33-26. El Teucro se estrella en su debut

Una nefasta primera parte acaba con las opciones del conjunto pontevedrés en su visita al Zamora ▶ El cuadro azul llegó al descanso con 20 goles en contra y ocho de desventaja
 
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photo_camera Gonçalo Morais con el balón durante un partido de la pretemporada. BEATRIZ CÍSCAR

Con una dura y clara derrota pagó su mal estreno el Teucro en Zamora, tras un partido de claro color local. El equipo lerezano, con muchos problemas en ataque y fugas constantes en defensa, renunció pronto ante el ritmo imparable de un rival que no dio ni la más mínima opción (33-26).

Las primeras ventajas del conjunto zamorano se fraguaron desde los primeros compases, aprovechando la endeblez defensiva pontevedresa, que por momentos se mostró indolente. Irene Vilaboa paró el duelo a los ocho minutos tras un inicio de 5-1, y volvió a detenerlo con 14-6.

El Zamora funcionaba como un reloj, con un rendimiento impropio de principio de temporada. La defensa local era rocosa, permitía recuperar muchos balones, forzando pérdidas rivales, y lanzar rápidas contras que acababan en peligro por el escaso balance defensivo del Teucro. El conjunto pontevedrés se mostró sin alma en muchas fases del duelo. Irene Vilaboa intentó cambiar el rumbo del duelo cambiando de manos la dirección de juego en hasta tres ocasiones, y también colocando a Deco de avanzado en defensa, pero el torrente ofensivo del conjunto local no se secó y se alcanzaba el descanso con un claro 20-12 para el BM Zamora.

MISMA TÓNICA. El paso por vestuarios cambió poco el decorado. Los anfitriones, muy intensos, tenían dos o tres marchas más que su oponente, no dando facilidades a Teucro. Eso sí, gracias a Joshua Rau la herida no fue mayor. Los minutos pasaban y el duelo estaba decidido, por las rentas de diez goles que siempre manejó Zamora y también por la sensación de que, desde muy pronto, la SD Teucro dimitió del encuentro. Mucho antes de lo esperado, el conjunto de Irene Vilaboa parecía haberse entregado y por eso, en ningún instante, hubo un halo de incertidumbre en el pabellón Ángel Nieto.

Cada vez que el bloque visitante recortaba la desventaja a los ocho goles, Zamora volvía a apretar y estiraba la goma. El Teucro acabó con honor y suturando ligeramente la brecha. Los buenos minutos de Martín Davila permitieron a su equipo un parcial de 0-4 que cerró el marcador en el 33-26 final.

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