Ramón Arroyo escribió este jueves un nuevo capítulo en la historia del Trofeo HQR!-Ramón Escudeiro a la superación deportiva que, anteriormente, también recibieron Carolina Rodríguez, Javier Pitillas y Luciano Soto. Todos ellos ya forman parte de este galardón que recuerda a la figura del joven ajedrecista fallecido.
El atleta madrileño vio cómo su vida daba un cambio radical en el año 2005 al ser diagnosticado de esclerosis múltiple, una enfermedad que comenzó a afectar a su movilidad y coordinación. Sin embargo, esta enfermedad que parecía querer apagarle, fue la que le dio fuerzas para continuar adelante y con la ayuda de su familia, o su equipo como a él le gusta llamarle, consiguió ir superando obstáculos hasta completar un Ironman. Algo que, a priori, parecía imposible.
Su capacidad de superación, sus ganas de seguir adelante, su motivación y su manera de lograr los objetivos fue lo que hizo que Arroyo fuese el elegido para recibir este jueves el galardón que lleva el nombre de Ramón Escudeiro. El Café Moderno de Pontevedra fue el lugar en el que se dieron cita autoridades, deportistas, directivos y amigos para ver como el deportista madrileño recibía el trofeo.
Durante el acto se realizó un paseo por la vida de Ramón Arroyo a través de fragmentos del programa Informe Robinson
De igual manera que en la edición anterior, la visualización de varios fragmentos del programa Informe Robinson marcaron el ritmo de la emoción del acto. Estas proyecciones guiaron al público por un recuerdo sobre la historia de Arroyo, desde que conoció la enfermedad que le acompañaría toda su vida, hasta que consiguió finalizar su primer Ironman, en compañía de su familia.
La noche comenzó con un recuerdo al ajedrecista fallecido que da nombre al trofeo, tras el cual la madre del propio Escudeiro realizó el primer discurso de la noche, recordando a su hijo y trazando una gran similitud entre los dos protagonistas de la noche, ambos con el mismo nombre.
Iván Rodríguez puso la emoción mediante la música, ya que "todos tenemos una canción que se convierte en un himno", tal y como expresó el conductor del acto y jefe de deportes de Diario de Pontevedra, David Acevedo. El músico interpretó 'El sitio de mi recreo', de Antonio Vega, y, minutos más tarde, hizo lo propio con 'Santa Lucía', de Miguel Ríos.
La emoción se apoderó por primera vez del recinto cuando el premiado hizo aparición en el salón principal bajo un manto de aplausos de los allí presentes. El escenario vio, a partir de ahí, como varias personalidades subían a dedicar unas bonitas palabras al homenajeado y su vida vinculada con el deporte. La pontevedresa Paula Pereiro; el consejero ejecutivo de Diario de Pontevedra, Antonio de Cora García, y el triatleta campeón del mundo, Pablo Dapena, no pudieron evitar hacer referencia a todos los logros de Ramón Arroyo, que ha ido, poco a poco, cumpliendo sus metas.
El atleta madrileño recibió de manos de los padres del ajedrecista que da su nombre al premio a la superación deportiva
Antes incluso de hacer entrega del galardón, las emociones ya estaban a flor de piel debido a las palabras de los protagonistas y las imágenes mostradas sobre su vida. El momento cumbre llegó cuando Arroyo recibió, de manos de Antonio de Cora y los padres de Ramón Escudeiro, el galardón que le permite escribir una nueva página en su historia y un nuevo nombre en la del premio que entrega Diario de Pontevedra.
"Todos tenemos una esclerosis de alguna manera. Todos tenemos algún problema. Todos tenemos nuestro Ironman. Debemos hablar de la enfermedad desde el lado positivo. La esclerosis me ha quitado mucho, pero me ha dado más", afirmó el premiado de la noche, emocionado tras recibir el galardón. Arroyo quiso dar las gracias a los padres de Ramón Escudeiro y destacó que "es un honor que vaya de Ramón a Ramón".
Cien metros. Esa fue la distancia que le dijeron a Arroyo que no podría recorrer. Y, cuando lo hizo, ese fue el título de la película que narró su vida y que interpretó Dani Rovira. Un paseo por el cine, mediante un fragmento de dicho film, fue el final perfecto para una velada emotiva, con la superación como protagonista.
EL REGALO MÁS ESPECIAL LLEGÓ DE PARTE DE DAPENA
Una de las sorpresas de la noche llegó de manos del actual subcampeón del mundo de triatlón, Pablo Dapena. El atleta pontevedrés acudió a la gala para estar junto a Arroyo en el día que recibía este galardón. Y además, le hizo entrega de un regalo que, seguramente, nunca podrá olvidar. Cuando Ramón Arroyo ya tenía en sus manos el trofeo HQR!-Ramón Escudeiro y pensaba que la emoción ya se había terminado, el triatleta pontevedrés subió al escenario para hacerle entrega de un maillot de triatlón, firmado por él y por Javier Gómez Noya.
Una sorpresa inesperada, un regalo inolvidable y uno de los momentos más especiales de la gala. Dapena y Arroyo se fundieron en un largo abrazo que mostró la emoción que suponía para ambos estar ahí, juntos, en una noche tan especial. Arroyo agarró con fuerza el maillot que le entregó Dapena, que llevaba el nombre del que, hace un año se proclamó campeón del mundo. Y, tras realizar una foto de ambos con la prenda en las manos, el triatleta procedió a pronunciar unas palabras sobre el protagonista de la noche. "Algo improvisado", como el mismo destacó.
Dapena comenzó afirmando que todo el mundo o, casi todo el mundo, conoce ya la historia de Ramón Arroyo. Sus hazañas y sus logros han pasado a la historia de todos aquellos vinculados con el deporte pero "Ramón se merece estar al mismo nivel que Gómez Noya, Mario Mola o compañía". El triatleta pontevedrés solo tuvo palabras de admiración y respeto para el madrileño. "Es un referente para todos", destacó Dapena, que aseguró también que Arroyo no solo ha permitido la visibilización de la esclerosis múltiple, sino que también "ha dado visibilidad al triatlón". "Gracias por aparecer en nuestras vidas". Esa fue la frase con la que Dapena finalizó. Mirando al protagonista y bajo la atenta mirada de la sala.
