Cambio histórico en el automovilismo gallego, que después de cuatro décadas ya no estará dirigido por Iván Corral o alguno de sus colaboradores. El pasado domingo la asamblea de la FGA ratificó lo que se preveía más que nunca: el final de una era.
Iván Corral accedió al cargo en el año 1983. Una etapa de luces y sombras, repleta de polémicas y del que se despide como consecuencia de una inhabilitación impuesta por la justicia deportiva que le impidió presentarse a las últimas elecciones.
El castigo le impidió postularse como candidato, pero no tratar de seguir controlando la Federación, por lo que promovió la candidatura de su fiel Carlos Álvarez, abogado vallisoletano, y considerado como el tapado de Corral.
Uno de los presidentes más emblemáticos del deporte gallego en las últimas décadas y con el que se cierra la "era Corral" para dar la bienvenida a la "era Troitiño". Antonio Rodríguez Troitiño, fundador y ex presidente de la escudería Lalín-Deza, asume el cargo como cabeza visible de Xeración Renova FGA junto a Alfonso García Eiriz. Un proyecto que apuesta por un automovilismo gallego "máis transparente, plural, participativo e asequible economicamente" y del que forman parte muchos de los que un día compartieron ideas junto a Iván Corral.
Pero acabaron distanciándose del carballiñés y ahora, a él se le acaba su mandato. 40 años después y no sin polémicas acusadas por sus opositores y por diferentes individuos del mundo del automovilismo gallego. Unas aguas agitadas por dos inhabilitaciones, licencias de asistencia, pruebas con un elevado coste económico, el alquiler al mismo ente federativo de uno de los locales propiedad de la esposa de Corral, Gloria de Burgos, y una indemnización fraudulenta.
"El cambio hacía mucha falta. Era algo que la gente estaba pidiendo y que costó mucho trabajo, pero al final conseguimos desbancar a Iván Corral", afirma Troitiño. El lalinense obtuvo 55 de los 57 votos emitidos en la votación para presidente en la asamblea de la Federación Galega de Automobilismo, celebrada el pasado domingo. En lo que se refiere a las votaciones de la comisión delegada, Xeración Renova FGA obtuvo todos los puestos en la mesa.
Nombramiento
Así, el próximo día 8 de febrero, Troitiño tomará posesión de su nuevo cargo como máximo dirigente de la Federación Galega de Automobilismo, poniendo fin y a la vez comienzo a una nueva era. Atrás quedan las cuatro décadas de mandato de Iván Corral, en las que el ente federativo se distanció de sus afiliados así como del resto de federaciones e incluso de las instituciones nacionales. 40 años marcados por la exigencia de las licencias de asistencia, la cual debía obtener cualquier piloto que quisiera competir en una prueba que se celebrara en Galicia.
En su trayectoria como presidente de la FGA, Corral sembró dudas con algunas de sus actuaciones y agitó las aguas del automovilismo gallego hasta caer derrotado contra una oposición que, en su momento, había estado de su lado. Desde que accedió al mandato del ente autonómico en el año 1983, el carballiñés tan solo vio interrumpida su actividad en 2020. Corral fue temporalmente inhabilitado por el Comité Galego de Xustiza Deportiva al ser juzgado por "abuso de autoridad" y "uso ilegítimo del cargo".
El ya ex presidente de la FGA fue acusado de alquilar unos locales propiedad de su esposa, Gloria de Burgos, al ente federativo, en los que situó la sede y el archivo de la Federación, en Ourense y Carballiño. Por otro lado estaba también la indemnización percibida por Corral tras ser autodespedido del cargo como gerente que ocupaba entonces en la institución. El carballiñés fue nuevamente inhabilitado al ser acusado de seguir ejerciendo su cargo "en la sombra" después de esa primera inhabilitación, lo cual le impidió finalmente presentarse a las últimas elecciones.
Ahora, Antonio Rodríguez Troitiño confía en "dejar atrás la imagen de los últimos años" ofrecida por la Federación, incluso a nivel institucional, desbloqueando las relaciones con otras federaciones y la administración pública.
Traslado de la sede federativa
Una de las primeras decisiones de Troitiño y su junta directiva es cambiar la ubicación de la sede de la Federación, que desde hace muchas décadas está en Carballiño, en un local de la familia de Corral. "La vamos a llevar hacia la zona de Santiago de Compostela o alrededores. Cuanto más hacia el centro de Galicia, mejor", afirma el nuevo presidente, aunque antes llevarán a cabo una auditoría.
Un proyecto moderno
El lalinense Antonio Rodríguez Troitiño tiene ahora en su mano renovar por completo una FGA que él mismo califica como "obsoleta".
Son muchos los proyectos en mente del lalinense y su equipo, después de un proceso electoral en el que "todo fue intentar bloquear nuestra candidatura, pero al final estamos muy satisfechos porque conseguimos desbancar a Iván Corral". Para Troitiño, la clave fue "hablar con todos los afiliados, escucharlos y elaborar un programa electoral factible de llevar a cabo. Conseguimos sacar ese miedo a votar una alternativa que no fuera Iván Corral".
Mandatos
El nuevo presidente del ente federativo buscar dar a la FGA una nueva imagen, más cercana a sus miembros y que ayude a impulsar el automovilismo en Galicia. Para ello, uno de los primeros puntos a tratar son las licencias: "Proponemos que no se tramite la licencia de asistencia porque la vemos de un ámbito exclusivamente recaudatorio". Así, Renova FGA propone que aquellos pilotos que quieran participar en alguna prueba en Galicia se saquen "un permiso de participación". Otro de los puntos clave es el límite de mandatos: "Es bueno que no estés pegado a un sillón. Eso lleva a malos hábitos, por eso buscamos un cambio cada poco tiempo".
Respaldo
Troitiño tiene claro que quiere "captar mucho más público" y para ello ya está trabajando en el calendario definitivo de 2023, que se conocerá en alrededor de 15 días, así como en la renovación de la web de la Federación. "Estamos con un logotipo obsoleto y la web no es operativa. Además queremos trabajar en redes sociales. Los tiempos van cambiando y eso será prioritario".
