Abanca reforzará los fondos propios de Nueva Pescanova con una inyección de 70 millones de euros destinada a "robustecer" la ejecución de su plan estratégico. Según informó la compañía con sede en Chapela, en la junta celebrada este lunes los accionistas aprobaron la operación, que no alterará la composición del capital. Abanca seguirá ostentando el 97,76% de los títulos y el resto continuará en manos de minoritarios, entre los cuales figuran Pescanova S.A. (0,34%) y el fondo Broadbill (0,82%).
La vocación de Abanca es la de desinvertir. En las cuentas consolidadas y auditadas de 2021, la entidad financiera ya señalaba que tanto la toma de control de la pesquera como la del Deportivo de La Coruña se formalizaron con el objetivo de "poner en valor a las compañías en el menor plazo posible para su posterior enajenación". En ese informe de resultados, el banco admitió que "el efecto económico de la pandemia" provocó que el proceso de búsqueda de ese inversor avanzase "más lento de lo previsible". La entidad que preside Juan Carlos Escotet emergió como primer accionista de la firma alimentaria en 2018 tras reflotar junto a otros bancos un negocio que estuvo a punto de hacer aguas en 2013 por la ingente deuda del grupo y su controvertida gestión, que fue judicializada.
En su hoja de ruta para 2020- 2024, la pesquera que preside José María Benavent se ha fijado retos como mejorar la productividad y la eficiencia y sostenibilidad de toda su cadena productiva, llevar a los mercados productos "diferenciales" desarrollando una oferta con valor añadido; simplificar su organización y explorar alianzas y compras, además de crecer orgánicamente.
La pesquera cuenta con una flota propia de 60 buques que operan en Suramérica y África, además de 17 fábricas. Su plantilla ronda los 11.100 trabajadores
Con 11.133 trabajadores a cierre de marzo de 2022, Nueva Pescanova destaca en el sector por su nivel de integración vertical al controlar desde la pesca hasta la comercialización. Así, cuenta con una flota propia de 60 buques que operan en caladeros de Suramérica y África, capturando gambón, merluza, cefalópodos o langostinos. A esto se suman 7.000 hectáreas de granjas dedicadas a la cría de rodaballo (en Xove y Oia) y langostino vannamei (en Ecuador, Guatemala y Nicaragua), especies a las que pronto debería sumarse el primer criadero de pulpos del mundo, que la compañía prevé abrir en Gran Canaria. La acuicultura es una de las patas de crecimiento ante las proyecciones que apuntan a que de aquí a 2050 la población mundial crecerá hasta los 9.700 millones de habitantes, lo que elevará la demanda de proteína marina.
El grupo también lo integran 17 fábricas de transformación repartidas por España, Perú, Ecuador, Francia, Namibia, Nicaragua, Guatemala, Argentina, Irlanda e India. Todo ello para dar salida a sus productos en 80 países.
El último informe de resultados de Nueva Pescanova indica que en 2021 (cierre a 31 de marzo de 2022) la facturación llegó a 1.087 millones de euros, cosechando un resultado neto consolidado de 7,8 millones. El patrimonio neto, que ahora se verá reforzado por la aportación de Abanca, se situaba en 276,6 millones, mientras la deuda neta rondaba los 452 millones.
