Terremoto en la base del Teucro

El Teucro destituye a Víctor Crespo, técnico del Juvenil y el Cadete, por "desavenencias" ► El entrenador, crítico con la decisión y con algunas formas de actuar del club azul

Víctor Crespo, en partido del juvenil. DAVID FREIRE
photo_camera Víctor Crespo, en partido del juvenil. DAVID FREIRE

PONTEVEDRA. La relación del Teucro y Víctor Crespo ha tocado a su fin. Y lo ha hecho con cierta polémica. Después de que el técnico llegase este verano como la gran apuesta de la base teucrista, "desavenencias" entre él y el club han acabado con la relación mucho antes de lo previsto.

La coordinadora de la cantera del Teucro, Laura del Castillo, optó hace un mes por informar a la comisión deportiva de la entidad de su "malestar" con la "situación deportiva" de los equipos cadete y juvenil que dirigía Crespo. Según han informado fuentes del club, a la máxima responsable de la base "no le gustaba lo que estaba viendo" y propuso su cese, algo a lo que los dirigentes accedieron.

Dentro de esas razones, que tanto el técnico como el club han preferido reservarse, se encuentran los métodos de trabajo, la relación con algunos jugadores que se mostraban descontentos y otras cuestiones del día a día. Este conjunto acabó generando unas asperezas sin posibilidad de ser limadas.

Víctor Crespo apeló a los impagos como uno de los factores de su "desmotivación"

Tras recibir la comunicación por parte del Teucro, el técnico declaró a este diario que consideraba su destitución como algo fruto de un "desencuentro". "Una parte tenía un objetivo y la otra, el contrario", destacó el entrenador, que prefirió tratar de apaciguar el eco de un texto que publicó en su Facebook personal en el que criticó al club.

En ese comunicado, Crespo aseguró que aceptó cargos que no le correspondían "por no dejar colgado al club", lamentó que el Teucro "pidiese resultados sin poner medios" y que pese a que la institución pregona que "la base es lo más importante", los niños han tardado en recibir la ropa deportiva y apenas se les da "ni un triste bocadillo ni una botella de agua" los días de partido.

Asimismo, el entrenador también lamentó los cuatro meses de impagos, algo que le generó "desmotivación" pese a que "algunos" crean que "es algo normal trabajar gratis". "Del dinero que te deben no se sabe nada. Ellos pueden no cumplir, pero son "semidioses" y ponen los criterios morales", escribió.

Tras ser preguntado por este texto, el entrenador mostró un cierto "arrepentimiento" por lo que consideró "un calentón" y destacó que no tiene "nada personal contra nadie". "Tengo un mal sabor de boca. Le deseo lo mejor al Teucro y no quiero desprestigiarlo, al contrario", destacó.

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