Triste victoria del Campo Lameiro, que cierra una excelente temporada con tres triunfos consecutivos, pero incapaz de escalar las posiciones que necesitaba para evitar los arrastres. Termina el curso en la decimosexta posición, sin cumplir el objetivo que se habían marcado los pupilos de Romario de superar al Caselas, con el que está empatado a puntos. El equipo de A Chanciña desciende por los arrastres desde Tercera División. Es un duro castigo, fruto de los malos resultados cosechados, sobre todo, entre los meses de febrero y marzo, para un equipo que compitió a buen nivel durante el resto de la temporada. Desciende con la cabeza bien alta.
El enfrentamiento con el ya condenado Nogueira de Ramuin ourensano, penúltimo de la tabla clasificatoria, con solo seis victorias en el campeonato, estuvo marcado por la ambición del Campo Lameiro de superar al Caselas en la citada clasificación. Los pupilos de Romario se volcaron en ataque ante un rival que no se encerró y buscó sus ocasiones en los contragolpes. Este escenario dio lugar a una primera parte entretenida y a un partido mucho más romo en la segunda mitad, cuando ni uno ni otro parecían dotados de inspiración para amenazar a los guardametas.
El choque arrancó de la mejor manera para el Campo Lameiro, que cantó diana nada más comenzar. Cierto es que hizo méritos para el premio, empujando con fuerza hacia el área y logrando forzar un saque de esquina. El lanzamiento de Fontán lo embocó en el área Iván Goldar, ganando el salto de cabeza a los defensores.
No tardó nada en reponerse el Nogueira. Apenas había mostrado nada en el primer cuarto de hora, pero en un balón recuperado en el centro del campo, Esteban conectó con Bruno a la espalda de la defensa y el atacante batió en disparo raso al portero Adrián.
Tuvo que reaccionar el Campo Lameiro, de nuevo dueño del balón, aunque con muchos problemas para descifrar los espacios entre líneas. El mejor recurso de los visitantes eran las cabalgadas por el costado o el balón parado, pero ni esas armas dieron fruto durante 20 minutos. Fue en el fútbol más básico, un saque largo del portero Adrián, como encontraron los pupilos de Romario el camino del gol.
El balón lo pelearon Mateo y Fontán pero fue Miguel Gándara, portero del Nogueira, quien llegó al despeje. El golpeo fue malo, lo recuperó Fran y batió al desplazado guardameta con un toque a ras de césped.
La ventaja estabilizó al Campo Lameiro ante un rival que no se jugaba nada y que apenas recibía calor del público, debido al escaso ambiente en A Tella. Con dominio visitante, los minutos fueron pasando sin que nada sucediese en las áreas.
Entonces llegó Berto para firmar la jugada de la tarde, un pepinazo desde fuera del área que batió a Gándara. El tanto dejó finiquitado el partido, sin que los guardametas tuvieran dificultades para vigilar su portería.
El Campo Lameiro CD termina con 45 puntos pero que no han sido suficientes para salvarse.
