Víctor Castro es entrenador y mentor de un grupo que va a finalizar su etapa de formación disputando el Campeonato de España. Con un equipo que mezcla a jugadores cadetes con otros que saben lo que es competir en Asobal, asume que las bajas posibilidad de levantar el título no quitan el aprendizaje y la experiencia que adquirirán.
Reto conseguido. Después de unos días de reflexión, ¿cómo se siente con el pase a la fase final?
Fue de infarto. Nosotros en un grupo tan complicado podíamos entrever que el gol average podía ser importante ya que era un escenario muy factible el empate ante el Ademar. El partido fue de infarto, porque Ademar es un equipazo que podía ser medalla en el Campeonato de España perfectamente. Ellos hicieron muy buen partido, tuvieron suerte por momentos ya que su portero estuvo muy bien y nosotros tuvimos suerte en acciones puntuales en las que conseguimos marcar, José en portería estuvo de diez en momentos determinantes y pudimos hacerlo, sufrimos pero pudimos.
Dos equipos que podían estar perfectamente en la fase final y no sería ninguna injusticia, pero la suerte cayó del lado blanco.
Es trabajo, suerte... todo. Lo uno sin lo otro no tiene sentido, si tú haces las cosas muy bien y no tienes esa pizca de suerte pues te vas para casa, orgulloso pero te vas. Y solo con suerte tampoco haces nada. Hubo momentos en los que estuvimos contra las cuerdas.
Decía ahora lo del gol average. ¿Le hizo hincapié en eso a los jugadores durante la preparación?
Sí. A mí en 2017, en Bueu, me pasó lo contrario que nos quedamos fuera por gol average y quise hacer hincapié en que todas las acciones son importantes y eso incluye el gol average, ya que una acción es lo que hace que pases o no pases. Si vas a favor en el marcador, o si no lo vas, lo que no puedes hacer es dejar de luchar nunca. Ese es el mensaje con el que se tienen que quedar y el premio es que lucharon todas las bolas y defensas de campeonato.
Hay equipos como Barcelona o Granollers que solo con el nombre ya asustan. Pero a este nivel todos son igual de buenos
Tiene un equipo muy variado, con jugadores cadetes y otros en la dinámica del primer equipo, jugando en Asobal y con los que a veces no puede contar. ¿Es eso una ventaja o un hándicap?
Es difícil de coordinar, pero es una ventaja también ya que mejoran muchísimo y te permite también centrarte en otros jugadores para su mejora individual. Pero a la hora de coordinarte como equipo, en determinados momentos, parece que te faltan partidos o tiempo junto para coger la dinámica.
Y pese a los problemas de coordinación, llegan a esta fase final del campeonato invictos.
Sí, pero también hay que ver como fueron las cosas. Es muy bonito, pero hay que hacer honor a la verdad y es que hicimos una fase de clasificación para jugar en División de Honor en la que solo jugábamos dos equipos, luego una liga que se repartió en dos grupos y donde Cangas y Carballal estaban en el otro lado. Invictos sí, pero eso es lo que menos me preocupa ya que al final esto son las sensaciones y estamos con chicos en formación. Si las cosas se hubiesen dado de otra forma me hubiese ido satisfecho.
Tiene una generación con mucho futuro y eso es determinante.
Tenemos un internacional portugués, dos internacionales por España y luego gente que acude a las Jornada de Tecnificación, como Román o Marco. Si a eso le sumas a Pablo, que lo hemos fichado del Carballal, o a Mateo al final están rascando. Eso también hace que la gente vea el proyecto que tenemos y que quiera venir al Cisne porque sabe que va a tener tu oportunidad.
Comienza la cuenta atrás. ¿Cómo valora el grupo que les ha tocado?
Yo siempre soy optimista, lo veo factible. Si hubiese podido elegir, posiblemente habría elegido los rivales que tenemos. Hay equipos como Barcelona o Granollers, que al final tendremos que competir contra ellos si queremos llegar al final, pero solo con nombre ya asustan. Es cierto que ahora llegados a este nivel todos son igual de buenos, puedes tener un día malo o bueno, un día en el que no te salen las cosas, cansancio acumulado, el cambio de escenario. Que son factores que te pueden afectar, pero formativos para ellos.
A nivel probabilidades. ¿Qué porcentaje le da Víctor Castro a este equipo de levantar el título?
Posibilidades siempre hay. Son bajas, pero las hay. No me atrevo a dar un porcentaje y sé que es difícil, que son posibilidades bajas, pero son lo suficientemente altas como para trabajar. Nuestro objetivo es llegar lo más lejos posible, ¿por qué no? Pero tampoco vamos a hacer de esto una tragedia si no salen las cosas. ¿Tiramos la toalla? Nunca. Vamos a competir como lobos y en eso estoy seguro que mi equipo no va a fallar, pueden jugar mejor o peor, pero de que van a vaciarse y a darlo todo no tengo ninguna duda. Sé que vamos a competir más que cualquiera porque los mejores competidores los tengo yo. Es difícil pero a las posibilidades que tengamos nos vamos a agarrar.
¿Cómo ve a los jugadores de cara a este nuevo reto?
Motivados. Estas semanas de entrenamiento van a ser buenísimas. Estamos en primavera, hace buen tiempo... y con un objetivo potente. Teniendo en cuenta que son los últimos entrenamientos que vamos a tener juntos y que se liberaron de mucha presión... Están con el hype muy arriba y estos entrenamientos van a servir de verdad y van a valer.
Ha sido una temporada corta, pero echando la vista atrás, ¿la considera productiva hasta el momento?
La verdad es que esta temporada con tal de poder competir y más de poder tener partidos a este nivel, eso es la caña. Tal y como pintaba al principio, el hecho de estar entrenando, compitiendo varios fines de semana y tener partidos de este nivel... pues te hace pasar de un año que podía ser que se perdiese su formación a un año que realmente has aprovechado.
