2-1. El Pontevedra vuelve a la vida con una agónica victoria ante el San Fernando

El conjunto granate acabó pidiendo la hora con uno menos en un partido en el que arrancó 2-0 por pura efectividad y se sostuvo en un extraordinario Cacharrón
Celebración de un gol. RAFA FARIÑA
photo_camera Celebración de un gol. RAFA FARIÑA

En pleno puente de difuntos, el Pontevedra volvió a la vida en la competición con una agónica victoria ante el San Fernando. El conjunto granate reaccionó a su mala dinámica y en un alarde de casta, se llevó el triunfo seis jornadas después amparado en su efectividad, un extraordinario Cacharrón en portería y un mayúsculo esfuerzo colectivo para aguantar los últimos 20 minutos las acometidas del San Fernando con un hombre menos tras la rigurosa expulsión de Abelenda.

Sorprendió Antonio Fernández agitando mucho la alineación. Yelko Pino y Seoane eran bajas obligadas, pero el técnico dejó también en el banco a Álvaro Cortés y Oier Calvillo, además de la habitual modificación rotatoria de Rufo por Charles. En el lugar del meta madrileño debutaba Cacharrón, ya recuperado de su intervención de rodilla. Mientras, por Calvillo contó con una nueva oportunidad Alberto Rubio. Y el hecho de tener que bajar de nuevo a Álex González al lateral dejó otro hueco en el extremo izquierdo en el que Fernández reconoció a Martín Diz y su voluntarioso trabajo de las últimas semanas.

Todo hacía indicar que el Pontevedra tenía intención de ser más vertical, algo en lo que ya trató de convertirse sin éxito alguno en el encuentro de hace ocho días en León. Sin embargo, una cosa era esperar a un PCF con la intención de atajar los caminos hacia la meta rival y otra muy diferente el ver a un equipo absolutamente entregado al contragolpe. Porque al igual que en la primera parte del encuentro ante la Balona Linense, la escuadra pontevedresa apostó por cederle la iniciativa a su contrincante y atacar al espacio. Y esta vez lo consiguió. Ayudó sobremanera el acierto de cara a gol, pero también la predisposición del equipo, transformado tras el 'toque de atención' del pasado lunes.

Un momento del partido. RAFA FARIÑA
Un momento del partido. RAFA FARIÑA

Y es que no fue solo la intención de correr hacia delante y ser agresivo: el Pontevedra tampoco escatimó esfuerzo alguno en una presión alta extremadamente intensa, que convirtió el duelo en una lucha sin cuartel ni tregua alguna. Salió vencedor del primer acto el combinado local en parte por su puntería y en parte por el escudo infranqueable que encontró en un soberbio Pablo Cacharrón, que llegó adonde su defensa no lo hizo.

Aunque antes de que empezase la exhibición del meta fue el diabólico Gabri Martínez el que avisó de lo que estaba por venir. En uno de los constantes balones largos en los que el San Fernando encontró la espalda de la zaga granate, Del Campo puso a correr al extremo catalán, que se plantó ante 'Cacha' algo escorado y no acertó a definir entre palos.

Perdonó la primera el San Fernando y se lo hizo pagar un Pontevedra absolutamente transformado, también en el acierto de cara a puerta. En el saque de puerta, Abelenda cabeceó para Álex. El lateral tuvo tiempo para controlar en campo ajeno y filtró por alto un balón a la espalda de Marín para la carrera de Martín Diz, que encaró a Farrando, se fue hacia el exterior y colocó un centro raso a la frontal de la pequeña para que el cazagoles Charles rubricase el 1-0. Era el segundo tanto del brasileño en el curso, con el que igualaba a Pablo Couto como máximo goleador histórico del club contando exclusivamente las competiciones ligueras.

En el intento de despeje se lesionó Marín y provocó un largo parón tras el que el PCF volvió ala carga. En un contragolpe, el conjunto granate encontró de nuevo vacío el lado contrario en uno más de los constantes cambios de orientación que trazó. Diz se perfiló para su derecha y probó un chut que rebotó en Farrando. El rechace le cayó a Borja Domínguez, que acompañó maravillosamente bien la jugada pero no acertó a colocarla entre palos.

Golpeó después el San Fernando con un cabezazo de Biabiany a la salida de un córner que hizo trabajar a un Cacharrón que, al instante, tuvo que volver a intervenir en un chut lejano de Caballero. El partido era un toma y daca y de nuevo de un saque del meta, el Pontevedra sacó petróleo. Abelenda se quedó el esférico y templó un pase fabuloso de nuevo al lado contrario, donde apareció Martín Diz. El vilagarcián retó en carrera a Lanchi y de nuevo buscó su perfil menos hábil. Daba igual: había encontrado el hueco suficiente para plantarse ante Perales y definir cruzado con temple a gol.

