Ha sido el último en llegar y el domingo jugó sus primeros minutos. Hoy, Mario Ortiz (Santander, 1989) podrá seguir rodándose con su nuevo equipo en Ourense, a partir de las 20.00 horas en el tercer amistoso del verano.
¿Qué tal su llegada a Pontevedra?
Llegué el pasado miércoles y la verdad es que bien: encontré piso rápido, la gente del vestuario es fantástica y los entrenamientos son intensos y con balón. Me gusta todo.
¿Es más difícil integrarse en un equipo ya hecho como este?
Para mí, es más fácil. Considero que todo va más fluido y rodado, que no tienes que empezar de cero con todo. Es más sencillo integrarte y empezar a formar parte del grupo. Y a nivel futbolístico, lo mismo. Además, yo ya conocía a Yelko y me entiendo con él en el campo. Con Bastos, lo mismo.
¿Por qué escogió el Pontevedra?
Hablé con Toni (Otero) y me detalló el proyecto. Además, este es un equipo con historia y tiene un campo en el que siempre me ha gustado jugar, difícil cuando vienes de visitante. También vengo de un año complicado. Ha sido el más difícil de mi carrera. Todo lo que se me dijo aquí era más o menos lo que estaba buscando y decidí embarcarme en este proyecto. Porque encima, estoy viendo que lo que se me ha dicho se está cumpliendo.
Citó a Bastos y Yelko. Imagino que han hecho fuerza para convencerle hablándole del club.
¡Bastos tampoco me quería soltar mucha prenda, eh! No es muy hablador (ríe). Pero sí, hablé con ellos, con Pol Bueso, José Picón, Mario Fernández... Me había hablado mucha gente de Pontevedra y de lo que era el club. Ninguno me ha puesto la más mínima pega. Y a la vista está, porque llevo una semana y está yendo todo muy bien. Estoy muy contento de haber venido aquí.
Hablaba antes del peso que tiene el balón en los entrenamientos. En estas categorías en las que se suele destruir más que crear, me imagino que para un mediocentro como usted pesa mucho el hecho de estar en un equipo que pretenda ser protagonista.
Sí, sí. Está claro que no siempre se puede ser protagonista con el balón y habrá momentos o partidos en los que tengas que tenerla menos. Pero sí es importante para mí estar en un club que quiera tratar bien el balón porque ahí es cuando mejor me encuentro. Puedo sacar lo mejor de mí. Además, estoy viendo que en el Pontevedra hay gente con buen pie. La verdad es que buscaba algo así, porque el año pasado se me dijo que iba a ser una cosa parecida y finalmente no lo fue.
Por el proyecto, por la historia del club y por el estadio. El año pasado fue complicado y aquí encontré todo lo que buscaba
Entiendo que el hecho de haber trabajado con entrenadores como De la Barrera le ha hecho pensar así. No sé si aquella etapa en León fue la mejor de su carrera.
Sí, podría decir que fueron mis mejores años. Aunque debo decir que en los tres ascensos que logré a Segunda fueron en equipos con buen trato de balón. Algo que, a día de hoy se está perdiendo un poco, como dices tú.
¿Y por qué cree que es así?
Pues... me gustaría saberlo (ríe). Yo no estoy nada de acuerdo con no querer tener la pelota. Está claro teniéndola te expones a que te hagan contraataques, pero pienso que si eres capaz de ser versátil y variar de vez en cuando a algo más directo, eres un equipo mucho más difícil de defender.
Por su experiencia, ¿se puede ser protagonista teniendo, teóricamente, menos nivel que la mayoría al ser recién ascendido?
A ver, sí. Sé que es pretemporada y no se puede valorar mucho, pero el otro día en el partido contra el Lugo se vio. No sé cuánta carga tendría el rival y hay que ser prudentes. Pero si tienes confianza y crees en la idea, le puedes quitar el balón a cualquier equipo. Los futbolistas de esta categoría están capacitados para ‘jugar al fútbol’.
En Vilalonga actuó como mediocentro más posicional. ¿Es más ese ‘6’ o un ‘8’, un centrocampista más ofensivo con capacidad para llegar al área rival?
Durante mi carrera, he jugado más de ‘8’. Pero no tengo problema en ser ‘6’. Dependiendo de con quien juegues al lado, deberás defender más o podrás tener más libertad. Me encuentro cómodo de las dos maneras. Me puedo adaptar a cualquiera de los roles. Vengo con una fe ciega de encontrarme con un año en el que vuelva a ser yo.
Tiene dos ‘huesos’ duros con Román y Yelko.
La verdad es que sí. Habrá momentos en los que juegue y otros en los que no. Lo bueno de la competencia es eso: te va a hacer crecer día tras día. Pero con la idea que tenemos de juego, te toque participar o no, lo afrontas todo de otra manera. El año pasado era totalmente diferente...
Se apostó por una idea de juego totalmente diferente. Si no estás en un equipo donde puedas rendir... es complicado
Por ahí le quería preguntar. Habla constantemente del año pasado. ¿Qué pasó?
No jugué prácticamente nada, al contrario que en los años anteriores. Se apostó por una idea de juego totalmente diferente (con respecto a lo que se dijo). El míster buscaba otro tipo de jugador y yo no entraba dentro de los planes. Al final, si no estás en un equipo que juegue a algo en lo que puedas rendir... es complicado. Tú intentas remar, pero sabes que para ese estilo de juego es difícil.
Entonces, se toma este año como una reivindicación.
Justo este verano decía: "parece que no he hecho nada en ningún lado y que ya solo cuenta lo que ha pasado este año". Vengo con ganas de reivindicarme y demostrar que no estoy retirado.
Va para 34 años, ¿qué hace para seguir con ganas de competir?
Es que tengo ilusión. Yo disfruto haciendo esto. Me encanta. A día de hoy, lo que me hace feliz es venir a entrenar. Ahora mismo me quitas esto y me clavas un puñal (ríe). No sé lo que pasará en el futuro, pero me noto fuerte, con ganas y sabiendo que puedo volver a estar en mi mejor nivel.
¿Qué expectativas tiene de esta Primera Federación? ¿Cuál debe ser el objetivo del equipo?
Yo pienso que si miramos más allá nos equivocaríamos. Vengo de dos años mirando más allá, pensando desde el minuto cero en subir. Ese era el objetivo, pero si empiezas a meterte presión y las cosas no salen... es un error. Debemos ir pasito a pasito. Primero, a ganar el primer partido en casa, contra un recién descendido que será muy complicado. Debemos ir creciendo y no ponernos, de primeras, metas muy altas. Nos equivocaríamos. Y a medida que vayamos creciendo, ya veremos a qué podemos ir optando. Hay que estar preparados para sufrir, pero confiando en que hay plantilla para hacer muy buenas cosas si vamos creciendo desde unos cimientos buenos.
