El tiempo corre en contra de los intereses del Pontevedra, al que se le agota el margen de error. El equipo granate necesita revitalizar la ilusión de su gente con un triunfo que lo mantenga en la pelea por los puestos de play-off. El destino que le ha tocado en gracia en esa exigencia rezuma historia. El equipo pontevedrés retorna al Estadio Helmántico, escenario que no visitaba desde hace casi 15 años.
La última vez que lo pisó, a finales de enero de 2005, la escuadra de Pasarón caía derrotada frente al Salamanca (2-0), lo que conducía a la destitución de su entrenador de entonces, José Aurelio Gay.
La historia de ambos clubes se separó, el Pontevedra descendió, fracasó en su intento de regreso a Segunda División, estuvo a punto de morir, volvió a bajar, a Tercera División, recuperó la categoría de bronce y se instaló en su actual estabilidad deportiva y económica. Mientras todo eso sucedía, el UD Salamanca desapareció y de su desahucio nacieron dos clubes: Unionistas y Salmantino, hoy rebautizado con el nombre de Salamanca CF UDS, inquilino actual del Helmántico y que pelea por conservar la categoría.
Los dos equipos atraviesan por una fase de irregularidad que complica sus respectivos objetivos. El PCF lleva un punto en las últimas dos semanas, mientras que los castellanoleoneses, que parecían haber solucionado su mal comienzo de curso, se han instalado en la ineficacia como locales, lo que vuelve a colocarlos en una situación problemática.
ALTAS Y BAJAS. Luismi recupera para la ocasión a dos hombres fundamentales en sus esquemas: Pedro Vázquez y Borja Domínguez, pero pierde a Adrián León y Álvaro Bustos, lo que provocará el acceso al once inicial de Campillo.
Enfrente, el bloque salmantino no podrá echar mano de Toño Vázquez ni Carpio y tiene la duda de Asdrúbal.
Se desconoce qué Pontevedra saltará al verde, porque su inconstancia no invita a los pronósticos. Tampoco se puede aventurar qué once de salida empleará Luismi, con su capacidad para ocultar pistas a los curiosos y su habilidad para cambiar de once semana tras semana, hasta no repetir nunca en lo que va de ejercicio.
El objetivo no será otro que olvidar el tropiezo en Burgos y volver a triunfar a domicilio, como hizo hace un mes en Barreiro contra el Celta B, para seguir soñando con una de las cuatro plazas de promoción de ascenso.
Y aunque pueda parecer un adversario propicio para que el Pontevedra alcance su objetivo, el Salamanca CF UDS es un adversario peligroso. "Va a ser difícil. No nos podemos fiar. Si están en la clasificación donde están es porque han empezado mal y cambiar las dinámicas, sobre todo cuando son negativas, es complicado. Nadie les ha pasado por encima: sus encuentros son muy igualados. Habrá que tener mucha atención, mucha concentración y mucha intensidad para ganar".
El adversario de esta tarde no tiene nada que ver con el que visitó Pasarón en la primera vuelta de la Liga y perdió casi sin querer.
"Ha mejorado en juego y en resultados. Está mejor que cuando viajaron a Pontevedra. Se han reforzado en el mercado de enero con futbolistas importantes dentro de la categoría. No va a tener nada que ver con el partido que tuvimos en Pasarón. No podemos cometer errores si queremos ganar", sentenció el técnico granate.
