"Estás solo, sin familia y sin amigos y cuando no juegas bien te sientes mal"

Cristopher Corneil nació en Guadalupe, jugó en Francia y este año ha llegado a Pontevedra, para intentar ayudar al Teucro a lograr el soñado ascenso, pero los comienzos no son fáciles para un jugador que todavía se tiene que adaptar
Cristopher Corneil en la Rúa dos Soportais. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Cristopher Corneil en la Rúa dos Soportais. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Empezamos nuestro viaje en Guadalupe. Esta, es una isla francesa que se ubica en el Caribe. Sus paisajes paradisíacos la convierten en uno de los lugares más bellos del mundo. En ella, nació nuestro protagonista, un chico llamado Cristopher y apellidado Corneil, un 16 de diciembre de 1992. "Era un niño al que no le gustaba hacer nada, pero mi madre me dijo que tenía que hacer algún deporte". Con una familia ligada al balonmano y el pabellón al lado de casa, parecía que Christopher estaba destinado a practicar el deporte en el que ya destacaban su tío y su tía, que llegaron a jugar en Francia. Eso sí, también empezó a practicar el atletismo, por lo que tuvo que elegir entre sus dos pasiones, pero vio que en el balonmano podía tener mucho más futuro.

El joven balonmanista tenía la oportunidad de dar el salto a Francia para desarrollar su carrera, pero antes su padre le dio un consejo que nunca olvidaría: "Tienes que estudiar, el día de mañana puedes lesionarte o cansarte de este deporte y necesitas tener una profesión". Así que Christopher metió en su maleta las ganas de aprender y puso rumbo al país francés, para jugar el balonmano y estudiar turismo.

"El balonmano en Francia es mucho más rápido y más físico, para mí es muy diferente al que se juega en España"

Allí dio sus primeros pasos en el balonmano profesional en el Angers, antes de dar el salto definitivo en el Dijon. También pasaría por el Vernon y el Caen, su último equipo antes de fichar por el Teucro. "El balonmano en Francia es mucho más rápido y más físico, es muy diferente al de España", dice Christopher, destacando las notables diferencias que encuentra en su nueva andadura.

Y es que Corneil llegó a España este verano, más concretamente a Pontevedra y al Teucro. Este no era su primer contacto con Galicia, ya que en Francia compartió vestuario con dos jugadores de Cangas. Con ellos entabló una amistad que aún dura: "Yo hablo con ellos sobre la manera de jugar en España y que me den consejo".

Al francés le ha costado adaptarse en sus inicios, una situación que aparte de ser complicado en lo deportivo, afecta en lo personal al ser nuevo en una ciudad desconocida: "Estoy solo, sin amigos y familia y cuando no juegas bien, te sientes mal".

Aunque estos inicios han sido complicados, poco a poco Christopher se va adaptado cada día más.

Tiene una buena relación con su entrenador y con sus compañeros. "Hablo mucho con Luis (Montes) y el sabe que tengo que adaptarme, pero lo comprende y me ayuda a mejorar". Lo mismo ocurre con sus compañeros, a los que pide consejo y con los que comparte buenos momentos. Aunque se lleva muy bien con todos sus compañeros, pasa mucho tiempo con Marco Dzokic, que es su compañero de habitación, del que destaca su simpatía. También comparte su afición por las series con Ferrán Cisneros o su gusto por viajar con Edu Salazar.

Sus aficiones. Viajes, cine, series y libros
A veces nos sorprende ver a un deportista con inquietudes, pero el francés dice que ve necesario hacer otras cosas para desconectar un poco del balonmano. Entre sus pasiones se encuentra el cine de terror, la serie Cómo defender a un asesino, la lectura y viajar. Estos dos últimos hobbys, se entremezclan en la historia de su libro favorito: "Viajé a Amsterdam y fui a ver la casa de Anna Frank. Después me compré el libro que se convirtió en mi favorito. Me encanta la sencillez de su historia", dice.


El Teucro no está atravesando su mejor momento de la temporada, algo que cree que está relacionado con la juventud del conjunto: "Preparamos bien los partidos, pero en el tramo final del partido nos falta experiencia porque somos un equipo joven. Tenemos que tener más fuerza y tranquilidad en este momento, pero estoy contento con el equipo". Aún así, tiene confianza en que el equipo haga una gran temporada: "Lo importante es estar en el top-5, tenemos que seguir trabajando para estar en esos puestos. Lo importante es no fijarnos en el resto de equipos, si nosotros ganamos todos los partidos, lo que haga el resto da igual".

Una de las cosas que más quiere Christopher, es dar una alegría a una ciudad que le encanta. Aunque vive alejado del centro, dice que le encanta recorrer sus calles y destaca "la belleza de la arquitectura de los edificios y calles de la Boa Vila". En ella, se para a tomar café en El Pasaje, una cafetería situada en los soportales. Allí va con su ordenador y sus libros, para trabajar en el máster que realiza actualmente, de inteligencia artificial y estadística. Y es que el francés sigue sin descuidar sus estudios, quiere doctorarse y ser profesor de universidad.

Este ha sido el viaje de Corneil. Un periplo que llevó a un chico que no quería hacer deporte, a jugar al balonmano desde una isla del Caribe a una ciudad gallega. Un hombre que poco a poco se va adaptando a un país desconocido, que ahora solo piensa en seguir trabajando cada día para mejorar su juego y ayudar al Teucro a conseguir el sueño del ascenso.

Comentarios