivel que estoy dando"

Llegó a Pontevedra con 18 años recién cumplidos y en tan solo unos meses se ha convertido en la sensación de la temporada. Sergio Pérez lidera a la 'Generación Chupete', un grupo de jóvenes que crecen día a día para salvar al Teucro del descenso

El capitán Santana le quita el chupete a Sergio Pérez bajo la mirada de Moyano, Fischer e Iván, otros jóvenes del vestuario. CHRISTIAN FERNÁNDEZ
photo_camera El capitán Santana le quita el chupete a Sergio Pérez bajo la mirada de Moyano, Fischer e Iván, otros jóvenes del vestuario. CHRISTIAN FERNÁNDEZ

Nunca había salido de su San Sebastián de los Reyes natal. Y aceptó el reto de irse para triunfar. Llegó a Pontevedra el pasado verano siendo poco más que un niño. Y en solo unos meses, ese joven de 18 años recién cumplidos se ha hecho mayor, de la mano de otros chicos poco más que imberbes que inundan el vestuario del Teucro. Sergio sigue aprendiendo, pero ya no necesita del apoyo de nadie. Ya no necesita chupete.

El primera línea madrileño había participado con tino en todos los partidos del conjunto teucrista hasta la Navidad, pero el cambio de año ha supuesto su salto definitivo. Sin Natan Suárez y sin Dani Hernández, Sergio Pérez ha adquirido responsabilidad.

"¿Cómo me van a conocer los rivales? Tenemos a un tal Cutura y es en él en quien se fijan"

"Sí que soy consciente de que estoy dando que hablar. No contaba con que las cosas me saliesen así. Tengo ficha del filial y creía que podía optar a minutitos sueltos. No esperaba jugar tanto ni que me saliesen las cosas tan bien. A mí también me sorprende este nivel que estoy dando. Espero que dure", reconoce Sergio Pérez, recién llegado de Logroño tras un largo viaje. En la capital riojana ofreció su segundo show en apenas tres días. De nuevo una actuación magistral con siete goles, los mismos que anotó contra el Guadalajara el pasado sábado.

Sobre el secreto de su rendimiento, Pérez tiene claro que él siempre ha sido un jugador "de mirar a los mayores". "Cuando estaba en mi club, en el San Sebastián de los Reyes, me fijaba en los que mejor jugaban. Este año, cuando llegué al Teucro, intenté escuchar a los veteranos. Davor me explica mucho, Dani también lo hizo y los porteros nos dan información a los jóvenes que nos ayuda muchísimo", expresa. La fórmula de veteranos y jóvenes funciona. Al menos para que estos últimos crezcan.

Sin embargo, más allá del aprendizaje que puede obtener de sus compañeros, hay que tener dentro algo especial para, con solo 18 años, echarse a la espalda a todo un equipo de Asobal. Aunque Sergio relativiza esta última afirmación: "La idea no es coger la responsabilidad del Teucro, sino salir y demostrar que puedo estar en Asobal. Que tengo nivel o que lo tendré para jugar en esta liga".

"Siempre me había preocupado mucho el no ser alto. Me quedé en 1,80 metros pero ahora sé que tengo otras características y que las puedo aprovechar"

FAMILIA. Ahondando más en su personalidad, Sergio reconoce que los Pérez Manzanares son "guerrilleros". De casta le viene al galgo. "Mis abuelos jugaron al balonmano, mis padres también y mis hermanos, lo mismo. Todos en el Sanse. Además, siempre hemos sido de darlo todo", explica.

De hecho, Sergio fue entrenado por su progenitor en su debut con los mayores: "Fue en el Sanse, el equipo de toda mi vida. Yo era juvenil de primer año y jugué muy poquito, la verdad. Ya la temporada pasada tuve más protagonismo en Primera Nacional". En realidad, a lo que él llama "más protagonismo" se tradujo en menos de una veintena de partidos y 83 goles en su haber. Unas cifras que llamaron la atención del Teucro.

Ahora, dirigido por Luis Montes, ha comenzado a coger carrerilla. Pese a ello, Sergio no cree que los rivales le hayan cogido ya la matrícula: "¡Qué va! ¿Cómo me van a conocer a mí si no he jugado casi nada? No creo que pese a estos 14 goles cambie la cosa, porque tenemos en la plantilla a un tal Davor Cutura". Precisamente con el serbio conectó muy bien el pasado sábado, con dos fly incluidos. A realizar ese movimiento espectacular le ayuda su agilidad. "Siempre me había preocupado mucho el no ser alto. En cadetes dejé de crecer y me quedé en los 1,80 metros actuales. Pero ahora sé que tengo otras características y que las puedo aprovechar", apunta.

De este modo, tras caer con la cabeza muy alta en Logroño, el Teucro afrontará dentro de diez días un nuevo choque trascendental ante el Anaitasuna. Y una vez más, Sergio Pérez tratará de dar la cara para sacar adelante un choque vital. Por eso es el líder de la Generación Chupete azul, conformada por Domingo Luis, Samu Pereiro, Guillermo Fischer o Andrés Moyano, todos muy jóvenes, aunque cada vez más sobradamente preparados.

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