El Pontevedra se va al parón navideño con un sufrido triunfo contra el Dorneda (3-1)

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El nivel de la categoría es tan bajo que el Pontevedra no tiene la necesidad de agradar para llevarse los tres puntos. Su fondo de armario, su calidad, sus jugadores y la longitud de Pasarón, más largo que un día sin pan para los rivales, es suficiente para que vaya sumando triunfos y se coloque cerca de la zona de play off.

(Vídeo gentileza de PontevedraTV)

El equipo granate acabó el año a dos puntos de la promoción de ascenso gracias a su triunfo contra el Dorneda. Kevin, Javi Otero, Pablo Carnero y Edu, cada uno con una historia que contar, protagonizaron el triunfo local con meritorias acciones puntuales. Kevin «tiene mucho que aprender, muchas patadas que recibir», dice su entrenador al recordar su nombre. De momento él da los golpes y marca los goles. Ayer volvió a hacerlo, tiró un balón al poste y participó en otro de los tantos.

Se desconoce si es más grande su calva, su capacidad de pelea en todos los rincones del campo o su oportunismo. Siempre aporta algo. También Pablo Carnero, ayer intermitente. Siéndolo logró un gol, dio media asistencia y volvió a ser un referente arriba. Es de otra categoría.

Javi Otero regresó, acabó el partido. Le falta pulmón, pero no corazón. Un gol y una acción personal culminada con asistencia coronaron su participación. Es necesario. Está capacitado para hacer algo distinto.

El cuarto en discordia fue Edu. El arquero tudense no marcó goles ni dio asistencias, pero voló de forma prodigiosa para evitar con su manopla el empate. El Dorneda, aunque el marcador quiera decir lo contrario, puso contra las cuerdas al Pontevedra en el comienzo de la segunda parte. Edu hizo una parada a la salida de un córner en pleno asedio inicial del conjunto de Oleiros.

El Pontevedra llevó al descanso con un cómodo 2-0. La mente de los jugadores pareció quedarse en el vestuario al inicio del segundo período. Solo su portero jugó ese tiempo. Un vuelo suyo redondeó una actuación salvadora. Chequi había conectado un obús a la escuadra derecha de su meta y entonces el guardameta sacó el guante y mostró el camino de la Navidad a sus compañeros.

El primer tiempo fue de claro control y dominio del Pontevedra. Excepto algún despiste defensivo sin gravedad ni consecuencias, el cuadro lerezano se mostró superior a su contrario y dispuso de las mejores ocasiones.

Tras una acción individual de Yago, en la que Feito y Miguel carecieron de contundencia y Edu salvó, el cuadro local creció. Se hizo con las riendas, entró por las bandas, a veces sin orden, y generó sus primeras situaciones de peligro. Un centro de Pablo Carnero rematado por Kevin y despejado en corto por el arquero local en una prodigiosa estirada fue aprovechado por Javi Otero para inaugurar el tanteador.

El cuadro lerezano tuvo entonces sus mejores momentos. Kevin se sacó una latigazo desde el borde del área que habría roto la red de alcanzarla y provocó un terremoto en Pasarón como los que a veces se producen entre Becerreá y Triacastela. La insistencia del argentino en la búsqueda del tanto encontró premio antes del descanso.

El Dorneda, que había concedido facilidades defensivas, se halló con la fatalidad de que su central Cristian se lesionó y se tuvo que marchar del campo.

Con uno menos sobre el césped, el Dorneda no pudo taponar una entrada de David Pérez, que cedió atrás para que Pablo Lede finalizase. El rechace de su lanzamiento fue cazado por Kevin, que envió el cuero al fondo de las mallas.

Olía a goleada y acabó en susto. El Dorneda se recompuso, adelantó filas y pilló al Pontevedra dormido en el segundo acto. Jorge logró el 2-1 con una volea magnífica que se coló en la escuadra de Edu. El resto del peligro, que fue mucho, lo abortó el portero con alguna colaboración de la defensa.

Con el paso de los minutos el Dorneda perdió fuelle y frescura. Pasarón se puso nervioso, pero al final sonrió. Javi Otero protagonizó una acción genial por la izquierda, asistió a Carnero y éste selló el 3-1 final en el descuento.

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