Kilómetros solidarios

La solidaridad, un motor que nunca falla

El pontevedrés Bobby Vergutini realizó un 'rally solidario' por Marruecos para entregar juguetes, ropa y material escolar y sanitario a los niños
El pontevedrés Bobby Vergutini, en el rally solidario de Marruecos. DP
photo_camera El pontevedrés Bobby Vergutini, en el rally solidario de Marruecos. DP

Todos los viajes son un estímulo para los sentidos, pero si el motor que los impulsa es la solidaridad son también un revulsivo para el alma y la conciencia. Lo sabe Roberto López, conocido como Bobby Vergutini, un empresario y hostelero de Sanxenxo, Combarro y Pontevedra que el pasado puente de la Constitución recorrió los rincones más recónditos de Marruecos (desde el desierto al alto Atlas) en un todoterreno para entregar ropa, juguetes, material escolar y artículos de higiene a quienes más lo necesitan, principalmente niños y niñas que viven en lugares donde no llega el turismo tradicional, sin luz, ni agua corriente y con muchas necesidades básicas. Todavía hoy se le pone la piel de gallina al recordarlo. "Era diciembre y me sentí como un auténtico Papá Noel o un rey mago", afirma el empresario.

No era la primera vez que Vergutini daba rienda suelta a sus anhelos altruistas. Brasil o Perú, donde apadrinó a un niño de la Isla de Taquile y le sufragó dos importantes operaciones quirúrgicas, fueron sus primeras experiencias. Pero el Rally Solidario por Marruecos, organizado por Say Yes Team!, una agencia de eventos únicos y aventuras con doce años de trayectoria, en colaboración con la ONG Tierra de Hombres, superó todas sus expectativas.

"Llené el coche hasta arriba con cosas que fui recopilando entre mis amigos"

"Me lo comentó una amiga que lo había hecho, me puse en contacto con esta agencia y decidimos ir tres chicos de Vigo y yo en dos coches. En nuestro caso los todoterrenos los llevamos nosotros, pero hay la opción de alquilarlos en Tánger. Lo ideal es ir con un todoterreno medianamente preparado porque si vas en otro tipo de vehículo queda destrozado. A nosotros nos exigían llevar radio y ruedas de tacos para no quedarte enterrado en la arena del desierto y todos íbamos guiados por un track (una ruta de coordenadas geográficas) que nos daba la organización", explica Vergutini.

Rally solidario de Marruecos. DP

"Yo llené el coche hasta arriba con ropa, calzado, juguetes, libros, material escolar, cepillos de dientes, elementos de botiquín... Fui recabando cosas entre mi grupo de amigos y familiares. Mi madre (Cuca Vergutini, de quien heredó su espíritu solidario) me hizo casi 50 bufandas. Si lo llego a poner en las redes sociales no me llega un camión", cuenta el empresario, que, en total , recorrió 4.500 kilómetros, mil de ellos para llegar a Tarifa, de donde partía la expedición.

Junto con el pontevedrés y empujados por la misma ilusión, emprendieron esta aventura solidaria alrededor de 40 personas procedentes de distintos puntos de España: Palma de Mallorca, Tenerife, Valencia, Madrid, Barcelona... Repartidos en 15 coches, todos identificados con un número y el logotipo de Say Yes y con un mecánico, un guía y una ambulancia formando parte de la caravana, durante doce días descubrieron paisajes impresionantes, conocieron diferentes culturas y vivieron una experiencia única en la que, además de la solidaridad, también destacó el compañerismo y el trabajo en equipo para solventar las dificultades del camino. "Dormimos en haimas, vimos la Gran Duna de Merzouga, Erg Chegaga, el Lago Iriki, Asilah... Estuvimos en pueblos de nómadas bereberes, en los que parecía que no había nadie y de repente salían los niños de debajo de las piedras. Los bereberes son muy agradecidos, amables y respetuosos", subraya Vergutini, en cuyas venas también corre sangre árabe. "Mis antepasados eran bereberes, de la familia Ali Saben Medina. Por eso –apunta–, a mis locales siempre le puse un nombre relacionado con Marruecos (Morocco, La Medina...)".

"Ver la cara de felicidad de los niños cuano les dabas un regalo no tiene precio"

Aunque la belleza de los paisajes, el cielo del desierto, en el que las estrellas parecen estar "más cerca", y experiencias como "navegar" por las dunas le han dejado una huella imborrable, el pontevedrés se queda con "la sonrisa de los niños". "Verles la cara de felicidad cuando les dabas un regalo no tiene precio. Pitabas con el coche y venían corriendo. Su mirada, triste y oscura, se volvía brillante cuando les dabas los regalos y hacía que te pasase algo por el cuerpo. Lo debería hacer todo el mundo una vez en la vida. Fue muy gratificante", recalca Vergutini.

Rally solidario de Marruecos. DP (2)

"Algunas cosas no sabían qué eran. Las ceras se las comían pensando que eran gominolas y los cepillos de dientes los enterraban en el suelo. Al final los dejamos en un colegio y les enseñamos a los profesores cómo tenían que cepillarse", recuerda con emoción.

Say Yes, la promotora de esta aventura solidaria que se realiza cuatro veces al año (Navidades, Semana Santa, septiembre y el denominado Rally Solidario Extremo del puente de la Constitución) ya calienta motores para el próximo rally, que se celebrará en abril. Por motivos laborales, Vergutini, que en la actualidad se dedica al alquiler de barcos, no podrá participar, pero si algo tiene claro es que volverá a ponerse al volante de su todoterreno para ayudar donde más lo necesitan y repartir ilusión aunque no sea Navidad.

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