El Cisne Los Sauces, ante la cita con la que lleva toda una vida soñando

El Cisne Colegio Los Sauces tiene este sábado una cita con la historia. El encuentro que el club pontevedrés disputará ante Villa de Aranda puede suponer un antes y un después en una temporada que ya se considera histórica para el club que preside Santiago Picallo.

El 17 de mayo de 2015 el Cisne escribió la que, hasta el día de este sábado, es la última página importante del libro de su vida cuando consiguió el ascenso a la División de Honor Plata del balonmano nacional. Ahora, casi cinco años después, vuelve a disputar un partido que puede suponer un punto de inflexión en su trayectoria.

Tras 18 jornadas de liga disputadas (tiene un encuentro pendiente) el Cisne llega a esta jornada con 16 victorias, un empate y una derrota en su casillero. Sin duda números de campeón para un equipo que está demostrando sobre la pista que el trabajo de los últimos años da los frutos deseados.

Sin embargo, enfrente estará esta tarde la bestia negra del bloque pontevedrés. El único equipo que, durante esta temporada, ha conseguido imponerse al conjunto que dirige Jabato. Villa de Aranda es, por decirlo así, la única asignatura pendiente del Cisne esta temporada y este sábado llegó el momento de la revancha de ese encuentro de la primera vuelta, en el que el bloque burgalés se llevó la victoria por 28-26.

Muchas cosas han cambiado desde ese partido de la jornada 5. En aquel encuentro, por ejemplo, no estaba Dani Ramos que, desde su vuelta de la lesión, se ha convertido en un jugador clave para que el Cisne continúe en lo más alto de la tabla clasificatoria.

El conjunto que dirige Jabato debe saber cuales fueron los puntos débiles en el encuentro disputado en Aranda y ser capaz de revertirlos para llevarse los dos puntos en el Municipal. Dos puntos que podrían significar dar un paso hacia delante en la pelea por el ascenso a Asobal, una lucha que tiene al Cisne como principal favorito ahora mismo.

TRIUNFO CLAVE. La importancia de este encuentro se define con la palabra ascenso. Con todavía diez encuentros de la temporada por delante, sumar dos puntos ante el inmediato perseguidor y, por consiguiente, favorito pondría muy de cara las cosas para los pupilos de Jabato. Con cinco puntos de ventaja sobre Aranda, supondría sacarle siete con un encuentro menos. Los números, sin duda, invitan a soñar y a creer.

El Cisne tiene hambre de triunfo, la afición tiene ganas de que el esfuerzo de toda la temporada se vea recompensado con el preciado premio de militar en Asobal la temporada que viene y la ciudad de Pontevedra tiene ganas de volver a tener a un equipo en la máxima categoría del balonmano nacional.

El trabajo de casi toda una vida, de una plantilla que ha trabajado junta desde hace años, que se conoce y se complementa, tiene que verse reflejado en el partido de esta tarde. Los 18 encuentros anteriores deben servir como reflejo de como hacer las cosas para conseguir la victoria y la garra y la ilusión que han acompañado a esta plantilla durante todo el año, deben multiplicarse por cien en el que está considerado como el Partidazo del año.

"Un antes y un después", eso es lo que puede significar el choque de esta tarde en palabras del presidente cisneísta, Santiago Picallo. Un antes y un después para acercarse al preciado sueño de dar el salto a la categoría de oro.

Un ascenso que significaría el doble por la situación en la que puede llegar. Sin ser catalogado como un equipo hecho para ascender, el Cisne se ha ido ganando, día a día, la etiqueta de favorito. Una catalogación que pesa bastante, pero que el conjunto pontevedrés ha sido capaz de llevar con orgullo y que se ha ganado a pulso hasta llegar a este momento clave de la temporada.

Los dos mejores equipos de la categoría se ven las caras este sábado en Pontevedra, una ciudad que respira balonmano por los cuatro costados. Cisne y Villa de Aranda tienen mucho que ganar, por lo que el encuentro de esta tarde se considera un partidazo de principio a fin.

El Cisne quiere hacer historia y la historia tiene una cita con el conjunto blanco, que este sábado puede dar un paso de gigante para escribir una nueva página de oro en su biografía.

LA AFICIÓN, UN JUGADOR MÁS. Si hay un jugador importante en este encuentro es el que representa la afición. El club ha hecho un llamamiento a los seguidores del club y a todos los amantes del balonmano para que les acompañen en esta cita. 

El ambiente en el Municipal marcará el devenir del encuentro, el aliento y la garra de los seguidores serán clave para llevar al Cisne a por la victoria. Cabe recordar que todos los socios de los clubes de la ciudad tendrán la entrada a la mitad de precio.