Un mundo de color granate

Aficionados del Pontevedra de todos los puntos del planeta animan al conjunto de Pasarón en el tramo final de la temporada desde la distancia

Granates por el mundo
photo_camera Granates por el mundo

En 1969, Edward Rammage se compró un equipo de Subbuteo (juego con el que crecieron varias generaciones de niños desde los años 60) de color vino. Edward intentó averiguar qué conjunto de la Premier League vestía aquellos colores. "No había ninguno". Dedujo que se trataba de alguna escuadra de la Primera División española. Su hipótesis lo llevó a buen puerto y su búsqueda tuvo final feliz. Aquellos muñecos que intentaban marcar goles a golpe de índice con su peculiar vestimenta eran los componentes de la plantilla del Pontevedra. 

Estar en el Subbuteo entonces era como aparecer en los videojuegos del FIFA o el ProVolution Soccer de hoy: ponía a los clubes en el mapa para millones de niños. Para un adolescente de Gibraltar como Edward, el color vino fue un argumento suficiente para afiliarse a su equipo. Desde entonces lleva al Pontevedra en el corazón. "Estamos sufriendo todos los años. Todavía no hemos ganado la Champions", asegura con una mezcla de parsimoniosa cadencia inglesa y acento gaditano. "Ser del PCF, para mí, tiene mucho encanto". 

Eddie, como así lo llaman sus amigos, es uno de los muchos aficionados que viven y animan al cuadro granate desde la lejanía. Luce orgulloso la elástica del 70 aniversario, la que le llevó una tía suya que visitó Galicia hace unos años. "La camiseta está nueva. No me la pongo para que no se gaste. También tengo la bufanda".

Edward Ramagge. DP

Y es que, después de casi medio siglo de granatismo, no ha visitado todavía Pasarón, algo que reconoce que le emocionaría. De hecho, solo pudo ver en una ocasión al cuadro pontevedrés. Fue en La Línea de la Concepción. "Fue cuando en Segunda B había un grupo único. Recuerdo que el autocar del equipo se había escacharrado en Badajoz y que perdimos 1-0 en el minuto 90". Cuando marcó la Balona (Balompédica Linense), "todo el mundo se puso en pie a saltar, menos yo. Los que me rodeaban se quedaron mirándome, como diciendo, este es gallego".

Se hizo seguidor del equipo granate gracias al Subbuteo 

Todo el mundo en Gibraltar sabe que Eddie es fan del Pontevedra. "Salgo a la calle y me conocen. Soy famoso por eso". Sus amigos repasan con él los resultados de la Segunda B, en una provincia inglesa dividida entre los seguidores de la Premier y la Primera División española. 

Eddie lee todos los periódicos de Pontevedra, "el Diario, el Faro, la Voz y Pontevedraviva. Lo sé todo del equipo" y ve los partidos por "la Gallega2. Cuando no tenía internet, mis compañeros me los grababan en vídeo. Ahora es una alegría poder seguirlo, sino por el ordenador, por la aplicación en el IPAD". 

Con todo lo que ha visto, este trabajador del Gobierno de Gibraltar cree que el equipo granate conservará la categoría. "Después de ganar la Copa RFEF, si nos salvamos, la temporada no es tan mala. Antes no veía tan bien la cosa, pero ahora estamos ganando más partidos". Y es que, para Eddie, el Pontevedra no está donde merece. "No podemos descender, que la Segunda B ya es bastante barro. Y a ver si subimos pronto, que nuestro lugar es Segunda, como mínimo". 

"Granates debaixo das pedras"

Manuel Suárez introdujo su camiseta y su bandera del Pontevedra en el campo del Leicester el día que el modesto club inglés celebró el título de la Premier. "Os afeccionados parábannos e preguntábanme de que equipo era a camiseta. Explicáballo e pedíanme facerse fotos comigo".

Manuel Suárez (Oxford, INglaterra)Manuel es un trotamundos con un vínculo tan fuerte con el Pontevedra que pasado mañana estará en La Albuera para presenciar el partido entre la Gimnástica Segoviana y su equipo, a pesar de que ahora mismo se encuentra a más de 2.000 kilómetros.

"Vasme fastidiar a exclusiva", explica antes de pararse con los detalles de su viaje exprés para ir a ver el encuentro en Segovia junto a sus amigos, que ignoran que se desplazará ex profeso para ver el encuentro. "Saio o domingo ás seis de Londres a Madrid, cóllenme alí e vou a Segovia. E o luns á mañá pillo outro voo e regreso á casa".  Es posible que su padre, que "le sempre o Diario", se esté enterando ahora mismo por la prensa.

