Luis Montes: "Soy una apuesta arriesgada que todos asumimos"

Después de entrenar a varios equipos de la cantera teucrista y de ser coordinador de la base, dio el primer paso a la Primera Nacional con el filial

Luis Montes, futuro técnico de la SD Teucro. BRUNO RODRÍGUEZ
photo_camera Luis Montes, futuro técnico de la SD Teucro. BRUNO RODRÍGUEZ

DESPUÉS DE DAR sus primeros pasos como entrenador a los 17 años, Luis Montes, técnico de la SD Teucro Colegio San Narciso y segundo de Quique Domínguez, asumirá el mando de la plantilla del primer equipo teucrista a partir de la próxima temporada. Esto supone un movimiento inesperado por parte del club, aunque ilusionante, ya que el técnico podrá dar continuidad al proyecto puesto en marcha por la directiva y Quique. Por otra parte, debutará en la categoría siendo otro teucrista de corazón que asume el control del banquillo pontevedrés.

¿Cómo empezó a interesarse por el papel de entrenador?

Cuando era pequeño, con once años, entré en el Porriño, porque vivía allí. Había probado fútbol sala y baloncesto, pero un día nos vinieron a hablar sobre el balonmano y me gustó. Cuando me mudé a Pontevedra, con 13, era el deporte que hacía, así que probé en el Teucro y empecé un poco más en serio. Nunca fui un gran jugador y, por eso, con 17 años, como me llamaba el tema de entrenar, cogí algún equipo de benjamines o alevines en Bueu en una escuela que empecé a llevar allí. Ya en los últimos años de carrera era difícil compatibilizar todo, así que dejé de jugar y me centré en entrenar.

Entonces su relación con el Teucro viene desde bastante atrás.

Jugué en categorías infantil y cadete, pero después ya no tenía nivel para seguir aquí y estuve en otros equipos de la provincia, como Poio o Bueu. Después volví aquí cuando Milucho Pintos fichó por el Teucro y estuve en categorías inferiores. Ahora estoy en mi tercera etapa, desde hace cinco años, los últimos cuatro con Quique.

Y en esta última etapa también está a cargo del filial.

Yo llevaba al Porriño cuando estaba en Primera Nacional y jugamos el ascenso a Plata, pero, por problemas económicos, el club tuvo que renunciar a la categoría. En ese momento me llamó el Teucro, hace cinco años, y coordinaba la base y entrenaba al equipo juvenil. Al año siguiente, cuando entró Quique formamos un equipo fi lial, que competía en Autonómica, y el segundo año conseguimos el ascenso a Primera Nacional. Desde ahí llevo compaginando el fi lial con ser segundo del primer equipo. Además hago lo que puedo en la base, pero evidentemente no da para todo el tiempo.

¿Cómo recibió la oferta del primer equipo?

Sabía que Quique estaba en conversaciones con la directiva y cuando él rechazó la propuesta, me lo ofrecieron a mí. Al principio fue inesperado, fue una sorpresa porque quizá yo no era la opción más sencilla.

¿Considera que el club hace una apuesta ofreciéndole ocupar el banquillo la próxima temporada?

Sí que lo es. Y es algo de agradecer a la directiva porque no es lo habitual que se confíe en la gente de la casa y que den ese paso. Seguro que había opciones más seguras o más conservadoras, pero han hecho una apuesta arriesgada que todos asumimos.

Quizá no sea la opción más segura pero mantener a un teucrista en el banquillo garantiza que el sentimiento se mantiene.

La oportunidad de entrenar en Asobal es muy ilusionante, pero que sea en el Teucro lo es más todavía. Aún tengo la camiseta del equipo de cuando tenía trece años. Soy de Pontevedra, he vivido aquí toda la vida, prácticamente he empezado a jugar aquí y conseguir alcanzar la máxima categoría con este equipo lo hace todavía más especial.

Y esto sumado al hecho de conseguir un objetivo que tiene prácticamente cualquier entrenador, que es llegar a la máxima categoría.

Cuando empiezas lo piensas y es lo más grande a lo que puedes llegar. En cualquier caso, cuando te pones a trabajar en el día a día y vas pasando por Primera Nacional, trabajas con la base o en un fi lial, se difumina todo un poco y ya no te lo planteas. Es más un sueño que algo real, pero cuando llega la oportunidad es muy ilusionante.

Formó equipo con Quique estos cuatro años, ¿Cómo fue trabajar codo con codo con él?

