1-0. Unionistas agrava la crisis de un desafortunado Pontevedra

El club granate tuvo ocasiones, pero le faltó única y exclusivamente el acierto de cara a gol para al menos empatar el duelo
Un instante del Unionistas-Pontevedra. TWITTER
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Sigue sin reaccionar el Pontevedra, que en su visita al líder de la categoría, cayó por 1-0 y acumula tres derrotas consecutivas y cinco jornadas sin saber lo que es ganar. La escuadra de la Boa Vila encajó al filo del descanso por un penalti tonto de Xisco Campos y a partir de ahí, remó sin premio. Tuvo ocasiones, pero le faltó única y exclusivamente el acierto de cara a gol para al menos empatar el duelo.

Al contrario que en los dos partidos anteriores, el PCF salió bien plantado al sintético del Reina Sofía. El plan era claro: arriesgar lo mínimo, buscar el fútbol directo y tratar de robar con presión adelantada para dañar al rival cerca de su área. No lo permitió Unionistas, que apostó por su habitual estilo de poco riesgo en la construcción. El resultado: una igualdad absoluta, con mucho balón aéreo, imprecisiones y pocas ocasiones.

Aún así, pudo adelantarse el Pontevedra, que daba signos de peligro cada vez que tenía paciencia con el balón. Álex atrajo con su conducción y cedió a Jorge, que desde la frontal se inventó un chut peligroso con su pierna menos hábil que Serna, imperial durante toda la tarde, atrapó. 

Respondió entonces Unionistas, que en torno a la media hora se empezó a soltar aprovechando la llegada de la segunda línea. Montes recibió un pase filtrado y Mario le ganó en el mano a mano. Luego, Viana probó con una volea peligrosa. El PCF había bajado algún entero, pero el encuentro se encaminaba igualado al descanso hasta que en un centro desde la izquierda, el balón dio en las manos de Xisco. Penalti sin discusión y Aythami, a lo Panenka, no fallaba. Tocaba el más difícil todavía.

Ramos intentó agitar al equipo con un cambio de hombre por hombre para ampliar el campo con Oier y dejar a Jorge definitivamente por dentro. Y la jugada le salió bien. Aunque tardase minutos en hacer efecto y tuviese que introducir otra nueva sustitución: Borja fuera, Damià dentro. A partir de entonces, el mallorquín tomó las riendas del encuentro y dirigió al equipo granate, que mezclaba momentos de achuchar con otros de imprecisiones. 

No mató Unionistas en dos ocasiones claras al poco de comenzar y los cambios hicieron mejor al PCF, que acogotó al líder de la categoría y debió empatar a balón parado. Primero, con un servicio desde la izquierda al segundo palo que Xisco devolvió al corazón del área. Oier, con todo a favor, la mandó al larguero. Fue la más clara de los visitantes, que aún tuvieron una oportunidad que ni pintada más. En otra acción nacida en un balón parado, de nuevo Xisco Campos entró al segundo palo. El central se elevó para romper la infinita puerta a cero de Unionistas, pero Serna se sacó una parada extraordinaria para demostrar porqué ha sido, hasta ahora, el mejor meta del grupo. En la acción posterior, Xisco pagó su frustración con una entrada para frenar la contra que el colegiado entendió como demasiado violenta y castigó con una rigurosísima tarjeta roja.

Con uno menos, el PCF siguió rondando el área rival, pero todo se convirtió ya en un quiero y no puedo que cristalizó en una nueva derrota. El equipo no reacciona, la crisis se agranda. Pese a que la imagen fue netamente mejor que la de las últimas jornadas, el tiempo apremia.

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