Manuel vive en Oxford, pero antes estuvo en Noruega, en 2015, el año del ascenso. "Pensei en ir ver o partido do Mensajero, pero era unha tolería. Tiven a sorte de que despois si puiden estar contra o Haro". Antes había vivido en La Habana y hacía virguerías con la señal de Internet de la que disponía para poder conectarse a la hora del final de los encuentros y así conocer los resultados. 
 

"Non puiden ver o meu abono en toda a temporada"

El trabajo, como le sucedió a tantos gallegos, se llevó a Miguel Valdenebro a Suecia en 2013. Actualmente trabaja en Örebro como controller financiero, en un país con un nivel de vida espectacular, orientado hacia el bienestar y el disfrute de las familias y en el que el interés por el fútbol es conocer la vida de Zlatan y ver partidos de la Premier League inglesa. "Intentei seguir a Primeira sueca, e decateime entón de que, en comparación, o nivel da Segunda División B non é tan malo como cría".Miguel Valdenebro

Valde sigue al Pontevedra con devoción desde hace 21 años, cuando acudió por primera vez a Pasarón, estando todavía en el colegio. Desde entonces solo conoce el color granate. "Pregúntanme: 'es do Barça?, do Madrid?' Teño que dicirlles que son do Pontevedra, e logo explicarles que é o Pontevedra", resume.

A pesar de la distancia, no ha dejado de ser abonado de la entidad de sus amores —"non vin o meu abono en toda a temporada"— ni tampoco de presenciar los encuentros por la tele. "Teño que agradecerlle moito á Televisión de Galicia. Grazas a ela e a outras canles autonómicas, debín ver 20 ou 22 partidos desta temporada".

Entre sus aventuras destaca la de coger un vuelo para ver ascender al equipo por última vez a Segunda B. "Se estivesemos para ascender, pillaría un avión para ir ao encontro contra o Unión Adarve", sostiene.
Pero el ascenso está lejos. Su diagnóstico del equipo, en todo caso, es favorable en su nueva lucha, la de la permanencia. Sobrevivirá. "Están nunha tendencia positiva agora, sobre todo despois da vitoria contra o Valladolid B. Esta temporada lémbrame á da salvación do 2000-01, na que estivera Luismi no equipo como xogador". En aquella ocasión el Pontevedra se salvó en la última jornada, con una igualada contra el Club Deportivo Ourense en O Couto.

Valde no quiere contemplar la posibilidad del descenso. "Sería un revés baixar esta temporada. Hai moi boa base, está saíndo xente da casa, e aínda que hai puntos negativos no club, economicamente nunca estivo tan ben e a canteira está a dar os seus froitos". 

Desde su retiro de paz sueca, Valde sólo le pide un último favor en este curso a los dirigentes del Pontevedra: la renovación de Edu Sousa. "Os seareiros cremos nel, non só por como xoga, senón polo que representa".
 


"Me siento un granate más. Lo seré para toda la vida"

Michael Doran llegó a Galicia en septiembre de 2014 para ejercer como profesor de apoyo de Inglés en el instituto de A Xunqueira. A los tres días estaba en el Fondo Norte de Pasarón, viendo al Pontevedra perder contra el Sanxenxo por 0-1. Desarraigado de los principales equipos de Belfast, "por primera vez sentí que tenía a un equipo cerca de casa al que apoyar. En Irlanda hay un club a un kilómetro de donde vivo, pero nunca iría a verlo, por lo que cantan, por el ambiente que hay, por las banderas que llevan". Así se convirtió en un hincha del Pontevedra desde su segundo día de estancia en la ciudad. "Me hice granate para toda la vida".Michael Doran

Aunque no hay muchos fieles del Pontevedra irlandeses, él defiende su romántica postura con bravura. "No me parece tan raro. Hay gente que sigue la NBA. Me alegro de haber estado ahí y me siento un granate más. Además, menos cantar en el estadio puedo hacer de todo", gracias a las redes sociales y a las retransmisiones de Radio Pontevedra y a la G2.

Michael no sabía nada de Galicia ni de Pontevedra antes de pisarla por primera vez, pero pronto encajó en su sociedad. "Engordé diez kilos con la comida y la cerveza. Bebemos más en Irlanda, pero ahí las noches son más largas y la cerveza más barata", dice con un castellano impecable.