Cuando él llego al Teucro yo llevaba un año y, aunque apenas nos conocíamos, me ofreció ser su segundo. Desde el primer día la comunicación fue muy buena y Quique es una persona que, además de saber mucho, ser un grandísimo entrenador y buena persona, te pone las cosas muy fáciles. Se trabaja muy bien con él, yo he estado muy a gusto estos cuatro años. A nivel personal siempre valora mucho tanto a su plantilla como a sus compañeros de cuerpo técnico, siempre me ha hecho sentir parte del grupo; y a nivel de crecimiento profesional, a veces, los entrenadores pagamos por formarnos en esto o por ir a ‘clínics’ y yo prácticamente tenía uno todos los días. Es un profesional y su manera de trabajar es ejemplar.

¿Cree que se acertó con la plantilla para este año?

Desde luego, la temporada tiene que ser calificada como un éxito. Sabemos los recursos y las dificultades con las que partimos y, gracias al trabajo de todos, se consiguieron unos resultados excepcionales, a pesar de los lastres que teníamos de partida y los que fueron surgiendo por el camino, especialmente a nivel de lesiones. Yo tengo menos años de trayectoria que Quique, pero tanto él como yo nunca habíamos visto nada como lo que ocurrió, que era imposible juntar a todos ni un solo día.

La temporada acaba de la mejor forma posible, consiguiendo la permanencia.

Veíamos que lo teníamos muy cerca, pero siempre que se está implicado en posiblidades matemáticas nunca lo das por cerrado hasta que lo certificas. Es cierto que no hemos llegado a peligrar nunca, a cualquier equipo de la zona baja le habría gustado estar en nuestra situación durante todo el año, porque no hemos estado en el descenso ni una jornada. Que ríamos cerrar la salvación defi nitivamente y al fin llegó.

El próximo fin de semana en el partido del Bidasoa ya se aprovechará para homenajear al equipo.

Es una alegría poder disfrutar del último partido en casa estando matemáticamente salvados y celebrar la permanencia de la única manera que se puede: ganando el partido, haciéndolo lo mejor posible y competir hasta el fi nal, como venimos haciendo.

¿Cuáles serán los principios básicos del Teucro de Luis Montes?

Todo se va a basar en trabajar, trabajar y trabajar. Habrá que competir al máximo cada día y dar continuidad al proyecto de club que la directiva lleva intentando crear desde que entró, que creo que se consolida apostando por alguien de casa.

Hay bajas confirmadas, como la de Yoan Balázquez o Borja Méndez. ¿Habrá que buscar sustitutos?

Tanto uno como otro son dos grandísimos jugadores que han tenido un rendimiento extraordinario esta temporada. De todos modos no creo que haya que sustituirlos, hay que formar un equipo. Una de las cosas que hemos destacado Quique y yo en estos cuatro años ha sido el grupo que se formó. Él tiene una responsabilidad muy grande de ello, pero hay algo muy claro: del primer año a ahora se mantienen pocos jugadores y el valor más importante siempre ha sido el equipo.

Así como unos se van, muchos acaban contrato. ¿Se dará continuidad a los jugadores de este año?

Desde luego, vamos a intentar que la base del bloque continúe, pero son cosas de las que todavía tenemos que hablar. La práctica totalidad del equipo acaba contrato y ese trabajo empieza ahora.

Ahora queda afrontar la recta final, tanto en Asobal como en el filial.

Faltan dos partidos con el primer equipo y otro con el filial y el objetivo es el de siempre: salir a competirlos y hacerlo lo mejor posible, como llevamos haciendo desde el 21 de julio. Lo importante es intentar cada día por mejorar y esforzarnos por dar lo máximo de nosotros.

La temporada con la SD Teucro San Narciso empezó con dificultades, pero fue mejorando resultados desde mitad de temporada.

La Primera Nacional es una categoría un poco diferente porque convivimos conjuntos filiales con gente muy joven, como el nuestro, con primeros equipos, como puede ser el Novás o el Xiria, con mucho más potencial. Es complicada, pero formativamente es una categoría muy bonita, los jóvenes aprenden mucho. Esta temporada la línea fue ascendente. La adaptación para jugadores nuevos es difícil, pero en la segunda vuelta estamos llegando al final muy bien, la valoración es muy positiva. Teníamos confianza en los chicos y en lo que estábamos haciendo. Ahora nos queda un partido más para disfrutar y seguir creciendo, pero con la tranquilidad de tener los deberes hechos.

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