Altri prevé despejar el acceso a fondos de la UE para su planta de Palas antes de fin de año

El vicepresidente de la firma ve difícil que el proyecto vaya a contar con un Perte específico y aguarda una respuesta del Gobierno central antes de que acabe 2022. El objetivo del grupo portugués es conseguir hasta 250 millones en fondos públicos. Smarttia, el brazo inversor del CEO de Greenalia, será socio de la biofábrica de fibras textiles
Entorno de la Finca Rioseco, donde se instalará la planta de Altri en Palas. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Entorno de la Finca Rioseco, donde se instalará la planta de Altri en Palas. VICTORIA RODRÍGUEZ

Tras anunciar a finales de abril la elección de Palas de Rei como emplazamiento para su planta de fabricación de fibras textiles a partir de madera de bosques certificados, Altri continúa trabajando con vistas a tomar una decisión definitiva sobre su viabilidad en la primera mitad de 2023. Entre los principales "retos", definir el volumen de fondos europeos con los que contará el llamado proyecto Gama.

El objetivo está claro, conseguir "subvenciones por entre 220 y 250 millones de euros", según explicó este martes en Santiago el vicepresidente de la pastera portuguesa, Carlos Alberto Sousa Van Zeller. Dado que la inversión total ascenderá a unos 850 millones en su primera fase –"la integración total" elevará esa cifra a entre 1.200 y 1.300 millones–, se trataría de que los fondos públicos cubriesen hasta el 29% del presupuesto.

El ejecutivo participó en un foro organizado por Impulsa para divulgar los proyectos tractores que promueve esta sociedad participada por la Xunta, Abanca, Reganosa y Sogama, un evento que contó con la participación del presidente gallego, Alfonso Rueda, del vicepresidente primero, Francisco Conde, y del primer espada de Abanca, Juan Carlos Escotet, entre otras personalidades.

El vicepresidente de Altri señaló que, ahora mismo, "el punto crítico es la financiación" del proyecto Gama

Van Zeller explicó que para que la planta de Palas salga adelante, ahora mismo, "el punto crítico es la financiación". Para definir el acceso a los fondos Next Generation, el grupo luso lleva cinco meses "trabajando con Impulsa" y en conversaciones con el Gobierno central, con el que el grupo ha mantenido "cinco reuniones", la última, la semana pasada. "A finales de año nos han prometido que será posible tener alguna información", explicó el directivo, que fue claro al reclamar un Proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (Perte) específico para el sector forestal. Tras los últimos contactos con el Gobierno, esta opción se ha ido desinflando. "Creemos que deberíamos contar con un Perte específico porque es un proyecto central de todo el desarrollo de Galicia", incidió Van Zeller, que expuso que la "integración total" de Gama y de otros proyectos tractores, como los de producción de hidrógeno, supondrán una inversión superior a los 2.000 millones. "Es mucho dinero. Debería haber una atención especial con esto".

A falta de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez concrete las vías de financiación, Altri asume que tendrá que concurrir a varios Pertes, atendiendo a las vertientes innovadora, de transición energética, de digitalización y a la apuesta por la economía circular que conlleva la bioplanta de lyocell. "Estamos hablando con el Gobierno. Es muy complejo hacer encajar un proyecto de esta dimensión", indicó el directivo, que recordó que la factoría de producción de fibra textil con madera –que consumirá energía renovable y que, en una segunda fase, incorporará a la producción textil reciclado– constituye "un proyecto único en el mundo".

En cuanto al retraso hasta el primer semestre de 2023 de la decisión a respecto de si se ejecutará o no el proyecto –inicialmente iba a ser en la recta final de 2022–, Van Zeller atribuyó esa modificación del calendario a "la elección de la ubicación". Cabe recordar que el grupo estudió hasta 46 opciones en la comunidad. "Es un proyecto muy grande y sensible. El área que necesitamos es muy grande y precisamos tener las mejores condiciones", indicó. Respecto a las virtudes de Palas, destacó su proximidad "al clúster forestal de los bosques gallegos" y el fácil acceso "a la autopista". Además, expuso que en la hoja de ruta junio de 2026 es la fecha límite para que la planta comience a operar y que la construcción llevará 27 meses. "Por eso necesitamos una respuesta de las autoridades, del Gobierno, pronto. De otro modo, no será posible", recalcó.

Van Zeller confirmó que Greenalia será socia del proyecto Gama y que hay conversaciones con otros actores locales

GREENALIA SE SUMA. Van Zeller también avanzó que el proyecto Gama contará con socios locales. En concreto, confirmó que Greenalia participará en el capital de la sociedad. Y las conversaciones siguen "con otros". La firma coruñesa de renovables detalló, de su lado, que la inversión en Greenfiber —así se llamará la sociedad que regirá la biofábrica— se articulará a través de Smarttia, el brazo inversor de Manuel García, CEO de Greenalia. Sin dar detalles, fuentes de la firma indicaron que Smarttia adquirirá "una participación significativa". Altri ya avanzó en su día que retendrá más del 50% del capital. 

"Es un orgullo participar de forma activa en uno de los proyectos más transformadores de la economía gallega y nacional, con clara proyección internacional", afirmó García en un comunicado. Su grupo aportará su "experiencia" en materia forestal y energética, sectores en los que son "líderes en Galicia". Recalcó que "el suministro de madera certificada y energía, a precios competitivos, son claves" para el éxito de la planta.
 

"Es un orgullo participar de forma activa en uno de los proyectos más transformadores de la economía gallega y nacional, con clara proyección internacional", afirma Manuel García, el CEO de Smarttia y Greenalia

Con un centenar de ingenieros trabajando en la iniciativa, el vicepresidente señaló que Altri trabaja con la Xunta en la tramitación de las licencias de la biofábrica y que, "en un par de meses", podrían obtener la aprobación. La definición de la tecnología es otro de los aspectos en los que ahora se centran los esfuerzos en una planta para la que Altri calcula un ahorro de energía de hasta un 30%. "Estamos trabajando con grandes players de Galicia en materia energética. Queremos una fábrica sin combustibles fósiles", señaló el directivo.

Por otra parte, incidió en la importancia de contar con "una huella ambiental muy baja" en Palas de Rei, para lo que Altri utilizará la "experiencia" de su fábrica lusa de Caima para contar con "un impacto hídrico muy bajo" en el complejo gallego, que tendrá una capacidad productiva de 200.00 toneladas de celulosa soluble y fibras sostenibles al año para abastecer al textil.

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