Aquella de 2014-15 "fue una temporada increíble para mí". De hecho, fue uno de los valientes que viajó a Haro en el play-off. "Éramos unos 45. Todos al sol, a 35 grados. Después vivimos el partido de vuelta en Pasarón. Fue un día magnífico, un partido magnífico, unas celebraciones magníficas, y dos días después regresé a Irlanda", donde hoy luce la camiseta blanca del 75 aniversario o la edición limitada de la Copa RFEF.

"Ao paso do sogro"

"Seguramente hai máis afección ao Pontevedra do que se ve en Pasarón", sostiene Luis Lemos, seguidor cerdedense del PCF que ejerce como entrenador de categorías de formación en el West Ottawa Soccer Club de la capital canadiense. Lo primero que hizo al llegar a Canadá fue buscar un partidillo en el que participar. A la cita acudió con su camiseta granate.Luis Lemos

"Ao ser un deporte minoritario aquí, conectas rapidamente cos outros xogadores". Actualmente, además de entrenar juega en una liguilla (los equipos son mixtos), en la que demuestra sus habilidades en banda izquierda o en punta. 

Luis destaca la extrema educación y deportividad de los canadienses en el balompié. "Respéctase moito ao árbitro e, ao final do partido, os rapaces dos dous equipos saúdan aos seus pais a aos dos rivais".

La señal, geobloqueada, y la diferencia horaria le dificultan el seguimiento de los partidos, pero se mantiene puntualmente informado del Pontevedra. "O que me marca o paso é o meu sogro, Manolo".
Su cuenta de Twitter, @LuisRLemos, le ayuda a interactuar con sus paisanos y otros aficionados granates. Uno de sus objetivos para sus próximas vacaciones es contactar con el PCF para conocer sus métodos de trabajo formativo.

A los niños del West Ottawa, a los que entrena, les seduce LaLiga. ·Preguntan por Messi e Cristiano·. Sus amigos de allí ven el escudo del Pontevedra y se interesan por él. El granate siempre llama la atención.

"Voy a ver el último en casa. No me lo voy a perder"

"Uno de mis primeros recuerdos de Pasarón era una pancarta que colocamos en el Fondo Norte en un amistoso que España jugó en Pontevedra: Clemente, atención; Couto selección. Debió de ser en el 96 o el 97". Juan Carlos García tenía trece años cuando comenzó a acudir al campo a ver fútbol de Segunda B. Juan Carlos García

Este pontevedrés, con raíces en Combarro (Poio) y Seixido (A Lama), lleva media vida en la diáspora. Vivió y trabajó en México y desde hace un par de años es abogado en la turística Bath, ciudad próxima a Bristol, donde el rugby convive con el fútbol por el título de deporte rey local. "Vi al Manchester City ganar en Bristol en la FA CUP y me enganché al rugby por el ambiente que genera. El equipo está en Primera, tienen un campo con un aforo para 15.000 personas y lo llenan siempre". 

Juan Carlos conserva todavía una camiseta del Pontevedra de la etapa en la que Nino Mirón era presidente, "cuando tenía la publicidad de Ence. Está nueva, está perfecta. También tengo la bufanda y el chándal de este año, que lo compré en septiembre", explica.

Las buenas comunicaciones entre Inglaterra y Galicia le han permitido acudir a cuatro partidos en este ejercicio. "Fui a ver la vuelta de la final de Copa Federación, contra el Ontinyent, y al partido contra el Guijuelo".

Pero no se acabará ahí su periplo viajero para asistir a Pasarón. "Pienso ir al último partido en casa, contra el Unión Adarve. Estaré en Galicia y no me lo voy a perder".

Algunos oriundos le preguntan a veces por la camiseta granate. "Estamos en Segunda División", les dice, pero "ya subiremos".

"Desde aquí le transmito toda mi energía"

Muchos de los recuerdos de María Buceta ardieron en el gran incendio que afectó a la fábrica en la que trabaja como gerente, en Chiloé (isla de Chile conocida como nueva Galicia por su riqueza paisajística). Perdió recuerdos de Pontevedra, del Pontevedra y del Teucro, equipo del que es una fan empedernida. Pero también "soy granate y del Pontevedra, porque soy de Pontevedra. En la lejanía, las emociones son más intensas. Todo te une con más fuerza a casa".Maria Buceta. DP

María intenta seguir la evolución del deporte pontevedrés en la distancia, pero en América no es tan sencillo como en Europa. "La señal está geobloqueada. No puedo ver los partidos que ofrecen por la Televisión de Galicia ni la misma programación que en España. El mensaje suena a prohibición impuesta: encima que estoy a miles de kilómetros, estoy geobloqueada".

