El hielo alpino revela que el yodo atmosférico se ha triplicado en 100 años

Un ciervo recorre una zona del Pfaender, Austria, con los Alpes al fondo EFE
photo_camera Un ciervo recorre una zona del Pfaender, Austria, con los Alpes al fondo. EFE

Análisis del yodo atrapado en el hielo alpino ha demostrado que los niveles de yodo atmosférico se han triplicado en el último siglo, lo que compensa parcialmente los aumentos del contaminante del aire provocado por el hombre, el ozono. El estudio mostró, sin embargo, que, aunque el yodo puede destruir el ozono "malo", no hay suficiente para contrarrestar toda la producción.

El análisis del hielo alpino, realizado por científicos de la Universidad de York, en Reino Unido; la Universidad de Grenoble en Alpes, Francia, y el ‘Desert Research Institute’, en Las Vegas, Nevada, Estados Unidos, muestra que la concentración de yodo comenzó a aumentar después de la Segunda Guerra Mundial tras el crecimiento de los vehículos motorizados y la generación de electricidad. 

Las emisiones de óxido de nitrógeno de los vehículos y las centrales eléctricas desde la década de 1950 aumentan el ozono en la superficie, y esto reacciona con sustancias químicas en el agua de mar para liberar más yodo a la atmósfera, lo que destruye parcialmente, pero no completamente, algunos de estos gases nocivos.

La profesora Lucy Carpenter, del Departamento de Química de la Universidad de York, afirma que el papel del yodo en la salud humana "ha sido reconocido durante algún tiempo" y que "es una parte esencial de nuestras dietas". "Sin embargo, su papel en el cambio climático y la contaminación del aire solo se ha reconocido recientemente, y hasta ahora no ha habido registros históricos de yodo en regiones pobladas como Europa", añade. 
 

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