ES UNA de las futuras promesas del judo pontevedrés después de comenzar de manera destacada el año 2016. Se clasificó segundo en la Fase Final Sur de Galicia del Autonómico de judo cadete y está clasificado para la Fase Final Absoluta. En su día fue subcampeón gallego infantil.
¿Cuándo se inició en el judo?
Me inicié en 2007 gracias a un compañero de clase que estaba practicándolo. Me llamó la atención y quise saber en qué consistía. Hablé con mis padres y comencé mi etapa en el Judo Club Pontevedra. Me he enganchado de tal manera y hasta el punto de que en mis ratos libres veo vídeos y hago estudios de todo tipo. La sede del club pontevedrés es como mi segunda casa y los entrenadores son como mis segundos padres. La relación que tengo con ellos es muy buena.
¿Se ve que este deporte es muy especial para usted?
Es como una gran terapia, porque a veces llegó al entrenamiento alterado o intranquilo por culpa de exámenes o cualquier otro factor y después de entrenar salgo como nuevo. Salgo relajadísimo.
¿Cómo discurrió el campeonato autonómico?
Hice tres combates. El primero frente a Pablo Miguel Pérez. El combate fue exigente porque, más que la entidad del rival, como hacía tanto tiempo que no competía, casi se me había olvidado competir, estar encima de un tatami, y eso, quieras o no, lo notas. Estás nervioso y siempre dudas de tu capacidad. Fui capaz de inmovilizarlo en el suelo y gané. El segundo combate, ya en semifinales, frente a Daniel Moro, fue mucho más rodado y llegué a la final, en la que tenía que enfrentarme a mi compañero de club, Jacobo Guerrero. Reconozco que afronté el combate sin demasiada tensión, quizás pequé un poco de inocencia. Estaba enfrente mi compañero de club y creo que me lo tomé un poco como un combate de colegueo, por eso lo perdí. No salí con la tensión necesaria.
"Veo que este deporte cambia a los niños y niñas. Les cambia la dinámica, son más disciplinados a todos los niveles"
¿Qué opciones tiene en la fase definitiva del Campeonato Gallego?
La fase final del Campeonato Gallego la veo con mucho optimismo. Así como otras veces iba un poco inseguro, nervioso, ahora no. Confío en mí mismo. Lo que tengo claro es que debo mostrar el judo que tengo dentro, mostrarlo bien, no irme a casa con la sensación de haber dejado cosas atrás. Sé la capacidad que puedo mostrar y quiero mostrar toda mi técnica y todo lo que sé hacer, que seguro que me dará buenos beneficios. Si se puede sacar una medalla mucho mejor, pero quiero irme contento. El pasado año no pude ir al Campeonato Gallego porque en un entrenamiento una mala caída derivó en una fuerte contusión en un hombro que me imposibilitó estar al cien por cien y ahora quiero resarcirme.
¿Qué aspecto debe mejorar y cuál cree que es su principal virtud a la hora de competir?
A través de los continuos combates que realizo veo que mi principal virtud es el judo en el suelo. O sea, despliego siempre un buen nivel cuando el rival está en el suelo y ahí es donde debo forzar la máquina. En el caso contrario noto que debería mejorar el trabajo con los brazos. Con el tema de la edad los músculos se van desarrollando mucho más, pero el trabajo de los brazos es fundamental para hacer los desequilibrios. Estoy trabajando continuamente ese aspecto con mis entrenadores y compañeros de club.
¿Qué efecto tiene el judo a las edades más tempranas?
Veo que el judo cambia a los niños y niñas practicantes en unos meses. Les cambia la dinámica, son más disciplinados a todos los niveles. Parecen más atentos. El efecto que veo en los niños es muy positivo.