Solar Orbiter, tras el lanzamiento, "empieza la aventura"

Tres españoles participan en el lanzamiento del satélite científico de observación desarrollado por la Agencia Espacial Europea y la Nasa
Recreación de la posición del satélite frente al sol. EFE
photo_camera Recreación de la posición del satélite frente al sol. EFE

El lanzamiento de una misión espacial es "un momento singular" y en el caso de la europea Solar Orbiter, que despegó hoy hacia al Sol, el equipo puede "estar orgulloso" de lo que ha logrado, aunque ahora es cuando "empieza la aventura".

Así lo creen tres españoles que ocupan puestos de relieve en esta misión de la Agencia Espacial Europea (ESA): el jefe de proyecto César García; el astrofísico Javier Rodríguez-Pacheco, y el doctor el física José Carlos del Toro.

Los tres asistieron al despegue desde Cabo Cañaveral de Solar Parker, de la Agencia Espacial Europea con colaboración de la NASA.

"La sensación es que ahora empieza la aventura", señaló a la prensa española poco antes del lanzamiento Rodríguez-Pacheco, de la Universidad de Alcalá (Madrid) e investigador principal de uno de los diez instrumentos que lleva la sonda, el Detector de Partículas Energéticas (EPD).

Tras una década de trabajo, en la que todo el equipo de ingenieros y científicos "han dado el cien por cien y el doscientos por cien", ahora comienza la época de recibir y analizar los datos lo que "va a ser el momento más emocionante", asegura.

El de Solar Orbiter es el tercer lanzamiento para César García, quien por su experiencia, una vez que la sonda está en el espacio y con la configuración necesaria, "lo que sientes es tranquilidad, incluso más que alegría o júbilo, que están incluidos en esa paz (...) lo que no quita para que nos abracemos y celebremos".

Se acercará hasta 42 millones de kilómetros para conocer mejor el funcionamiento del sol

Preparar una misión supone años, pero hay un momento "que es único, el del lanzamiento. En ese momento -aseguró- se concentra, en solo unos minutos, el esfuerzo y trabajo de muchísima gente durante mucho tiempo".

Pero tras el lanzamiento hay "un mañana, sobre todo para nosotros" y ahora queda "lo difícil", aseguró Del Toro del Instituto Astrofísico de Andalucía y coinvestigador principal del magnetógrafo So/Phi, otro de los aparatos de la sonda.

"Nunca sabes lo que te puedes encontrar y estamos todos expectantes y preparados" a la espera de los datos que la sonda empiece a mandar. Ahora "el equipo de ingenieros deja espacio al equipo de científicos", precisó Rodríguez-Pacheco.

Llevar a Solar Orbiter al espacio y ponerla en dirección al Sol, al que se acercará hasta solo 42 millones de kilómetros para conocer mejor su funcionamiento, ha costado más de una década de trabajo y Del Toro recuerda que en su inicio el proyecto era "mucho más ambicioso".

Pero con lo años hay que hacer cambios "para adaptarse a los requisitos técnicos y de presupuesto", por eso -aseguró- cuando uno llega al lanzamiento dice "menos mal".

García, que ha ejercido como jefe de proyecto en los últimos tres años, dijo: "podemos sentirnos orgullosos de lo que hemos conseguido (...) llegar hasta aquí es un éxito".

Esta no es la primera vez que García recorre este camino pues ya fue jefe de proyecto en la misión LISA Pathfinder y más brevemente en Plato, quien parafraseó a un periodista que le entrevisto en una ocasión para describir su labor como la de "un guardia de tráfico".

Todos los equipos que forman parte del proyecto "vienen con sus intereses, sus necesidades y tú tienes que hablar con todos ellos para poner de acuerdo diversos intereses", el trabajo de "un jefe de proyecto es que todo el mundo se vaya a casa igualmente descontento o contento", explicó con una sonrisa.

"La magia -aseguró- "es que a pesar de todos los intereses contrapuestos y a veces cambiantes llegues a este punto singular que es lanzar una misión al espacio".

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