24-29. Al Teucro se le baja la persiana

El equipo pontevedrés compitió de tú a tú al líder hasta el minuto 40, pero luego cayó
Dzokic recibe la bola ante la defensa del San José Obrero. GONZALO GARCÍA
photo_camera Dzokic recibe la bola ante la defensa del San José Obrero. GONZALO GARCÍA

Compitió de tú a tú ante el intratable líder. Pero la gasolina y las ideas le duraron 40 minutos. El Lirón Sociedad Deportiva Teucro encajó su décima derrota en 17 partidos disputados este curso. Lo hizo peleando, sí. Pero el resultado fue, de nuevo, negativo. Tanto que le aboca a certificar una permanencia más que probable para, luego, deambular por la zona baja de Primera Nacional.

Las bajas de Vinicius y Miguel Sío condicionaron sobremanera a un equipo azul que saltó a la pista del Municipal, en el que fue su estreno en el 2023 en casa, muy decidido a ponerle las cosas complicadas al equipo que apunta a campeón. Sobre una defensa agresiva que ensuciaba tanto la circulación como las acciones individuales del Lanzarote, el Teucro empezó a crecer. Y lo hizo porque en ataque encontró la fórmula para dañar a su rival a partir de las fijaciones en el sector derecho y las entradas diagonales de un Xurxo Rivas que dio el primer empujón a los suyos para colocarse con tres tantos de renta (7-4) justo antes de que se cumpliese el minuto 10.

A mejor

El líder no se encontraba en el Municipal y Martín Fernández lo demostró deteniéndole un siete metros al exteucrista Ángel Iglesias que permitió a los suyos avanzar hasta la renta de los cuatro goles. El guion era sorprendente e Iñaki Malumbres, técnico foráneo, también lo vio así porque paró el juego con el 12-8, a los 21 minutos. Javi Santana, excapitán del Teucro, terminó la arenga a los suyos con un grito que se escuchó en el tristemente cada vez más vacío Municipal: "Somos los primeros y hay que demostrarlo, señores".

Y aunque el Teucro llegó a alcanzar su máxima renta (13-8, minuto 22) en un penalti transformado por Brais Cerviño, el Lanzarote subió de marcha. Lo hizo sobre todo en defensa, ya que elevó su nivel de agresividad y empezó a incomodar a un Teucro cada vez más penalizado por su corta rotación. Un 1-4 de parcial, condicionado por dos pérdidas consecutivas de los locales, llevaron a Irene Vilaboa a pedir tiempo. Pero la cuesta abajo había comenzado. El 14-12 se convirtió en 15-13 justo antes del descanso.

El Teucro ya estaba mucho menos fluido. No hilaba pases, aunque Rhuan perdonó la oportunidad de volver a colocar el +3 en el marcador estampando contra Santana un siete metros y su rechace. Lanzarote recortó a un gol y entonces, el choque entró en un correcalles en el que ni unos ni otros terminaban ni de despegarse de nuevo, ni de empatar por fin. Hasta que tras un falta en ataque, el exteucrista Silva igualó (17-17). Casi de inmediato, una nueva pérdida elevó el 17-18 al marcador.

Al equipo azul se le habían fundido los plomos. Y aunque amagó con el empate tras el tiempo muerto de Vilaboa, no lo logró. Tras una falta sobre Dzokic que los colegiados no aplicaron y que dejó tumbado al capitán, Lanzarote se despegó contraatacando en un gesto no demasiado deportivo reprochado por equipo local y grada. Daba igual. La sensación era que al Teucro ya se le había bajado la persiana y así fue. Su resistencia duró 40 minutos.

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