Corría el minuto 19 y el Pontevedra mandaba 2-0. Inaudito. Pero el resultado no hizo cobijarse al equipo granate, que siguió presionando muy alto incluso emparejando, a costa de arriesgar su espalda. Y lo pudo pagar muy caro. Pero enfrente del San Fernando estaba un excelso Cacharrón. El meta despejó de forma acrobática un remate de Ayala a la salida de un córner y poco después también venció a Gabri en el mano a mano. El Pontevedra empezaba a sufrir y el 2-1 empezaba a ser más que probable. Pero en una nueva acción puntual, Rubio recordó que el cuadro pontevedrés ya tenía veneno en su ofensiva. El extremo se quedó con el balón en tres cuartos y, sin oposición, cargó su pierna zurda para testar el material del larguero de Perales.

Todavía más Cacharrón

Un momento del partido entre el Pontevedra y el San Fernando. RAFA FARIÑA
Un momento del partido entre el Pontevedra y el San Fernando. RAFA FARIÑA

Al descanso, el 2-0 era un resultado fabuloso para un Pontevedra que tenía una renta engañosa. Porque parecía más larga de lo que en realidad era y porque el San Fernando había merecido mucho más en el intercambio de golpes. Así que el equipo pontevedrés trató de bajarle las revoluciones al duelo. Pero antes de que hiciese efecto el cloroformo, tuvo que volver a encomendarse a un catedralicio Cacharrón. En una nueva internada por fuera, el campeón de la Champions Biabiany colocó un balón fabuloso entre la defensa y el meta al que llegó Del Campo para empujarla. El gol estaba cantado, pero Cacharrón se estiró para quedarse con el balón y firmar, sin duda alguna, la parada de la temporada.

La desesperación de un productivo San Fernando era palpable. Y quizá por la hiperbólica figura de Cacharrón Bicho no acertó a conectar entre palos otro remate franco dentro del área. Fernández trató de oxigenar su línea más ofensiva con Calvillo y Bakero para ganar amenaza al contragolpe. Y pudo matar el encuentro en un par de transiciones bien llevadas por Abelenda que el equipo no acertó a concretar. No lo hizo y el marcador seguía siendo granate, aunque con incertidumbre máxima. Porque daba la sensación de que el 2-1 podría hacer temblar las piernas a los de casa.

Y así fue. Al menos a medias. Porque el colegiado estimó como juego brusco grave una entrada de Abelenda a destiempo pero sin mala intención alguna. Le tocó sufrir de lo lindo al Pontevedra. Y más cuando el San Fernando, ya con más delanteros que futbolistas en el campo, recortó diferencias en un córner. El poderoso Marcelo se impuso por alto y Cacharrón tocó el esférico, pero ya no pudo hacer su enésimo milagro del partido.

Entonces el San Fernando se tiró arriba con todo, pero el PCF defendió extraordinariamente bien el área y amarró una victoria tan sufrida como necesaria y merecida por el titánico esfuerzo. El equipo granate cambia la hora a tiempo y respira.
 

Ficha técnica:
Pontevedra: Cacharrón; Bastos (Luis Martínez, min. 83), Soto, Churre, Álex González; Miguel Román, Borja Domínguez; Alberto Rubio (Rufo, min. 75), Brais Abelenda, Martín Diz (Oier Calvillo, min. 57); y Charles (Bakero, min. 57).
San Fernando: Perales; Marín (Lanchi, min. 10, Marcelo, min. 80), Manu Farrando, Sergio Ayala, Luis Ruiz (Javi Navarro, min. 80); Bicho, Caballero; Biabiany, Ilyas (Rodrigo, min. 71), Gabri; y Rubén Del Campo.
Goles: 1-0, min. 5: Charles. 2-0, min. 19: Martín Diz. 2-1, min. 82: Marcelo. 
Árbitro: Fernández Buergo (Asturias). Expulsó con roja directa a Abelenda (min. 76). Amonestó con amarilla a Bastos, Churre, Román por el Pontevedra y a Ilyas, Bicho, Lanchi, Rodrigo, por el San Fernando.
Incidencias: Partido correspondiente a la décima jornada del Grupo 1 de Primera Federación. Estadio Municipal de Pasarón, 1.614 espectadores. En los prolegómenos del encuentro, la presidenta del club, Lupe Murillo, ofreció un ramo de flores a Rafael Martín, hijo de Neme, como recuerdo al mítico exjugador granate, fallecido la pasada semana. También se guardó un minuto de silencio y el equipo local portó brazalete negro.

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