Sueños mundialistas del duatleta pontevedrés Miguel Vidal que comenzó su carrera hace dos años

Miguel Vidal muestra la medalla obtenida en Avilés. Javier Cervera-mercadillo
photo_camera Miguel Vidal muestra la medalla obtenida en Avilés. Javier Cervera-mercadillo

De corredor de campo a través se pasó al triatlón y duatlón. Hasta los 19 años la pasión de Miguel Ángel Vidal Barreiro era el atletismo después llegó a practicar escalada, surf y ciclismo. Después, tuvo que centrarse en su vida laboral (empresario de montajes y estructuras metálicas). Ahora superado los treinta años, se centró en el triatlón y duatlón y en dos años se ha forjado su progresión deportiva para estar en el Mundial de duatlón que se celebrará en Pontevedra (31 de mayo y 1 de junio). Su billete para el grupo de edades entre 35 y 39 años lo conquistó en Avilés, en la fase clasificatoria, y en la modalidad de sprint. De practicar deporte por hobby ahora ha pasado a un régimen semiprofesional de entrenamiento, desde octubre.

Todo comenzó según comenta el pontevedrés, de casualidad: «Un amigo me comentó la oportunidad de participar en un triatlón en Pontevedra y fui. Recuerdo que nadé en una piscina el día anterior, ya tenía fondo de atletismo y me aventuré». Acabó duodécimo en el triatlón popular de 2012. «En el momento que entré en meta, me dije ‘quiero seguir en esto’. Era una sensación tan impresionante que no quería soltarlo».

Tuvo que compaginar con el trabajo la dedicación al triatlón y duatlón. Ahora que está sin trabajo puede dedicarle más tiempo. Miguel Vidal es ahora componente del CC Monte Abaixo de Samieira en el que asegura que «siempre me han respaldado y me siento muy cómodo». Esto propicia que su ambición deportiva aumente esta campaña y pasa a competir en el Circuito Gallego de Duatlón, además del Campeonato Gallego, en el que acabó quinto clasificado lo que «me supo a gloria». A partir de ese momento «vi que el Mundial de duatlón sería el mejor escaparate y fui a por todas. Tenía que estar en Avilés siempre en mi grupo de edad, porque estar con la élite sería imposible».

En Avilés «sabía que me lo jugaba a una sola carta. Fue una carrera muy táctica. Hice la selección de los favoritos antes de la bici, y si no fallaba, iba a estar en el Mundial». La pena es que no pudo ganar, porque se impuso el zamorano Alfonso Martínez «por una pequeña confusión en la última transición».

A partir de ese momento llega al etapa más exigente de su preparación porque un Mundial exige unas condiciones especiales. Pablo Dapena, triatleta pontevedrés del grupo de élite mundial, es su entrenador. Desde octubre sigue un régimen exhaustivo en el que «coincidí en algún entrenamiento con Javier Gómez Noya y otros grandes especialistas como Fernando Alarza y Antonio Serrat». En el régimen de atletismo está asesorado por Víctor Riobó, Robertas Geralavicius y José Antonio Ramallo, casi nada.

A un mes del inicio de la cita mundial, el triatleta asegura que las sensaciones son buenas: «Estoy a tope, me encuentro en un pico alto de entrenamiento y me gustaría hacer la mejor clasificación. En estos momentos no descarto nada. Va estar complicado porque en mi grupo viene duatletas reciclados desde el grupo de élite y las exigencias serán máximas. Alcanzar un top ten sería magnífico. Lo que deseo es ‘vengarme’ de Alfonso Martínez».

Todo un gran reto para el pontevedrés.

Entrenamiento

Semana de alto rendimiento

Competir en el Mundial de duatlón no está al alcance de cualquiera. El régimen de preparación es exigente. Así lo demuestra su calendario semanal de entrenamientos en las últimas semanas con seis o siete sesiones en piscina, entre 3.000 y 3.5000 metros de natación día, tres o cuatro sesiones de preparación física en gimnasio, cuatro sesiones de bicicleta y cuatro sesiones de carreras. Desde que comenzó con Pablo Dapena «no he hecho más que subir y subir y le sigo a pies juntillas, me parece un entrenador excepcional. Estoy haciendo tiempos y marcas mejores que hace un mes y eso lo noto muchísimo».

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