Con el foco en el partido que les enfrentará al Algeciras CF, el Pontevedra de Juan Señor completó una nueva sesión de entrenamiento en la mañana del jueves. Lo hizo, en una tónica tan desgraciadamente repetida en lo que va de temporada, con varias ausencias y con algunas probaturas por parte del preparador madrileño.
En esa lista de ausencias, se quedaron sin saltar al césped Yelko Pino, Derik, Samu Araújo, Seoane y Churre. El primero de ellos continúa con su puesta a punto tras las molestias físicas que le hicieron perderse los últimos compromisos de los granates, más allá de los minutos disputados en A Malata con el único fin de forzar la quinta amarilla y limpiarse de ciclos para las futuras jornadas. Salvo sorpresa, cuesta pensar que Yelko pueda estar disponible para el partido de mañana.
Derik, quizás por precaución, después de haberse reincorporado hace menos de una semana a la dinámica de entrenamientos del club lerezano -había tenido que ser sustituido contra el Racing de Ferrol-, no estuvo presente junto al resto de compañeros en el verde del Manolo Barreiro.
Samu Araújo, en su caso, continúa recuperándose de la lesión de rodilla sufrida ante la Cultural Leonesa. Pese a que Juan Señor declaró en la rueda de prensa previa al partido contra el Fuenlabrada, en un mensaje de positivismo, que era probable que el lateral pudiese acortar los plazos de su regreso, lo cierto es que aún no se han cumplido ni cuatro semanas desde una a la que se le pronosticaba un tiempo de baja cercano a los tres meses.
Las otras dos ausencias destacadas del entrenamiento fueron las de Churre y Seoane. De confirmarse sus bajas, junto a los problemas de Derik y a la sanción de Luis Martínez -expulsado por doble amarilla ante el Fuenlabrada-, Juan Señor se encontraría con un verdadero quebradero de cabeza a la hora de formar su línea defensiva para la tarde de mañana.
Para completar el entrenamiento, Señor echó mano de un filial desde el que participaron Sergio Abal y Pablo Arnosi. Valen Jaichenko, a su vez, entrenó con normalidad junto al resto de sus compañeros, colocándose en el puesto de lateral izquierdo en los distintos ejercicios propuestos por el madrileño.
Un puesto de lateral izquierdo que también ocupó Gonzalo Bueno, quien en un comienzo llegaba para cubrir las posiciones de ataque. El uruguayo, quien sigue en busca de su mejor tono físico, se ubicó en esa demarcación durante gran parte de la sesión del jueves.
El jugador del B Sergio Abal, por su parte, completó algunos de los ejercicios de la mañana desde el centro de la zaga, ante la evidente falta de centrales en el equipo granate.
De esta manera, los pontevedreses podrían afrontar el trascendental partido contra el Algeciras con una defensa diezmada. Una posibilidad que podría complicar sobremanera a los granates, al tratarse de un equipo que ha destacado más por su solidez defensiva -son, con 31 goles, uno de los conjuntos menos goleados de la parte baja- que por su olfato goleador -tan solo 18 tantos a favor-.
El apunte: Poco colmillo y pared de papel
Si bien el Pontevedra podría ver diezmada su defensa en el partido ante el Algeciras, no es menos cierto que los de Iván Ania también llegarán al duelo de Pasarón con grandes problemas en su zaga.
Las ausencias de Jordi Figueras, Amoah y Admonio en el centro de la defensa, dejan a Van Rijn como el único central ‘puro’ de la plantilla. Ania, de esta manera, podría contar con el lateral Carlos Albarrán como su improvisado acompañante o echar mano de la cantera.
El Algeciras, además, es el segundo equipo que más goles ha encajado en el Grupo I de Primera Federación -37 tantos, tan solo por detrás del Ceuta-. Se enfrentará, curiosamente, al ataque menos prolífico de la competición: un colmillo poco afilado contra una pared de papel.
