Manolo Tomé les puso los puntos sobre las ies a los jugadores del Pontevedra con una charla de media hora al inicio del entrenamiento que el conjunto granate llevó a cabo este lunes en la Ciudad Infantil Príncipe Felipe. No sorprende ni que se produjera la llamada a capítulo ni la duración de la charla, sino el lugar y la manera de hacerlo.
La conferencia no se llevó a cabo dentro del vestuario ni en el centro del rectángulo de juego, alejado de los focos y las miradas y oídos de los curiosos, sino en las gradas del campo de Príncipe Felipe.
Los futbolistas, visiblemente afectados por el resultado que obtuvieron en el campo de El Cerro del Espino, también manifestaron alguna opinión durante la conversación pública, aunque el hilo fue llevado por Tomé. En general, predominaron las cabezas bajadas y los rostros serios y preocupados en todos los presentes.
El preparador moañés le recriminó varios aspectos del juego a sus subordinados. Tres hombres se perdieron la confesión por diversos motivos. Teo y Castells disfrutaban de permiso del club para solucionar asuntos personales fuera de la ciudad, mientras que Rubén Reyes quedó en el vestuario trabajando con el fisioterapeuta del primero plantel, por lo que el técnico no estimó oportuno interrumpilo nos sus ejercicios.
Entre los aspectos tocados por Tomé, el atrevimiento a la hora de disputar el balón ocupó un foco importante. El técnico criticó la actitud dentro del campo de su once, dando a entender que algunos hombres del colectivo parecían no querer el balón. ''Parece que sólo corre el que tiene lana pelota'', les llegó a espetar el técnico, para manifestar su descontento con la falta de apoyos y de dinamismo en los movimientos sin esférico de los jugadores.
El entrenador les invitó a reflexionar a los jugadores sobre el encuentro que habían realizado. Les cuestionó si cada uno de ellos, individualmente, estaban contentos con el partido que habían llevado a cabo en Majadahonda y en los envites más recientes del campeonato. ''Pensadlo, ¿estáis satisfechos con lo que ha hecho cada uno?''.
Además, el moañés aclaró que le parecía normal la percepción que había obtenido un sector de la afición al ver el duelo en tierras madrileñas por la televisión, en el que semejó por momentos que no daban el cien por ciento de su rendimiento. ''A veces parece que no sudáis la camiseta y eso es lo que la gente percibe desde fuera'', llegó a juzgar.
Tomé también reflexionó al respeto de los cinco sancionados que acumula el plantel para el enfrentamiento contra el Alcalá del domingo. ''¿Sí estuviésemos a un punto de la salvación, cometeríais la tarjeta?'', les expresó.
Entre las aportaciones de los futbolistas, Dani Pendín, reconociendo el bajo rendimiento grupal y asumiendo la parte alícuota de su responsabilidad, recordó el atenuante de las grandes dificultades que padeció el club al largo del año y la gran convulsión vivida a nivel institucional, deportiva y económica, que influyeron de manera negativa en el colectivo.
Orlando
Al final del entrenamiento, Orlando Quintana analizó el contenido de la charla y expresó que ''nos sirvió para buscar las causas de esta situación y si hay alguna solución. Todos coincidimos en que pasa por pelear, pero hay que hacerlo, no decirlo. Sí salimos como los últimos partidos, estamos en Tercera''.
El arquero no cuestionó los comentarios de Tomé, sobre todo en el referido a la confianza en el juego. ''Ha dicho las cosas como son. Es lo que hay. No somos capaces de dar ni un pase a cinco metros. Queremos acabar las jugadas con un pase de 30 metros y antes de nada debemos coger confianza''.
El guardamallas también recordó que la convulsa temporada no ayudó demasiado. ''Todo lo que empieza mal, suele terminar mal. Empezamos la temporada debiéndonos mensualidades que en teoría se nos iban a pagar antes de acabar la anterior, tres entrenadores, problemas con los cobros, huelga, enfrentamiento entre los antiguos y los nuevos directivos. Quieras que no, eso te va a afectar, aunque te intentes abstraer''.
