Irene Vilaboa sabe que el juego que pretende implantar implica unos riesgos. Y los asume. La entrenadora del Teucro también valora con buena nota a su plantilla en este comienzo del ejercicio, a pesar de no haber obtenido todavía el primer triunfo, y cree que los jugadores reman en la dirección correcta para lograr los objetivos que se plantea el club.
"En lo que más incidimos todos los entrenadores es en cometer el menor número de errores posibles para no conceder ventajas a los rivales. Pero también tenemos que asumir que estamos a principio de temporada y que, si queremos implantar un estilo de juego rápido, casi sin rotaciones defensa-ataque, la velocidad de balón y de jugador van a implicar un porcentaje mayor de pérdidas. Queremos asumirlo y corregirlas a medida que vayan desarrollándose los partidos y los entrenamientos", explicó la directora de orquesta del conjunto azul.
Y en el sentido de minimizar errores, la técnica del cuadro pontevedrés es optimista, porque «la implicación y el trabajo del equipo es digno de valorar. Estamos por encima de lo que creía después de haber estado tantos meses parados», afirma con rotundidad.
"Veo al equipo comprometido, motivado. Es cierto que tenemos que introducir mejoras, pero este es el camino a seguir".
La plantilla lerezana tiene una gran juventud y afronta la competición tras seis meses de parón e incógnitas. Por eso y por su actitud, Vilaboa se muestra paciente y confiada al respecto de su crecimiento. "Tenemos mucho margen de mejora en todos los aspectos del juego. En la preparación incidimos en el aspecto físico tras seis meses de inactividad. Ahora nos falta por introducir nuevos elementos del juego para ajustarnos a cada tipo de rival que nos encontremos".
De ahí que no le preocupe llevar dos puntos de seis. "El Burgos era un rival difícil. Y los dos partidos de Cataluña fueron en canchas muy duras. El empate después de remontar en ambos casos, me parece algo positivo. No valoro negativamente el haber sacado un punto en cada uno".
