Los aguiluchos cenizos, con presencia en Galicia, regresan a España

Gracias al marcaje con GPS de algunos ejemplares se pueden conocer las rutas desde África de esta especie

Crías de aguilucho. EP
photo_camera Crías de aguilucho. EP

Los aguiluchos cenizos marcados con GPS --entre ellos ejemplares con presencia en Galicia-- están regresando desde África hasta sus nidos de cría en España, según los datos de SEO/BirdLife que en el arco del Programa Migra, en colaboración con Fundación Iberdrola marcó varios ejemplares durante las primaveras de 2018 y 2019.

Gracias a este marcaje la ONG está conociendo las rutas migratorias de esta especie para mejorar su conservación después de que en la última década haya sufrido un declive del 23 por ciento en España.

Mapa de las rutas que siguen las aves migratorias en su regreso desde África. EUROPA PRESS
Mapa de las rutas que siguen las aves migratorias en su regreso desde África. EUROPA PRESS
 

El aguilucho cenizo es una especie migratoria transahariana, cuyas poblaciones ibéricas invernan en África occidental y que está catalogada como "vulnerable" en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.

La mayor parte de parejas se localizan en zonas de cultivo de cereal, aunque también viven en marismas mareales y en zonas de matorral. La coordinadora del programa Migra de SEO/BirdLife, Ana Bermejo, ha destacado que gracias al marcaje de estas aves se conoce al detalle donde están los aguiluchos cenizos el resto del año, cuando no están criando en España.

Así, precisa que los datos de aguiluchos cenizos marcados en los dos años pasados SEO/BirdLife conoce que estos pasaron el invierno en el Sahel, a más de 3.000 kilómetros de distancia, en concreto en Senegal, Gambia, sur de Mauritania y Malí.

Al sumarse a las tecnologías móviles, algunas de las aves dejaron de emitir su señal GSM durante meses, ya que estaban en zonas de sabana o de desierto sin cobertura móvil, pero ahora, al iniciar la migración están volviendo a zonas con cobertura, sobre todo al abandonar el desierto, y están enviando todos los datos de sus viajes y zonas de invernada.

Algunas aves están atravesando el desierto del Sahara para cruzar después por el Estrecho a España, pero como no se trata de un ave eminentemente planeadora, algunos individuos atraviesan hasta Europa sobrevolando el mar de Alborán y volando sobre el agua decenas de kilómetros.

De hecho, los datos de la ONG indican que los aguiluchos abandonaron el Sahel entre el 23 de febrero y el 26 de marzo; atravesaron el desierto durante entre 5 y 15 días, para abandonar las hostiles arenas del desierto lo antes posible. Las aves atraviesan el desierto en un amplio frente desde Marruecos hasta Argelia.

Una de las aves cruzó por el mar de Alborán hasta Europa casi en línea recta, en un viaje de 205 kilómetros que tardó en realizar 4 horas y cuarto, con una velocidad de migración de unos 48 kilómetros por hora

El dispositivo localizador ha detectado que igual que durante la migración postnupcial, cuando las aves muestran algunas de sus proezas uno de los ejemplares marcados cruzó el océano Atlántico con un vuelo sin parada sobre el mar de cerca de 300 kilómetros o otro cruzó 1.500 kilómetros de desierto en cuatro días.

Otro más cruzó por el mar de Alborán hasta Europa casi en línea recta, en un viaje de 205 kilómetros que tardó en realizar 4 horas y cuarto, con una velocidad de migración de unos 48 kilómetros por hora.

Algunos ya han llegado a sus zonas de cría, otros están esperando para cruzar a Europa o están atravesando el desierto. En los próximos días, si no tienen ningún percance durante la migración, llegarán todos a sus territorios para reproducirse durante la primavera.

Entre las principales causas de su declive están principalmente la industrialización de la producción o determinadas prácticas agrarias y el abandono de la ganadería extensiva que conllevan en ambos casos pérdida de biodiversidad y hábitats adecuados en el ámbito agrario.

El Programa Migra marcó entre 2018 y 2019 un total de 24 ejemplares adultos en Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extremadura y Galicia, con emisores GPS-GSM, que proporcionan la posición del ave cada 5 minutos y la envían empleando el sistema de telefonía móvil (GSM).

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