Abengoa pide el concurso de acreedores para su matriz tras meses negociando

Así lo ha detallado la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores
Sede de Abengoa. EUROPA PRESS
photo_camera Sede de Abengoa. EUROPA PRESS

Abengoa ha solicitado este lunes la declaración de concurso voluntario de acreedores para su matriz tras meses de negociaciones para tratar de refinanciar su deuda y reestructurar el grupo.

Así lo ha detallado la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en un comunicado después de que el viernes expirara el enésimo plazo marcado con los acreedores para que la empresa sevillana de ingeniería pactara su rescate.

A ello suma que el pasado jueves venció la protección de la que gozaba la compañía desde que a finales del pasado agosto solicitara el preconcurso de acreedores.

Aunque en agosto de 2020 los acreedores accedieron a inyectar 230 millones de euros a cambio de la toma de control de gran parte de los activos, quedaban en el aire 20 millones que debía poner la Junta de Andalucía alegando que carecía de "mecanismos jurídicos" para realizar esa aportación.

Sin esa aportación, el Ministerio de Economía no autorizó al Instituto de Crédito Oficial (ICO) y a la Compañía de Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce) a avalar el rescate.

EL CONSEJO PIDE MÁXIMA COLABORACIÓN PARA SALVAR EMPLEO

Pese a la solicitud del concurso, el Consejo de Administración, integrado en la actualidad por sólo dos consejeros (Juan Pablo López-Bravo como presidente y Margarida de la Riva Smith), asegura que seguirá buscando alternativas para "evitar la inviabilidad" de las filiales.

Explica que con ello se busca "preservar el empleo y tratar de minimizar la pérdida de valor", para lo que pide "la máxima colaboración" a todas las partes con intereses en la empresa de ingeniería.

Ese órgano se ha reunido este lunes para estudiar la situación de la compañía después de que quedara resuelto de forma definitiva el acuerdo de reestructuración de la sociedad y su grupo, una condición necesaria para reequilibrar el patrimonio de Abengoa, según explica la propia empresa.

Entendiendo que se trata de "la medida más adecuada para salvaguardar los intereses de la sociedad y de todos los acreedores", finalmente el Consejo han acordado solicitar la declaración de concurso voluntario.

El secretario general del mayoritario UGT FICA Sevilla, Manuel Ponce, se ha mostrado confiado en que la declaración de concurso de acreedores de Abengoa “se gestione bien”

Así, la solicitud ha sido presentada este lunes en el juzgado competente de Sevilla, según explica el Consejo de Abengoa, que dice ser "consciente" de la compleja situación y de las "cada vez mayores dificultades" para alcanzar una solución que satisfaga a todos los grupos de interés, con "posiciones hasta ahora enfrentadas".

A todos ellos la compañía les solicita "la máxima colaboración para tratar de evitar perjuicios definitivos".

Ya por la mañana, tras conocerse que el Consejo de Administración se reuniría con carácter de urgencia para estudiar la situación, los sindicatos temían este desenlace.

El secretario general del mayoritario UGT FICA Sevilla, Manuel Ponce, se ha mostrado confiado en que la declaración de concurso de acreedores de Abengoa “se gestione bien”, ya que “si se hacen las cosas bien nadie tiene que ir a la calle”.

Con anterioridad había expresado su temor de que el futuro de Abengoa quedara en manos de un juez mercantil y, con ello, diera al traste el plan de viabilidad para salvar la empresa, al tiempo que censó que las trabas actuales procedieran de los accionistas minoritarios.

UNA SITUACIÓN QUE LOGRÓ ESQUIVAR EN 2016

La matriz, que es la sociedad que cotiza -aunque lleva suspendida de cotización desde julio-, está en causa de disolución desde el pasado 19 de mayo, al arrojar un patrimonio negativo de 388 millones de euros.

Abengoa ya se vio en 2015 al borde la quiebra y anunció un preconcurso de acreedores, que de haber pasado a concurso le habría llevado a protagonizar la mayor quiebra en la historia de España, con 9.000 millones de deuda bruta financiera y deudas a proveedores superiores a 5.000 millones.

En octubre de 2016, dos días antes de que cumpliera la prórroga del preconcurso, lograba suficientes adhesiones al acuerdo de reestructuración, que preveía la inyección de 1.170 millones.

Los accionistas de entonces vieron diluida su participación al 5 %, mientras que los acreedores y nuevos financiadores se quedaron con el 95 % restante. La presencia de los Benjumea y otras familias históricas quedó en alrededor del 1,5 %.

La antigua Abengoa facturaba anualmente unos 7.000 millones y empleaba a 32.000 personas, pero tras vender activos, reducir estructura y volver a centrarse en el negocio de construcción e ingeniería, mueve 1.500 millones y cuenta con unos 14.000 trabajadores.

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