Esta joven pontevedresa sacia su apetito informativo a través de las redes sociales y mediante las conexiones telefónicas. "Estoy en grupos de WhatsApp del Teucro y el Pontevedra que me tienen al día".

En Chile, sus vecinos y compañeros saben ya sus aficiones deportivas. De hecho "te preguntan de qué equipo eres, se interesan, tienen curiosidad y lo siguen". 

Buceta no quiere obviar el valor de la gestión de sus dos equipos. "Cuando me fui, los dos estuvieron a punto de desaparecer y gracias a la valentía de personas que tomaron las riendas se han salvado".

 Ahora está "segura" de que el Pontevedra se salvará. "Desde aquí le transmito mi energía".

"Ya me he sacado el vuelo para el último partido"

Sergio Sánchez Quiroga, aquel lateral asturiano de principios de siglo a quien Rafa Córdoba llamaba Omaíta, por su parecido con uno de los Morancos, fue quien convenció a Kevin Tobío-Phillips de que fuese a ver al Pontevedra a Pasarón. Tenía ocho o nueve años y desde entonces no ha dejado nunca al equipo granate. "Al año siguiente nos hicimos socios seis o siete compañeros del equipo del colegio. Y hasta ahora".

Hoy este ingeniero pontevedrés  vive en la localidad de Baden, en el cantón alemán de Suiza, cerca de Zürich. Y aunque no ha podido pisar el campo de la ribera del Lérez en la presente campaña (sí pudo ver los partidos de la zona de Madrid al comienzo del curso, cuando estaba trabajando en la capital de España), lo sigue por la tele o tirando de Radio Pontevedra.Kevin Tobío Phillips. DP

"Cuando estaba en Madrid nos reuníamos los domingos después de los partidos de Fútbol 7 que jugábamos con nuestro equipo, el Atlético Pontevedrés, hacíamos una comida y veíamos el fútbol en la TVG2 on-line".

Junto con su hermano, también usa el WhatsApp para seguir los encuentros en un grupo en el que "los que pueden ir cada domingo al campo nos cuentan las jugadas en directo. Hay mucha salsa en este grupo", dice riéndose.

Aún conserva un par de camisetas: la de Cabrera Cava para su hermano y la de la temporada 2009-10 para él.

Después de vivir la fase el año pasado, tanto en Murcia como en Pasarón, está dispuesto a todo por ayudar. "Por si acaso y esperemos no necesitarlo, yo ya me he sacado el vuelo para ir a Madrid en mayo y estar en el último partido contra el Atlético B. Allí estaremos todos".

"O obxectivo é celebrar un ascenso coa miña afillada"

Xabi Villalba no pudo disfrutar de la celebración del ascenso a Segunda División del Pontevedra en 2004 porque ·tiña 17 anos e meus pais mandáronme para a casa·. Xabi había visto jugar a Pablo Vázquez y Pablo Couto. ·Eu ía a Pasarón nunha época na que os vellos lles pegaban paus aos xuíces de liña· desde la grada, recuerda. 

Xabier VillalbaNunca se perdonará no haber estado en Anduva, en aquella misma fase de ascenso que acabó en éxito dos semanas después. "Teño celos do meu mellor amigo, Chechu, que si estivo alí. Agora é o pai da miña afillada e quero gozar dun ascenso con ela. Ese é o meu obxectivo".

De momento, disfruta y sufre  desde la distancia en clave granate. Vive en Bratislava, capital de Eslovaquia, donde además de tener su trabajo de agente de compras ejerce como árbitro. También lo hizo en Brasil y en Polonia. "Pasei máis medo en Brasil e en Galicia que aquí. Xogan duro entre eles, pero respectan a autoridade do colexiado", explica Xabi, un auténtico trotamundos en la última década, que ha aprendido algunas palabras en eslovaco para poder dirigir a sus nuevos vecinos. "Son moi frouxos. Aquí manda o hockey xeo".

Ahora piensa en el PCF y en el futuro. Como todos, echa de menos a Mario Barco, aunque es moderadamente optimista al respecto del objetivo de la permanencia. También piensa a largo plazo. "Sei que Lupe Murillo é unha gran empresaria e unha boa xestora. Non vai facer as tolerías que fixo Nino Mirón". Pide calma, paciencia y crecer con orden y sin prisa.

"Temos que crear unha base de cara ao futuro", asevera desde Eslovaquia.

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